Capitulo 2

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La luz del verano apenas y se colaba por las ventanas del cuarto, podía sentir el suave aroma de panqueques recién hechos, con algo de desgano se levanto a duras penas.
(¿Dónde estoy?)
Miro a su alrededor tratando de analizar lo que había pasado anoche, a ver, fue a un bar con los de tercero, luego de eso..¿qué diablos pasó? ¿Por qué está despierto en una cama ajena?
(¿No me digas que hice algo de lo cual me arrepentiría?)
Con algo de miedo se levanto de la cama, noto que apenas tenía una playera cubriendo su cuerpo, eso sí que le hacía confundir aún más, se colocó su pantalón que encontró a medio camino, algo le dolía, sentía como unas punzadas por todo su cuerpo impidiéndola caminar.
Hanamaki empezó a imaginarse todas las posibles escenas de lo que habría hecho anoche, entonces de detuvo un instante.
Ahora que lo recordaba había ido a dejar a su estupido amigo ebrio, luego de eso...
(¿Qué hicimos ayer?)
Se paró en seco viendo las escaleras, bajo de ellas para encontrarse con el mismísimo Iseei Matsukawa cocinando, al parecer no se dio cuenta de su presencia.

-buenos días-
Eso lo sobresalto, estaba a punto de irse de ahí.

-ah...buenos días-
Se dio la vuelta para ver que estaba cocinando, le pareció sumamente extraño el hecho de ver a Iseei cocinar así.

-¿qué es?- señaló el pelirosado col algo de curiosidad.

-son panqueques ¿cómo dormiste?-

Soltó un suave suspiro sentándose en una de las sillas del comedor -no dormí para nada bien-
Dejo un plato enfrente de él.

-¿y eso a que se debe?-
Ambos se miraron.

-no...lo sé ¿sabes qué pasó anoche? Cuando nos fuimos del bar con Oikawa y Iwaizumi-

-oh hablando de eso, supongo que te alocaste anoche-
Abrió los ojos como platos.

-¿¡qué?! ¿De qué hablas?-

-déjame darte en pequeño recuerdo para que tu mente se vaya refrescando-
Señaló su cuello, en el había dos marcas de mordedura muy visibles.

-no fastidies...- se abrazó su cabeza entre sus brazos.

-¿tú y yo?- preguntó bajo pero lo suficiente para escucharlo.

-así es, déjame decirte que no estuvo para nada mal- agregó una sonrisa divertida.

-lo veo y no lo creo-

-pfff-

-pues que puedo hacer, total la vida sigue- agregó con una sonrisa forzada.
Ambos dejaron el tema hasta ahí, querían hacerse miles de preguntas pero todas parecían no tener respuestas, nunca habían tenido ese tipo de silencio incómodo entre los dos, por lo menos ya había sucedido.
(Habla por favor, di cualquier idiotez pero di algo por el amor de dios)

-¿hoy no tienes universidad?-

-nah, tengo clases libres ¿tú?-

-pues si, tengo hasta las 9 para ir a la primera clase- tomo el plato y los dejo en el lavabo, se notaba a kilómetros la enorme tensión que había en ambos chicos.

-bueno, si tienes clases es mejor que me vaya yendo, hablamos más tarde-
Busco sus cosas del piso de arriba y bajo para caminar hasta la puerta.

-Makki..-
Antes de que pudiera decirle algo más sostuvo su brazo y lo atrajo a él.

-tengo que decirte algo...pero mejor veámonos en el bar de ayer-
Sus rostros estaba a centímetros de tocarse, podía sentir el doloroso latido en ambos pechos, al igual que su suave y fría respiración.

-Iseei...-
No dudo en ningún momento acercarse a él aún más hasta chocar ambas narices, justo cuando se proponía besarlo una persona bajo de las escaleras.

-¡Matsukawa! ¿Has visto mi--
El chico se quedó tieso viendo la escena.

-¡siento haberte molestado, nos hablamos más tarde!- y en un abre y cerrar de ojos Makki se fue de ahí dejando a los chicos súper confundidos.

-¿qué acaba de pasar aquí?-
Iseei se quedó mirando la puerta con la esperanza de que regresas y le diera un beso aunque sea.

-no es anda importante-
Dijo para irse al piso de arriba.
(Dicen que cuando te molesta el pecho al tener cerca a esa persona especial es porque duele no tenerla aún, deberías acercártele y hacerla tuya más más)
Aún no entendía del todo esas palabras.
(El dolor forma parte de la vida ¿no es así?)

tu eres mi amor, tu eres mi vida.(una novela MatsuHana)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora