Capítulo 5 -La joven chica

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NARRA SAMUEL

-Todo empezó el día en que nos mudamos al edificio. Mi madre estaba en el piso de abajo y yo me subí arriba, a mi habitación a dejar maletas y demás.

Flashback:

-Mamá, me subo arriba-. Cogí una caja cuadrada de cartón con decoración y una maleta negra con ruedas.

-Vale cariño, pero no tardes que necesito tu ayuda aquí abajo-. Fue al salón y colocó algunas fotografías.

-Madre, ya. Deja de llamarme así-. Puse cara de asco y terminé de subir.

Más tarde...
Escuché voces de dos personas y no pude resistirme, bajé a averiguar quien había y que pasaba.
Mi madre y otra mujer intercambiaban palabras. Entonces me acerqué a ellas que se encontraban apoyadas en la encimera de la cocina.

-Hola, soy Samuel-. Le extendí mi brazo para estrechar nuestras manos.

-¿Que tal? Soy la vecina del piso de arriba, Lily-. Le saqué una pequeña sonrisa inclinada.
Cogí unas copas y una botella de vino de la despensa del 1999 y lo repartí en los tres vasos que había dejado en el banco, la isla, sin llenarlos del todo.
Al mismo tiempo que bebíamos el vino hablábamos sobre nuestra vida.

Ella terminó contándome que se había divorciado del padre de Sabrina por otro hombre y que más tarde el padre murió, dejándole marcada a la hija por siempre.
Me contó que ella era especial, que era la mejor persona que se había topado con la vida de Lily, la madre no hablaba como tal, hablaba como una persona normal siendo sincera.
Siendo honestos, las madres suelen contar cosas buenas de sus hijos aunque no fuera cierto, pero en este caso no mentía.

-Mi pequeña Sabrina. Ya es una mujer aunque vaya aún al instituto. Se toma el trabajo enserio, es estudiosa, amable, cariñosa, artista, no se calla ante algo que le ha molestado, se enfrenta a ello, es buena, es fuerte-. Por la forma en la que la madre hablaba, por cada palabra que decía, me daban, cada vez más ganas de conocer a la perfección, a la joven chica que sería mi vecina por un largo tiempo. -Es valiente-. Terminó de hablar con esas dos últimas palabras porque mi móvil empezó a sonar.
Lo saqué de mi bolsillo trasero de mi pantalón y la pantalla estaba encendida con el nombre de Mike.
Entonces me acordé que él, Tony y Joe, me esperaban para la quedada que hacíamos todas las semanas.

Acepté la llamada.

-Ya voy para allá-. Le informé a Mike.

-No hace falta, estamos en el portal de tu nueva finca-. Respondió él.

-Ok, bajo-. Ya estaba cogiendo la chaqueta de cuero negra que había dejado en el sofá y despidiéndome de mi madre y la vecina cuando pronuncié esas palabras.
Bajé por las escaleras corriendo porque el ascensor iba a tardar demasiado ya que estaba en el séptimo y último piso.

Al llegar abajo, vi a los tres hablando tranquilamente en la calle, delante del portal. Nada más salir chocamos nuestras manos como saludo y nos fuimos a casa de Joe.

Fin Flashback

-Desde que tu madre me habló de ti tuve interés en conocerte, en ver como eres y en saber quien eres, porque me di cuenta que sus palabras eran sinceras pero sé que escondía algo, una cosa que no es buena-. No tenía sentimientos en el rostro, solo me miraba a los ojos sin decir palabra alguna. -Y tampoco es bueno dejar con intriga a un chico como yo-. En ese momento soltó una fuerte y corta carcajada entonces le sonreí mostrando mis dientes.

Empezó a sonar el timbre y la gente ya estaba entrando en el comedor/cafetería.

Sabrina seguía con la pierna encima de la silla, en ese momento pensé en que no habría sitio para mi grupo así que me moví de sitio y me senté en la silla donde mi vecina tenía apoyada la pierna, la levanté con cuidado, me senté y luego la coloqué encima de mis piernas.

-Así mejor-. Le comenté mientras ella estaba distraída mirando en dirección a la puerta, que no me había dado cuenta de ello hasta que giré mi cabeza para poder verla.

NARRA SABRINA

Me quedé mirando la puerta esperando a que mi amiga entrara, mientras Sam se cambiaba de sitio para hacer más hueco a sus amigos.

Colocó mi pierna encima de las suyas y empezó a acariciarla -me alegro de haberme depilado con cera hace dos días- seguramente no siendo consciente de lo que hacía porque su cara era de pensativo, como si todo su alrededor hubiese desaparecido y solo quedara él.

-¿En que piensas? - Le pregunté haciendo que saliera de su mundo.

-Nosé, es que tengo muchas dudas y preguntas y no tengo claro si quiero saber las respuestas-. Se sentía incómodo. Moví mi cabeza y le acaricié el hombro con mi mano para que se sintiera seguro conmigo. -Sarah, tiene malas influencias a su alrededor, no ha terminado conmigo, y por mi culpa ahora te ha metido a ti en su "lista de problemas". Ella lo arregla deshaciéndose de ellos-. Me miraba con preocupación en sus ojos.

-Pues lo arreglaremos-. No sabía que más decir aparte de eso, él estaba seguro de lo que dijo y yo creo en él, pero no me voy a alejar de él por una persona insignificante.

***

Después de las clases, Amanda y yo quedamos en el aparcamiento del instituto porque ella se había ofrecido a llevarme a casa.

-¿Que ocurre contigo? Estás cambiando-. Confesó después de estar todo el día distraída, parece como si hoy toda la gente que conozco hubiese decidido quedarse en su mundo durante ese mismo día.

-No termino de entenderlo, porqué no siento nada cuando me besan-. Le dije después de que entráramos a su jeep gris y negro. Pasando de lo que me había preguntado.

-Seguramente es porque tú no sientes nada por esa persona-. Me informó mi mejor amiga. Poniendo el coche en marcha y empezando a conducir. -Cuando sientas algo por alguien, cambiarás de opinión.

En ningún momento me había parado en pensar en lo que mi amiga me decía, pero ella estaba en lo cierto.

No Entiendo De Besos #1 (Sin Editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora