Extra 1.

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Narra Jess.


- ¿Me puedes decir hacia donde nos dirigimos? Ir con los ojos vendados no es algo que me apasione y mucho menos teniendo en cuenta que tú tienes unas ideas perversas y eres capaz de dejarme sola en un bosque oscuro a estas horas de la madrugada. -Digo hablándole a las sombras que veo y escucho la risa de Ryan a mi lado.

- Eres una chica demasiado desconfiada, ¿lo sabías? Si llevas los ojos tapados es porque es una sorpresa, así que deja de quejarte. -Dice con diversión y yo sonrío.

- Es que me agobio viendo tanta oscuridad, lo siento. -Digo.

- No te preocupes, ya queda poco para llegar, al menos vamos en coche y no tienes que preocuparte por donde pisas y eso. -Dice riéndose y yo río con él.

- En eso tienes razón. -Digo asintiendo y suspiro frustrada. -Esto de asentirle a la nada es horrible, ni siquiera sé si me estás viendo.


Oigo la risa de Ryan y automáticamente sonrío. Este chico quiere darme una sorpresa y yo solo estoy quejándome, creo que debería dejar de quejarme y disfrutar del momento.


Del momento en el que todo está a oscuras y no sé si Ryan me presta atención cuando le hablo o le hago gestos. ¡Es que esto es demasiado agobiante!


- ¿Qué te pondrás mañana para la fiesta? -Pregunta Ryan y me encojo de hombros. ¡Y otra vez, deja de encogerte de hombros porque a lo mejor no te está viendo! -Sé que te has encogido de hombros, deja de discutir contigo misma.


¿Desde cuando Ryan lee mentes?


- No sé qué me pondré, de todas formas es solo mi cumpleaños número dieciocho. Además de que lo celebraré con vuestra compañía, no es que vayan a haber miles de personas.

- A lo mejor quieres ponerte algo sexy para sorprenderme.

- Siempre te sorprendo aunque simplemente lleve un chándal, no sé cómo lo hago pero lo hago, te tengo controlado.

- No puedo negar eso. -Se ríe y mantengo mi sonrisa de idiota en la cara.


Estoy tan nerviosa por saber qué sorpresa me está esperando. Aunque a estas horas de la madrugada solo puedo pensar que quizá quiere matarme. Menos mal que unos dos años, prácticamente, de relación han hecho que le tenga un poco más de fe. Aunque este chico no es de fiar, yo lo sé, él lo sabe, vosotros lo sabéis... Todos sabemos que Ryan no es de fiar y no hay nada más que discutir.


- Te noto nerviosa Jessica. -Dice y ruedo los ojos, a la nada por supuesto, y me giro hacia él... o eso creo.

- ¿Por qué me llamas Jessica? ¡Sabes que odio que me llames Jessica! Hoy es mi cumpleaños, ¡debes hacer todo lo que yo quiera! -Digo y él se ríe aún más fuerte. -¡Ryan, deja de reírte!

- Debes entender que la imagen de una chica tan guapa con los ojos vendados gritándome es bastante divertida, pero tranquilízate. Solo quedan unos cinco minutos para llegar a nuestro destino, no sufras. -Dice y me relajo en mi asiento.


Sé que debo sonar como una persona tiquismiquis pero... ¡Quiero quitarme esta maldita venda de una vez de los ojos! ¡Me agobio sin poder ver nada! ¡Quiero gritar!

¡Piérdete! -EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora