Confesión del Corazón

164 10 3
                                    

Desde hacía ya un tiempo, Rin-chan ha estado yendo a mis sesiones de fotos, para después irse conmigo a nuestras casas. Pero cuando preparé mis cosas, y salí del estudio, ella no estaba. El productor me dijo que no había podido ir ya que no se encontraba en buen estado, y sentí algo de melancolía al escuchar aquellas palabras. Decidí ir a la casa se Rin-chan para ver cómo se encontraba, pensaba ir con Mio-chan, pero ella estaba ocupada ensayando para una obra.

Cuando estaba en el transporte para dirigirme a la floreria en donde vive, algo pasó por mi mente:

-No quiero escuchar mentiras como "No tengo la suficiente confianza aún" o "voy a volver a lo básico"-Dijo molesta, al Pinto de llorar, una chica de cabello oscuro y ojos de color de las perlas.
-N-No son mentiras...-dije levemente, con dificultad, a la vez que intentaba mostrar una sonrisa.
-¡No quiero ver una sonrisa falsa!-Gritó de regreso- Cuando formé Triad estabas de acuerdo, ¿eran esas palabras y esa sonrisa mentiras?-Preguntó con unas lágrimas en sus ojos, su expresión mostraba inmensa tristeza.
-No...Y-Yo...-musité.
-Increíble, es lo único que pienso cuando te miro...

Ese recuerdo me dolía un poco, pero a la vez me hacía sentir como si fuera alguien importante para ella. Cuando menos me lo esperé, otro recuerdo pasó por mi cabeza:

-Mañana será el evento, ¿crees que puedes salir?-Preguntó el productor con un rostro serio, pero si voz mostraba preocupación.
-Y-Yo...-Me sobresalté con el comentario, y después tartamudeé.
En ese mismo momento, Rin-chan se paró de su asiento, con aire desesperado.
-¡Quiero que las tres...Quiero que lo hagamos juntas las tres!-Gritó desesperada. Sabia que había dicho que quería que las tres, pero en el fondo, sentí que era para mí, o al menos eso quise sentir.

Bajé del transporte y me dirigí a la florería, pasé por varias calles, hasta que llegué. Saludé a la madre de Rin-chan y pregunté por ella, me dijo que estaba arriba, y se dirigió para avisarle de que vine a visitarla. Cuando su madre volvió a bajar, yo me dirigí a su habitación, pasando por las escaleras.
-Buenas tardes, Rin-chan-saludé cordialmente con una sonrisa.
-Oh, hola Uzuki-respondió con una leve sonrisa, pero estaba feliz, lo notaba.
-¿Cómo te sientes?-pregunté con serenidad, mientras mantenía mi sonrisa, me alegraba verla.
-Estoy bien, sólo tenía un pequeño dolor de cabeza y mareo...Pero estoy bien. No era necesario venir a visitarme -Dijo con modestia.
-No digas eso, claro que era necesario... además, quería verte-Dije inconscientemente, las palabras solo salieron de mi boca. Para cuando me di cuenta, Rin-chan me miraba sorprendida, provocando que mis mejillas enrojecieran.
-U-Uzuki...-Musitó sorprendida, a la vez que me miraba con los ojos abiertos.
-E-Eh...¡m-mira la hora!-dije mirando mi relog, que estaba en mi muñeca izquierda- Lo siento, tengo que irme... recupérate, Rin-chan-dije esto último saliendo de la habitación, sin darle tiempo para una respuesta. Salí de la casa y entré a la mía, me acosté en la cama, y no pude evitar pensar demasiado en lo ocurrido. No creo poder dormir muy bien esta noche.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 06, 2016 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Cuando el reloj marca las doceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora