In the dance

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PROLOGO

Arlin era una chica tranquila, demasiado para su amiga Eugenia que le gustaba salir a bailar; luego de tanta insistencia decidió acceder al deseo de su casi hermana pero ella no sabia lo que le ocurriría esta noche, este martes 13.

POV ARLIN

Respira, solo es un baile con mucha gente y en el medio de la nada pero no hay nada por lo que preocuparse. Me miré en el espejo y frunci el ceño ante mi ropa.
-Espero que no estés pensando en quitarte esa hermosa remera- me dijo Eugue.
-Es mucho escote para una chica como yo, ¿puedo cambiarla por otra no tan reveladora?- suplique en vano.
Mi madre apareció en el resquicio de la puerta y alabó mi vestuario. Nos advirtió que tuviéramos cuidado, que no nos separaremos y que conducieramos con cuidado; Eugenia le aseguró que haríamos todo eso y que me devolvería en una pieza.
Dos horas más tarde estaba entre un millar de gente con ganas de irme a mi casa pero Eugue no me lo perdonaría. Aunque técnicamente no lo notaría con lo ida que estaba por el LSD y el alcohol en su sistema pero no la dejaría conducir en ese estado
-¿Podemos salir a tomar un poco de aire?- le pedí a mi amiga por sobre la música interrumpiendo su baile con Evan, un chico que habíamos conocido en la entrada.
-Si, anda; la barra está por allá- me dijo señalando por sobre la gente. La ignore y me dediqué a vagar en busca de la salida.
Pasee un rato intentando llegar el baño o algún lado donde se pudiera respirar un poco de aire fresco dado que ya me asfixiaba.
-Buscando respirar algo de oxigeno- me dijo una voz en la oscuridad. De ella salió un chico alto, de ojos azules bastante hipnotizantes, pelo negro como la noche y una sonrisa que dejaba entrever un cierto peligro.
-Si- dije tímidamente pensando en mi pelo frizado, mi maquillaje corrido y mi perfume ya inexistente de mi cuerpo.
-Soy Lev- su mano extendida en un claro gesto amistoso provocó una sonrisa que traté de reprimir.
-Lini- le respondí aunque técnicamente ese era mi apodo. Comenzamos a charlar de las cosas que nos gustaban mientras lo seguía hasta un cuarto libre de toda la multitud; se sintieron como horas los minutos que pasamos alli hasta que me ofreció bailar.
Caminamos hacia el medio de la pista con una sonrisa al escuchar los temas que sonaban.
-¿Te gusta esta música?- le pregunté con una sonrisa.
-Francamente no, la detesto pero es lo que debo soportar cada vez que subo a aqui arriba- me dijo y su sonrisa anuló todo pensamiento.
No podía apartar mis ojos de él, no entendía cómo alguien tan lindo no prefería estar bailando con una chica más hermosa; de repente un olor desconocido inundó mi nariz.
¿Qué es ese olor? Pensé con un mueca, olía como el azufre pero....¿de donde podía venir?; al instante el perfume de Lev golpeó mi nariz y no pude evitar acercarme para respirar un poco más.
-¿Te gusta mi perfume Arlin?- me preguntó medio socarrón
-Perdona es que....-
-No te averguences preciosa mía- me dijo acariciando mis mejillas sonrojadas.
Miré nuestra proximidad con impaciencia y me reprimi mentalmente por los pensamientos que rondaban mi cabeza pero que claramente valían la pena.
-Hay mejores cosas por las que sonrojarse- me respondió deslizando su mano hasta mi cuello, miré sus ojos que brillaban bajo las luces del boliche y me acerque en busca de un beso, beso que no llegó.
-Lo siento- me disculpé sonrojandome otra vez.
-No te disculpes, nunca lo hagas. Quería ver tus ojos cuando te besara, ver como pervierto la inocencia de esos ojos verdes- su boca se estrelló contra la mía sin aviso.
Fuego... fue todo lo que sentí en ese momento, se sentía prohibido, excitante y peligroso.
-Acompañame- me suplico cuando nos separamos -Ven conmigo, vayamonos de aqui-
-¿Y que gano yo?- dije haciéndome la indiferente mientras intentaba volver a pensar.
El olor azufre se hizo más fuerte cuando vi la sonrisa de costado de Lev, me tomó de la cintura estrechandome a él haciéndome sentir su deseo en mi vientre.
-Te prometo hacerte delirar de placer, serás una reina a mi lado, todos tus deseos serán cumplidos y tus noches serán eternas junto a mí- susurraba en mi oido mientras sus manos recorrían mi cuerpo.
Asentí y volvimos a besarnos con fiereza; corté el beso y le dije entre tartamudeos que era virgen rezando porque no le importara ya que era el primer chico que me hacía sentir algo.
-Lo sé amor, eso es lo mejor de todo- me decía besando mi cuello mientras delineaba mi cintura con sus manos -Me estoy robando una descendiente llevándola al lado oscuro-
-¿Descendiente?- pregunté casi sin aire
-Si, descendiente de un ángel- me respondió con una sonrisa.
-Vamos- dije con decisión tomando de su mano.
De repente vi llamas por todo el lugar y el humo cubriendo el aire.

POV GENERAL

La policía cayó al lugar y desplegaron su habitual rutina preguntando sobre Arlin, el fuego y el pánico que se habia desatado hace tan solo dos horas mientras uno de ellos consolaba a su madre.
-Dime ¿que hicieron al llegar al boliche?- Eugenia era interrogada por el uniformado con mucha calma dado su estado.
Eugenia les cuenta lo que el shock, el alcohol y la droga le dejan recordar: que Arlin había bailado con ella hasta que había ido a la barra por una bebida, que la habia visto bailar sola en el medio de la pista y luego había divisado las llamas, que se extendían hasta el techo y por todo el lugar y que después cesaron tan rápido como comenzaron; el policía la mira con atención y le hace una seña a su compañero para que se encargué de ella.
-¿Esta chica dice lo mismo que los otros?- preguntó el capitán.
-Si, ella también está bajo los efectos de alucinantes- la madre de Arlin intercepta a la muchacha con sus reclamos.
-¿¡Donde está mi hija?! ¿¡Ella venía contigo y la dejaste por un chico y algo de droga?!-
-Señora venga...venga...ya encontraremos a su hija- un oficial la arrastra hasta una de las ambulancias intentando calmarla. El camillero se encarga y le da un poco de agua detestando esta fecha tan desgraciada en la que las tragedias pasaban.

AL OTRO DIA

El noticiero del medio día anuncia la muerte de 6 personas y 66 heridos en el incendio de The Heaven, el boliche más popular de la zona de Cruz. Llama a la solidaridad para encontrar a Arlin Maira Páez que desapareció esa noche y se encontraba en el lugar del siniestro. Aparece su foto en la pantalla, en ella aparece con su sonrisa, su pelo castaño trenzado, la luz destaca sus ojos verdes y su vestido blanco del coro de la Iglesia.

Hola a la people! Aqui les traigo una historia que se me ocurrió por un tema medio raro que tengo.... jajajaja lo sé soy rara.

Comenten y no se olviden de tocar la estrellita que de eso vivo 😁.

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