Capítulo Uno
Kimberly siempre fue una chica soñadora, divertida un poco tímida pero muy sociable, muy guapa por cierto... un color de piel morena, una estatura promedio 170 cm, de complexión no muy delgada pero tampoco, gordita, digamos que normal, con unas hermosas cejas pobladas y grandes ojos café oscuro...con un futuro prometedor.
Ella vivía fuera de casa, en un apartamento no lujoso pero muy agradable en compañía de dos estudiantes más, Filiberto y Mariana ellos eran su compañía en las buenas y malas, fiesta que terminaban en borracheras y cómplices de amores, todos ellos eran estudiantes de medicina.
Un día le llega una llamada a Kimberly de un ex novio con el que tardó mucho tiempo y le tenía mucho cariño...
-Alo?.
- Si Hola Julián como estás?.
-Muy bien Kimberly, fíjate que en mi estado está empezando el carnaval, tradicional que me gustaría que vinieras a conocer!, el le comentaba con toda emoción, esperando que está aceptará, aparte estás a sólo dos horas de aquí, anda Kim ven, de paso le dices a Deborah, tu mejor amiga!.
-Esta bien, checo boletos y avión y vamos un fin de semana, vale?
-Perfecto aquí nos vemos este fin de semana! un beso.
Kimberly se puso a pensar por qué Julián la invitaba después que habían terminado mal...
Igual y sólo quiere pasar un buen fin de semana o reconquistarme, ¡Que horror! ni lo piense después que me ha engañaba en lo que salíamos de novios, igual y quiere que todo se olvide y ser amigos, quiero pensar esto para ir en paz y disfrutar del viajé.
En eso cogió el telefóno y le llamó a Deborah, -Hola Deborah, Julián nos ha invitado el fin de semana al carnaval de su Estado, estará super divertido vamos! .
-Amiga pura fiesta contigo, jajaja sabes que nunca te dejaré sola así que voy contigo! .
Llegó el viernes y Kimberly y Deborah hacían maleta en el apartamento de Kim, llevaban unos trajes de baño, pues el punto era verse guapas y divertirse y por qué no? ver a algunos chicos, unos vestidos para algún bar y ropa cómoda como unos shorts por si el calor invadía la diversión. Terminaron maletas y se dirigieron al aeropuerto, llegando allá ya estaba Julián esperandolas, con las llaves del hotel donde ellas pasarían las dos noches, qué sus planes no eran ir a dormir
