Capítulo 6

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Cuando me levante al día siguiente, estaba en mi cama, aunque no me explicaba cómo había llegado hasta ahí. Me di un baño, y salí a comer algo, debía de ir a la universidad en la tarde.

Me prepare un emparedado y comí algunas frutas. En la mesa había una nota,

''Chris, espero no te moleste que te haya llevado a tu cama, pero estabas que no podías caminar y te quedaste dormida. Te veo en la universidad. Hyun Joong''

Aishhh, ¿Cómo pudiste ser tan tonta? Te embriagas y te duermes en la presencia de él. Es que no puedo soportarlo. ¿Por qué él?

Había pasado un mes, en el que no lo había visto, según se rumoraba en la universidad estaba en Japón, promocionando un sencillo de su disco.

Cuando volvió estaba muy atrasado en inglés, lo vi agobiarse con tanto problema, así que me ofrecí a ayudarlo.

-Si lo deseas puedo ayudarte -me senté a su lado en la cafetería.

-No es necesario -movió sus manos pidiéndome que me fuese de su lado.


-Mira quién habla de que soy una malcriada orgullosa, si él lo es mucho más que yo -tome mi bandeja para marcharme.

-No es cierto -reí.

-Demuéstramelo entonces. Acepta mi ayuda. Nadie se beneficiara más que tú -volví a colocar la bandeja en la mesa, aunque me quede de pie.

-Está bien -dijo resignándose. Lo tenía justo donde lo quería.

-Quiero algo a cambio -le dije con sonrisa pícara.

-Lo sabía, no podía solo ser bondad -sus ojos rasgados estaban sobre mí y me sentía incomoda con su mirada.

-Cállate ya. Mi padre está apunto de un colapso con lo del idioma. Ha contratado varios profesores de coreano para mí, y ninguno ha durado más de dos semanas. De hecho el último renuncio ayer.

-¿Y? -lo mire sorprendida.

-Kim Hyun Joong, ¿cómo puedes ser tan estúpido? ¿Qué no comprendes? Yo te ayudare con inglés y tú, me enseñaras coreano.

-No, no y no. Yo no soy una santo, yo no puedo hacer milagros.

-Anda, aprendo rápido, lo sabes -le hice una carita linda. Como esas que hacen las coreanas en los dramas.

-Lo tratare en un mes, si no aprendes a hablar lo básico, también renuncio -reí porque no renunciaría, lo básico ya lo sabía.

-Gomawo -levante mi bandeja y me fui.

Mis clases con él, iban bien, yo había aprendido bastante coreano, y él había mejorado la escritura del inglés.
El tiempo pasaba, entre la universidad, nuestras mutuas tutorías, las prácticas de baile que hacíamos juntos y mis visitas a los niños huérfanos que él no sabía. Iba a ese lugar y les leía, les cantaba, les bailaba, jugaba con ellos, les enseñaba inglés, ellos me querían mucho.

En los fines de semana veía a papá, parecía agobiado con tanto trabajo. Era víspera de Navidad, estaba en mis tutorías de coreano en el apartamento de Hyun Joong. Papá pasaría por mí más tarde. Era un día frío, me sentí aliviada en cuanto entramos al apartamento de Hyun Joong.

-Hola papá -dije respondiendo el teléfono mientras me sentaba en el sofá.

-¿Dónde estás? -Su pregunta se me hizo estúpida. Sabía que en las noches tenia tutorías con Hyun Joong.

-En el apartamento de Hyun Joong. Habíamos quedado en que me recogerías aquí esta noche.

-Pásamelo al teléfono -afirme y me acerque a él por detrás-. Mi papá quiere hablar contigo -tomo el celular y hablo rápidamente. La conversación parecía ser muy amena, aunque parecía incomodo por instantes. En fin, termino la llamada y me devolvió mi teléfono-. ¿Qué quería mi papá?

-Te quedarás aquí esta noche -lo mire asustada.

-¿Qué? ¿Por qué? ¿Papá se ha vuelto loco? -Comencé a hacer un berrinche.

-Dormirás en la cama y yo dormiré en el sofá. Ni pienses en salir corriendo, está nevando y continuara así toda la noche. Han prohibido las salidas para evitar accidentes.

No dije nada más, no tenía ganas de pelear un día como hoy. El pasado año, para esta fecha, estaba en los brazos de Esteban luego de cenar.

Necesitaba alejar esos estúpidos pensamientos de mi cabeza. Ya no quería a Esteban, pero, él había significado mucho en mi vida.

Queriendo olvidar me levante del sofá y tome las cosas que había traído de casa para hacer un pastel de queso para papá. Estar en la cocina me ayudaba a mantenerme distraída.

Me tire al sofá en donde estuve algunas horas escuchando música y practicando algo de coreano.

Tenía hambre, ya él pastel debía de estar frío luego de estar más de tres horas en el refrigerador. Así que decidí comer un poco.

-Merry Christmas -dijo a mi espalda. Me voltee hacia él y vi que me brindaba una linda cajita.

-Oh, gracias. Lo siento, pero yo no compre nada para ti. Así que te regalare un pedazo de mi delicioso pastel -él afirmo y me insto a abrir la cajita.

-Es hermosa -era una pulserita plateada con un trébol.

-Es para la buena suerte -sus mejillas estaban rosadas.

-Prueba mi pastel -corte un pedazo y tome una cuchara. Tome un poco en ella y lo lleve a su boca. Hizo una mueca de disgusto y me asuste. Hacía mucho tiempo que no lo hacía, pero no pudo haberme quedado malo, era la misma receta.

-Deberías ver tu cara. Es broma, está delicioso. Después de todo no eres tan mala en la cocina -revolcó mi cabello.

-Me alegro que te guste -hale uno de sus cachetes.

La hora de bañarme fue realmente incomoda. No traía ropa porque me quedaría con mi padre y allá tenía ropa demás, pero aquí no tenía nada. Luego de una pelea boba con él, me entrego una toalla y una de sus pijamas.

Me mire al espejo y me sentía graciosa. Sus pantalones me quedaban largos y su camisa era grande para mí. Me senté en su cama cuando él entro a la ducha y me quede dormida.

Lo escucha hablarme suave y lejos. Me pedía que me levantara, pero no tenía ganas, estaba cómoda ahí.

-Dije que no quiero que duermas en el sofá. ¿Qué no entiendes? -Grite cansada de sus murmullos.

-Estaré bien en el sofá -talle mis ojos para mirarlo.

-Duerme aquí. Compartamos la cama -no había ninguna intención sexual en ello, pero él se escandalizo.

-¿Qué?

-No seas idiota, no te haré nada -grite y me senté en la cama.

-No quiero compartir la cama contigo -lo mire ofendida. ¿Tan mala compañía era?

-Perfecto -dije y me levante para irme.

-¿A dónde vas?

-Al sofá, ¿qué no ves? Discúlpame por ser tan mala compañía -me había sentido ofendida.

-No quise decir eso. Ven a la cama -me negué a volver a la cama y me senté en el sofá-. Vamos a la cama, hace frío fuera de ella -me levanto y me beso la frente.

Su gesto se me hizo tierno y todo mi coraje desapareció. Lo rodee con mis brazos y él siguió caminando de espaldas hasta que se tropezó con el borde de la cama y caímos en ella. No le importo tenerme sobre él, siguió arrastrándose hasta que se acomodó y me acomodo en su pecho.

|TERMINADO| Before & After YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora