La campanilla de la puerta anunciando la llegada de un nuevo comensal había hecho su aparición y eso significaba el inicio de una nueva y agitada jornada.
Al administrador le dolía admitir que la cafetería tenía gran popularidad no por sus productos y servicios y el esmerado decorado, mucho menos por el ambiente acogedor y tibio del recinto en una tarde de crudo otoño en Seúl, sino debido a la presencia de su empleado estrella.
Porque cuando Kim Mingyu, el mesero más solicitado de la cafetería, se acercaba a alguna de las mesas, no era de extrañar que las féminas despidieran suspiros descarados anhelando si quiera que el hombre ponga sus ojos en ellas por al menos un segundo.
Una altura envidiable contrastando con un cuerpo muy bien constituido, mirada amable y sonrisa de ensueño era la combinación perfecta para dejar a más de una sin aliento, y que su orden en la cafetería no sea precisamente algo que esté escrito en la cartilla.
Y no era la excepción con los hombres, llegaba a ser admirado por el grupo masculino porque en el fondo deseaban ser como él, tener una imagen fresca y atrayente, sin atisbos de superioridad, solo llena de autenticidad y amabilidad, y sin dejar de lado el tener un séquito de personas tras ellos.
-La mesa 12 ya desea hacer su pedido- le decía el encargado de caja a un Mingyu en el fondo estresado por todo el trabajo, pero brindando la mejor de las actitudes y semblantes.
Su paso entre las mesas parecía tener algún tipo de alfombra roja bajo sus pies, porque muchos pares de ojos lo seguían, y una que otra cámara de celular capturaba su presencia para ser subido a sus redes sociales, nunca supo con qué fin, pero él tenía bien sabido que las personas hacían ese tipo de cosas.
-Mesa 12, ¿ya tiene pensado que pedirán?- esa sonrisa y ese colmillo característico asomándose lograron causar pequeñas sonrisas tímidas entre el grupo de féminas, y la mesa se volvía un conjunto de espasmos, manos nerviosas ojeando una y otra vez la cartilla, y sonrisas temblorosas que no sabían qué hacer con la presencia del alto a su costado.
-Mingyu, me... me traes un café Latte, con un muffin de chocolate- el empleado anotaba rápidamente el pedido sin dejar atrás su buen semblante.
-Es una muy buena elección- comentó con aquella voz seductora que podía jurar que la mujer había sufrido un infarto.
-¡Yo!, deseo un frappe caramel y....- se detuvo analizando por enésima vez el listado de postres
-El mousse de fresa acaba de ser preparado por el repostero- comentó sugiriendo el pedido.
-Si me lo recomiendas, lo aceptaré- la voz de aquella mujer sonaba tan distinta y a la vez sugerente que solo provocó que las demás rodaran los ojos.
-Yo quiero un crossaint de chocolate y un capuccino- esta última escondió una risa detrás de la cartilla mientras se acomodaba el cabello detrás de la oreja en un gesto de coquetería.
-Perfecto, si eso es todo, en un momento les traigo su pedido- volvió a sonreír mientras guardaba su libreta en el bolsillo de su uniforme y recogía las cartillas.
Se dispuso a retornar a la sección de servicio, pero se percató de una mesa que acababa de ser tomada y necesitaba atención.
~*~
La campañilla volvió a sonar abriendo paso a un cansado Wonwoo quien había tenido un día muy agotador, tres cursos en una sola jornada, incluida en ella la clase del profesor Lee que era el único que lograba convertir el aula en un campo de concentración, y a eso sumarle que había olvidado el paraguas confiando en que ese día no llovería, fue la receta perfecta para hacer de un día malo, uno pésimo.
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Coffee Secrets { Meanie Couple }Mingyu x Wonwoo
FanfictionLa campanilla de la puerta anunciando la llegada de un nuevo comensal había hecho su aparición y eso significaba el inicio de una nueva y agitada jornada. Porque cuando Kim Mingyu, el empleado estrella de la cafetería aparecía, el recinto se llenaba...