Los cuatro nos bajamos a la vez de los coches y entramos juntos a la casa. Era por el estilo de la casa de Brandon, aunque a diferencia, Rachel había puesto la piscina con luces para aparentar más lujo. Nos adentramos entre la multitud de gente y para mi sorpresa, no era la típica en donde el suelo es pegajoso y hay vasos volando por los aires. Esta parecía más pija , por llamarlo de alguna forma.
-Bueno, las reglas de supervivencia.
-¿Qué dices, Nick?
-Te digo, Estrada, que si quieres sobre vivir, tendrás que saber algunas cosas.- ¿qué podría salir mal en una fiesta como esta? No me arrepentía para nada de estar allí. El ambiente era estupendo y había gran variedad de música.
-A ver, adelante, di.
-Nada de recibir bebidas de extraños, solo de mi.
-Tu eres un extraño. ¿Por qué debería de fiarme de ti, si puede saberse?
-Vale, entonces recibele la bebida a ese tío de ahí.- giré lentamente la cabeza para ver el lugar donde señalaba. Había un chico arreglado pero bastante borracho. No podía mantenerse en pie y se caía reiteradamente.
-Está bien. Sigue.
-Nada de ir al baño sola. No me importa acompañarte...
-¡Nick!- hizo un atisbo de sonrisa pero se quedo en el intento.
-Mia, te lo digo en serio. No me importa acompañarte y quedarme esperándote fuera. No sabes las cosas que han llegado a pasar. - de pronto, sentí las ganas de salir corriendo de esa fiesta. Pero ya tenía bastante en "casa" como para volver. Esta fiesta iba a ser "la fiesta" y creo que me merecía estar en ella.
-Vale... ¿Algo más?
-No, eso es todo...
-¡Genial!
-Aunque... Para saber que estas bien, cuando suene la canción "Hero", nos reuniremos en el centro de la sala. ¿Está bien?
-Ag, si... Pareces un padre preocupado.
-Llámame lo que quieras. Ten.- puso en mis manos un vaso de plástico rosa.
-¿Qué es?
-Gaseosa, ¿qué pensabas que iba a darte? ¿Alcohol? Ni lo sueñes
-No... Me gustan las bebidas con gas... Y el alcohol, nunca lo he probado, y tampoco tengo intención.
-¿De verdad? Pues Mía, aquí no hay zumito...
-¡Aleluya! Por fin te has aprendido mi nombre... Con esto me las apañaré, no importa.- esta vez si que sonrió con ganas.Busqué a Steph que no estaba del todo lejos y le cogí la muñeca arrastrándola hasta donde estaba yo. Como locas nos pusimos a bailar aunque para mi ese término fuera dar dos pasitos delante y tres pasitos detrás. La casa de Rachel también tenia complejo de mansión. Era mucho más moderna aunque me atrevería a decir que la de Brandon es más grande.
-Eh Mía, allí están los chicos, vamos con ellos.
-Espera, ¿está James?
-Eh... Espera... Sí. Nick también está con ellos.
-Bah, paso de ir. Ve tu si quieres... Saluda a Alan. -su mirada casi me entierra bajo tierra.
-Sh, nadie puede enterarse aun de lo nuestro.
-Vaya, ¿y eso por qué?
-Ya te contaré. Pero por favor, acompañame con los chicos...
-Está bien.
-Tu ya me contarás porque estas así con James.
-Si...Nos abrimos paso entre la gente hasta dar con un grupo de chicos. Cuando llegamos con ellos, solo estaba Alan. El resto parecían haberse esfumado por arte de magia.
-Eh... Ahora que me acuerdo, tengo que buscar a Rachel... Luego os veo chicos.
-No Mía, quedate. -me propuso Alan.
-No si yo... Tengo que buscarla, en serio. Hala, hasta luego.Miré a Steph que parecía bastante nerviosa y le guiñe un ojo. Ella pareció susurrarme un gracias y me fui. No sabia muy bien a donde ir. Miré mi reloj y para mi asombro, habían pasado más de dos horas. ¡El tiempo se me había ido volando!
Me senté rendida en las escaleras. No había sido muy buena idea haberme puesto esos tacones. Deje caer mi cabeza sobre la barandilla de las escaleras y cerré los ojos. Me gustaba mucho la musica que estaban poniendo. Se acabó la que en ese momento estaba sonando y empezó a sonar una leve melodía. ¡Hero! Me levanté rápido para ir al centro del gran salón. Intentaba abrirme paso entre la multitud buscando a Nick. Alguien me agarró la muñeca y comenzó a tirar de mi. Ya estaba cansada de que hicieran eso.
-Estrada...
-No, Nick. Por favor, llámame de cualquier otra manera, pero Estrada...
-Me lo pensaré.Ambos comenzamos a movernos lentamente siguiendo la canción. Me cogió de la cintura mientras que yo enlacé mis manos al rededor de su cuello.
-Yo... No se bailar.
-Solo dejate llevar.Empezamos a movernos lentamente mientras que me dejé caer en su pecho como hacían las demás chicas de nuestro al rededor. Podía sentir el latir de su corazón ir a ritmo con la canción. Nick mientas tanto, se inclinó lentamente hasta mi oreja y comenzó a decir una frase de la canción a la vez.
-While holding down. A job to keep my girl around...
-Ya te gustaría que yo fuera tu chica.Para mi sorpresa no me dijo nada, simplemente me regalo una cálida sonrisa. Pero su gesto no era una respuesta, ¿verdad?
Cuando la canción se término, convencí a Nick de que estaba muerta y necesitaba sentarme en algún sofá.
Encontramos uno libre en el que nos desplomamos sin pensarlo dos veces.
El se sentó, mientras que yo utilicé los demás sitios vacíos para estirar mis piernas. Me apoyé en su hombro y deje cerrar lentamente mis ojos, mientras que él, comenzó a deslizar lentamente sus dedos sobre mi cabello. Paraba cada vez que veía lo posibilidad de hacerme daño tirando un poco de mi pelo. Eso hacia que me relajara aún más.-No te irás a quedar dormida en una fiesta ¿verdad?
-Hum... Tienes razón. Necesito aire fresco. Voy a salir un rato. Luego te veo.Me levanté sin darle la oportunidad de dejarle hablar. Había sido tan bonito aquel momento... Perecía imposible que la persona que estaba a mi lado en esos momentos fuera el idiota de Nick. Salí al patio donde había bastante gente rodeando la piscina iluminada. A lo lejos, pude distinguir a James que estaba hablando con Elisabeth. No quería saber nada de aquellos dos así que decidí darme media vuelta y volver con Nick, pero era demasiado tarde. James ya me había visto.
-¡Mia, espera!
-¿Qué quieres, James?
-Lo de esta mañana...
-Eh, una pausa antes de que sigas. No tienes que darme explicaciones, tu verás lo que haces. Pero me parece increíble que sigas siendo amigo o lo que sea de ella cuando tu mejor que nadie has visto lo que me hace día a día. Pero eso ya es cosa tuya.
-¡No Mia! Es que no somos amigos...
-Ya, bueno. No me importa lo que seais, ya te he dicho que es cosa tuya...
-¡Joder, que no somos nada! ¡Se lo ha inventado todo! Esta mañana solo vino para arrastrarse más, pero precisamente le dije que después de como se había comportado contigo, que se olvidase de mi. ¿No te das cuenta que es una mentirosa y solo busca alejarte de mi?Tal vez James tenia razón. Mi mirada fue más allá del rostro de James, ahí estaba Elisabeth, de pie cerca de un borde de la piscina. ¡Tenía una cara de demonio!. Parecía estar bastante cabreada, pero ni la mitad de lo que lo estaba yo. Me aparté de James para plantarle cara a esa inútil. ¿Se creía que podía conmigo? Pues no.
-Mereces el premio del monstruo más rastrero.
-Te vas a arrepentir de haber nacido, Mía Estrada.Rápidamente me cogió de los hombros y pensé lo más rápido que pude en como evitar lo que Elisabeth tenia en mente. No podía hacer nada. Pero si caía, ella caería conmigo. En el momento en el que ella me empujó, me aferré con todas mis fuerzas a ella, trayéndola conmigo al agua.
La muy idiota pensaba que iba a caer yo sola a la piscina. Pero se equivocaba.------------------------------------
Pequeño lector que está detrás de la pantalla, gracias. Gracias por confiar en la novela: "El diario de Mía", gracias por el apoyo con las estrellas y tus críticas constructivas en los comentarios, o simplemente diciendo que te ha gustado o que esperas que pase. Gracias por hacer crecer a la novela y hacerme crecer a mi. Este capítulo va dedicado a tí, sí, a tí que está leyendo esto en estos momentos. Gracias
Nos vemos el viernes con un nuevo capítulo. (Día establecido)
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El diario de Mia
Teen Fiction10 de septiembre. ¿Qué harías si volvieses a empezar tu vida en otro país? ¿Qué pasaría si allí estuviese la peor de tus pesadillas alias; Elisabeth ? ¿Y si desmantelaras todos los dramas familiares?¿Qué pasaría si estuvieras al borde de la muerte...