Uno...Dos... Tres

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A lo lejos Oikawa miraba cada movimiento de Iwaizumi, la cual saludaba y regala sonrisas muy brillantes, pero lo que menos espero, era que la última persona que quisiera que se acercara a Hajime, fuera Ushijima.

-Hajime-chan, el es el rey de Shiratorizawa, Ushijima Wakatoshi- presentó la madre.

-Es un placer conocerlo- dijo dando una pequeña reverencia -Mi nombre es Iwaizumi Hajime, y yo seré su compañía, a cualquier lugar al que vaya dentro del reino- se presento tomando una postura derecha.

Ushijima la miro de pies a cabeza, y sin previo aviso tomó la mano derecha de la pelinegra, donde deposito un beso muy suave.

-El placer es mio Hajime- habló seductoramente para después tomarla del brazo y llevársela a un balcón.

Oikawa los observaba desde lejos, con un gesto de molestia, cosa que no pasó desapercibida por su padre.

-Tooru comportate- le regaño en voz baja su padre.

Oikawa no podía fingir que estaba feliz, pero por desahogo fue hablar con el montón de princesas que le estaban mirando desde que entraron al salon.
Minutos después, la música volvió a dar inicio con un vals (:v no recuerdo como se escribe).

-Podría ser mi compañera en esta pieza- extendió su mano Ushijima a la morena, quien "por obvias razones" acepto.

Caminaron juntos hacia el centro de la pista, y como era costumbre, el hombre le daba una vuelta completa a su compañera de baile, una vez hecho eso, Hajime posó una de sus manos en el hombro del mayor, y con la otra sujeto con un poco de fuerza la mano de su compañero. Realmente la ojiverde estaba nerviosa, pues el baile no era lo suyo, sin encambio, Wakatoshi sujeto fuertemente la cintura de la oji verde pegandola a su cuerpo. Ahora si, Oikawa estaba furioso, y si por el hubiera sido, iría a golpearlo y recuperar a "su" amiga, pero Matsukawa lo detuvo y lo arrastró lejos de la pista de baile...

-¡Mattsun!- grito Oikawa.

-Oikawa, admitelo, te enamoraste de Hajime...- fue al grano Matsukawa, hablando de manera seria.

-Eso es imposible...- dijo muy bajo, haciendo un puchero y desviando su vista.

-Mentiroso... Además, es muy extraño que alguien se ponga molesto solo porque su mejor amiga, esta con otro- mencionó, desenmascarando al peli chocolate, quien de tan solo escuchar eso, sus mejillas se tiñeron de un color rojo.

-Pensé que lo había ocultado bien......- declaró con sinceridad Tooru.

-ja... Le atine- dijo con una leve risa - Y... ¿Qué piensas hacer?- pregunto interesado el de cabellera negra.

-Pues... El verdadero plan era...
1._ No decirle a nadie que me gusta Iwa-chan.
2._ Conquistarla a mi paso.
3._ Disfrutar sus sonrojos cuando este conmigo.
4._ Declararmele, y ser correspondido.
5._ Salir con ella y presumirle a todos que Iwa-chan es mi novia.
6._ Pasar 1 año de novios y después pedirle matrimonio.
7._ Pedir la mano al padre de Iwa-chan.
8._ "Hacer mía" a Iwa-chan y esperar a que este embarazada.
9._ Decirle a mis padres que yo me casare con Iwa-chan por que va a tener a mi heredero, osea su nieto.
10._ Casarme con Iwa-chan y ser felices para siempre... - Dijo Oikawa.

-Wow.... Lo has planeado todo... Pero no suena mal...- alago Mattsun.

-Pero el estúpido de Ushijima se está interponiendo en mis planes...- mencionó molesto.

-Entonces, te deseo suerte...- dijo alejándose del pelichocolate.

Tooru solo suspiro, y denueva cuenta fue a vigilar a Hajime.
La morena podría decir que se sentía muy bien al estar bailando con Wakatoshi, bueno más bien sentía que estaba en las nubes; la música era muy precisa en los pasos y tiempos, y por ese mismo motivo, Hajime trataba de llevar el ritmo, sin encambio Ushijima lucia un bello danzar, pero lo que más hacia, era sacar a presumir a su bella pareja.

/////

Paso un rato más, y por fin el rey de Shiratorizawa decidió tomar un descanso. Sin desperdiciar el tiempo, Oikawa se acercó a Iwaizumi.

-Iwa-chan, ¿podrías acompañarme?- pregunto, interrumpiendo la plática que tenía la pareja.

-*suspiro* Te sigo- habló la oji verde levantándose de su asiento, después disculparse con Ushijima, y finalmente caminar al lado del nuevo rey de Aoba Josai.
Los dos estaban afuera, en un valcon.

-¿Y?...¿Que necesitas?- pregunto Iwaizumi, rompiendo el silencio.

-mmm... Realmente... ¡¿Quería preguntarte porque no regresaste con nosotros?!- habló nervioso.

-Primero, se marcharon dejándome sola con Issei, segunda tenía que cumplir un mandato de mi padre- dijo un poco cansada, sacando al último un suspiro.

Oikawa la miraba embelesado, y como siempre se preguntaba el porque se había enamorado de Hajime, su gran amiga, ahora que lo recordaba, él se había enamorado de ella desde la primera vez que la vio utilizando una armadura, ese dia nunca lo olvidaría.

-¿Oikawa?- trato de llamarle la atención pues el peli chocolate se encontraba perdido entre sus pensamientos.

-¿Qué sucede?- trato de incorporarse a la conversación.

-Te estaba preguntando el porque no me habías dicho nada de tu prometida- Iwaizumi habló un poco dolida por su comentario, aunque realmente se olvidada, al no saber nada del tema, pues ellos juraron contarse todo lo que les sucediera en el día.

-¿P...Prometida?- tartamudeo, pues ni el mismo lo sabía.

-¿Acaso no te dijo nada tu madre?- mencionó Hajime.

-¡ABSOLUTAMENTE NO!- exclamó molesto, Tooru, pues su madre le daba muchas libertades pero las consecuencias eran cumplir con sus caprichos, y en su mayoría no eran cosas buenas -Iwa-chan, sea lo que sea que te haya dicho mi madre, no le tomes importancia- habló un poco apenado.

-Como digas...- fue lo último que pronunció la morena, para que después se formará un silencio incómodo.

A los pocos instantes apareció el padre de Iwaizumi, acompañado del primer príncipe de Karasuno.

-Hajime, perdona que los interumpa... Pero el joven Tobio, quería conocerte- habló con una sonrisa.

-Mu...mucho gu...gusto...- tartamudeaba el pelinegro con un pequeño sonrojo sobre sus mejillas.

-El gusto es mio- habló la morena haciendo una reverencia delante de Tobio, quien estaba ansioso por conocer más a la chica.

-¡Pero que sorpresa encontarte aquí, mi querido Tobio-chan!- saludo Oikawa con un aura de pocos amigos, acercándose a ellos.

-Los dejaré un momento a solas, disfruten la fiesta- se despidió el señor Iwaizumi.

De nuevo se formó un silencio incómodo, hasta que una bella ninfa, de cabellos rubios atados en una coleta de lado por un lazo de hermosas flores, aparecio, y claro que no venía sola, sino que, la acompañaba la madre del pelichocolate.

-Tooru... Permiteme presentarte a tu prometida, Yachi Hitoka, la princesa de todas las ninfas- habló la mujer.

-U...un... Pla...placer...Co... Conocerlo- dijo nervisa, Yachi.

-El placer es mio...- habló un poco disgustado Oikawa.

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En un rincón del Castillo se encontraba un joven hechicero, con su lúcida túnica blanca, adornada con cadenas de plata, ese joven de cabellos rubios y ojos dorados, le llamaban muuucho la atención al príncipe de Nekoma, no sabía el porque, pero, absolutamente tenía que saber su nombre o por lo menos cuales son sus gustos o algo que se le haga interesante....

"Al fin y al cabo, la noche es joven"

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