Aún tengo escalofríos en toda mi piel. He contando los soles perfectamente y sé que han pasado exactamente tres días. Hoy será el día de tu sentencia y aún no puedo olvidar la sensación de ver como te alejabas de mí.
Todavía sostengo tú mano pero es imposible que la pueda mantener por más tiempo de esta manera. Aquellas personas te intentan llevar pero no puedo culparlas. Maldita sea, es su puto trabajo pero ellos ni siquiera saben la verdad. Tu cabello esta cada vez más despeinado por los movimientos que haces. Gritó tu nombre y tú gritas el mío pero son acallados por el grito de la multitud.
Te alejas de mí rápidamente. Tú rostro esta totalmente angustiado cuando nuestras manos se sueltan. Mis piernas pierden su fuerza poco a poco y no sé si estoy a punto de desmayarme. Camino con bastante dificultad e intentó alcanzarte pero alguien ya me tiene agarrado impidiendo que corra hacia ti.
Llega un momento donde mis piernas ya no soportan más y caigo sobre mis rodillas. Una lágrima comienza a caer mientras observo como los soldados te están agarrando muy severamente, probablemente tu suave piel blanca quede con marcas después de esto. Veo como pronuncias algunas palabras pero no se pueden distinguir lo que me dicen.
Maldita sea nuestra suerte. Maldita sea esta época. ¿Por qué tenía que enamorarme de ti? ¿Por qué teníamos que ser tan desgraciados? Sé que dentro de poco tú ya no te encontrarás en este mundo. Sin embargo cuando des tu último respiro yo también daré el mío.
Tengo miedo porque seguramente pasaras frío en aquella celda. Ni siquiera te darán de comer o de beber hasta que sea la hora de tu sentencia. Para ellos no eres más que una basura que será asesinada dentro de poco. Pero para mí eres el ser mas hermoso. El tan sólo pronunciar tu nombre hace que mi cuerpo entero se estremezca. Taehyung, quizás no sea en esta vida pero te aseguro que un día te encontraré.
Tú no debías ser la persona acusada de traición. Sin embargo esa es una verdad que quedará enterrada con tu muerte. Aunque intente hacer algo la mía ya ha quedado sentenciada al momento de que la tuya suceda. Al haber sido un rey de Joseon el trato que recibo es completamente diferente al tuyo. Tú deberías estar aquí en este lugar, al menos tu muerte sería más pacífica.
–Al menos deseo ver su último aliento –Le pronunció a uno de mis guardias.
El guardia me ve con recelo y sale de la habitación. Algunas horas después viene con otro guardia. Al parecer se me ha concedido mi último deseo, al menos tengo un beneficio por haber sido parte de la realeza. Me conducen hacia un lugar inhóspito y sucio. En aquella zona también hay otros prisioneros que incluso están en peores condiciones que tú.
La noche se siente muy fría pero no me importa. Con tal de verte aunque sea una última vez podría soportar lo que fuera. Una gota cae en mi mano, pronto comenzará a llover. ¿Recuerdas el beso que nos dimos bajo la lluvia? Yo aún lo recuerdo vívidamente. Yo aún recuerdo cada momento que pase a tu lado.
Entró al lugar donde se realizará la sentencia. Y te encuentras ahí. Te ves tan delgado, tan débil, tan inocente. Tus ropas sucias están rasgadas por todos lados. ¿Te pegarían? No lo sé pero creo que no quiero saberlo. Inesperadamente me doy cuenta como hay sangre seca en tu ropa. Maldita sea, te golpearon pienso. Sientes mi mirada y volteas al lugar en el que me encuentro. Tu mirada refleja tristeza, una tristeza que estremece mi corazón al verla.
Del otro lado se encuentra el nuevo rey. Esa persona que te inculpo de todos los pecados que él cometió. Al lado de él también están sus súbditos quienes estuvieron involucrados en los crímenes que han sido inculpados en contra tuya. Injusticias que también han sido acuñadas a mi nombre.
–Veo que quieres ver como tu amado muere –Pronuncia el rey en tono burlón.
No le contestó porque no estoy en posición para hacerlo. Dejo que se burlen de mí y para desgracia mía también dejo que se burlen de ti. No tengo opción porque mientras más lo alargue, mas tardarás en irte de este jodido lugar.