Las cosas en Hogwarts iban de mal en peor, con Umbrige ahora como directora del colegio, las libertades que habían se perdieron totalmente y por otro lado, los constantes sueños de Harry con Voldemort, iban a terminar por volverlo loco, sin embargo, gracias a ello, habían podido salvar a Arthur Weasley y eso, hacía que Harry se sintiera un poco mejor.
Hacía ya un par de meses que no sabía de su padrino, aún así, estaba totalmente claro dónde pasaría las fiestas: en Grimmauld Place, junto a él y sus amigos.
El año avanzaba rápido y con la creación del Ejército de Dumbledore, Harry tenía más tiempo para estar con Cho. Caminaban como tontos uno junto al otro por los pasillos, se miraban, sonreían y en ocasiones hacían manitas. Harry estaba totalmente de cabeza.
- Me gustas mucho Cho -
- Y tu a mi Harry, me alegro de que estés aquí-
La muchacha se acercó a él y dándole un suave beso en la mejilla, lo abrazó fuertemente. Junto a ella, Harry se sentía valiente otra vez.
- Eh Potter ¿que estás haciendo?- se escuchó una voz al otro lado del oscuro pasillo. No pasó mucho tiempo para que, totalmente vestido de negro, un muchacho de cabello rubio ceniza, apareciera en medio de la oscuridad, era Draco Malfoy - con que haciendo cochinadas con tu noviecita ¿eh Potter? A estás alturas pensaba que te gustaban los hombres...
- Déjalo ya Malfoy- sentenció Cho..-
-¿O qué? ¿me vas a acusar con los inquisidores? - le dirigió una mirada de desprecio a la muchacha y luego sonrió- ya verán que gracias le hará esto a la profesora Umbrige -
- ¿Que Malfoy? ¿ahora le lames las botas a ella? - Draco se volteó de golpe y sacó su varita al tiempo que Harry también lo hacía, situando a Cho tras él-
-Eres un...
-¿Que está pasando aquí? - se escuchó de repente una voz conocida. La profesora McGonagall- vamos, vamos, todos a sus habitaciones- si algo no quería la profesora, era seguir viendo problemas dentro del colegio. - Señorita Chang - la miró de arriba a bajo- estás no son horas para que una señorita esté merodeando sola los pasillos con dos chicos -
-Pero profesora- quiso interrumpir Harry a lo que la mujer, hizo caso omiso-
- A la cama, a la cama vamos... cada quién a su sala común- Draco había bajado su varita pero no pretendía moverse del lugar - Sr. Malfoy ¿no me ha escuchado? -
- Totalmente profesora- contestó el joven lleno de prepotencia-
-¿Y entonces que espera para obedecer? -
- Tengo ordenes estrictas de la profesora Umbrige, es decir, la nueva Directora... para merodear los pasillos hasta las doce.- Minerva no dijo nada, indignada se dio la vuelta. Cho ya se había marchado y solo quedaba Harry con las mejores ganas de darle a Malfoy aunque fuera un puñetazo como el que le había dado Hermione en el tercer año. - vamos Potter- finalizó la mujer y el chico a regañadientes se marchó con ella.- veo que te gusta la Srita Chang ¿eh?-
- Mucho...- respondió sin pensar, cuando se dio cuenta ya era demasiado tarde -
- No deberías arriesgarla a estar por los pasillos a estás horas.. puedes perjudicar su reputación y además... si Umbrige les hubiera visto en mi lugar...- la profesora Mcgonagall tenía total razón, si hubiera sido Dolores Umbrige, esa repugnante y bajita mujer... tal vez ahora estarían en su despacho llenando uno de esos dolorosos pergaminos con cosas como "no debo hacer cochinadas en los pasillos" aunque no hubieran hecho nada y pues... en unos momentos, esas palabras aparecerían en sus pieles, dejándoles un poco grato recuerdo por bastante tiempo.-
-Lo siento profesora, tiene usted razón-
-Ah y Potter... otra cosa, sea lo que sea que estén haciendo usted y sus amigos... háganlo bien, pero con cuidado-
Harry quedo perplejo pero tras decir aquello, llegaron a la sala común. La profesora se marchó y Harry entró. Sus pensamientos cambiaron, despues de todo no se debía preocupar... la profesora le apoyaba. Aún recordaba la primera vez que vio aquél salón que le había proporcionado tantas alegrías. Faltaban muy poco para las fiestas y ya se respiraban los aires navideños y había una que otra decoración, luego de un rato, cuando se disponía a subir... escuchó un murmullo en la oscuridad... el pensaba que estaba solo pero lo cierto era que no.
-Eh Potter...-aquella voz la reconocía, Samantha se encontraba sentada con su pijama en uno de los sillones -
-¿Que pasa? ¿Me contarás por fin a que has venido? -
-Nada de eso Potter... necesito hablar contigo-
-Pues cuando quieras hablar sobre eso tan importante, me dices y hablamos de lo que quieras, de lo contrario no- se dio la vuelta dispuesto a subir-
-No te hagas el listo conmigo Potter-se levanto la muchacha fulminando la espalda del joven mago con sus potentes ojos verdes- se lo del Ejército de Dumbledore y... quiero entrar.-
La piel de Harry se erizó y se detuvo en el acto. En ese momento no sabía que hacer o decir pero... lo que si tenía seguro, era que tendría que hablar con ella.
Off: Pues bueno chicos, hasta aquí el cuarto capítulo, espero les haya gustado y que por fa den favorito y si quieren lo compartan. Recibo opiniones, ya lo saben. Gracias a los que leen y comentan.
La próxima entrega ya tiene nombre: Capítulo #5 una decisión de cuidado.
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Harry Potter Y El Misterio De Sirius Black
FanficEn esta historia, quise basarme en los hechos y en como sería la vida de nuestros personajes, luego de los acontecimientos del Torneo de los tres Magos en Harry Potter y el Cáliz de Fuego. Teniendo en cuenta eso... que empiece mi historia. Espero qu...