4

69 8 0
                                    


Era por la tarde, estaba escuchando música mientras bailaba, en mi habitación. Hacer esto me ayudaba a pensar. Habían pasado algunos días desde que llegué a la conclusión de que el chico pelinegro "me gustaba", incluso averigüe su nombre, Ethan.

Era un chico bastante simpático, a veces me hablaba. Pero era como un "crush". Ya que no creía que lo nuestro llegara a suceder. Soy de las chicas sin suerte en el amor. Y no me culpo, ya que tampoco me esfuerzo por ser experta en ello. Antes no le daba importancia a este tipo de sentimientos, pero en estos últimos dos años, me estuve dando cuenta de que es hora de reaccionar, luchar por ese amor.

Pero la verdad es... Que ni siquiera sé lo que es el amor, no lo he experimentado. Solo una vez lloré por un chico que me había dejado en la FriendZone, pero ese dolor no duró mucho. Con el tiempo me di cuenta de que no había sido un amor verdadero.

Pero como estamos creciendo, los sentimientos... se van incrementando. Todo depende de que tan real sea.

. . .

Al salir de la ducha, luego de vestirme, apagué la música, para poder descansar. Pero entonces escuché un sonido de notificación de mi celular.

Lo tomé y era un mensaje.

Hazel: ¡Lena! ¿Te gustaría venir a mi casa junto con otros amigos el sábado?

Les pregunté a mis padres si me dejaban ir y cuando aceptaron, le envié un mensaje a Hazel diciéndolo.

Últimamente hablaba mucho con ella, más bien... todos los días. Hablábamos de cualquier cosa, incluso de chicos. Después de mucho rogar, logró convencerme de decirle quien me gustaba. Y yo odiaba hacer eso, no me gustaba el simple hecho de decirle a alguien mis sentimientos, pero era muy difícil decirle no

Nunca hablaba de mis sentimientos con alguien, y cuando lo hacía—que no es muy seguido— explotaba, simplemente me liberaba y lo contaba todo. Ahora trato de controlarme, porque no me gusta ser así, y es mucho peor cuando sale mi lado... Cursi. La propia palabra ya me parece fea, sinceramente admiro a los que son cursi y no les importa admitirlo, ya que tienen mucha valentía por expresar lo que sienten todos los días.

Aunque como es el dicho... Mucho de algo no es bueno.

Pero hablando de otras cosas... Dentro de unas horas me visitarán mis primos, y son de lo más insoportables. Los que me visitarán son Ryan y Max, ambos de 19 años, me llevan dos años.

Ryan tiene el cabello castaño oscuro y ojos color miel, bastante parecido a mí. Todo lo contrario a Max, que tiene el cabello rubio, algo ondulado y ojos color verde claro.

Pero se interesan demasiado por mi vida privada. Un día encontré a Max en mi habitación mirando muy concentrado mi teléfono.

Flashback

Subí hacia mi habitación, con mi pote de helado, todo listo para hacer una maratón de series. Pero cuando entré, sorprendí a Max mirando atentamente mi celular.

—Idiota, devuélveme mi celular—le grité mientras me abalanzaba sobre él.

El pote de helado lo había dejado en la entrada.

— ¿Quién es este chico con el que tienes tantas fotos?—me preguntó con el ceño fruncido mientras elevaba mi teléfono, ya que él era mucho más alto.

—Se llama Josh, y es solo un amigo, idiota—traté de decirlo tranquilamente.

Pero no me podía controlar, por eso le decía malas palabras. No toleraba que tomaran mis cosas sin permiso.

—Este tal Josh no puede estar contigo no lo apruebo. Es más, te cambiarás de escuela—dijo aún con el ceño fruncido.

Reí. Max me miró extrañado. Era su típica reacción de sobreprotector, era muy gracioso cuando tomaba esa posición.

Con mis primos siempre fuimos muy unidos, ellos se consideraban mis "hermanos mayores", y que debía hacerles caso.

Lo abracé y terminamos riendo los dos. Le expliqué que Josh era un amigo y que jamás saldría con él, pero era la verdad. No nos llevamos bien siempre.

Fin del flashback

Me gusta recordar esos momentos. Me dan alegría.

Y justo a tiempo, porque desde mi habitación podía escuchar como mis primos preguntaban por mí. Estarían aquí toda la semana, y hoy era martes. Se quedarían porque tienen "vacaciones" o como yo lo llamo... Año sabático.


Only You Donde viven las historias. Descúbrelo ahora