Se Acaba El Tiempo

DESGRACIA

Sasuke abrió la caja de su escritorio extrayendo de ésta una pequeña botellita de plástico. 

La etiqueta decía: Clonazepam

Maldijo entre dientes al darse cuenta de que solamente le quedaban cinco pastillas

Pronto debería de ir a la farmacia para comprar más de la dichosa medicación que lo mantenía a raya con su adicción.

Aunque las cosas se complicaban. El creía que le ayudaría a reducir la ansiedad que sentía por probar un poco de alcohol. Y en cierto modo le estaba ayudando a reducir la ansiedad y a conciliar el sueño en debidas ocasiones.
Pero a un costo tan alto que lo llevo a sufrir una alta dependencia a los fármacos.
Aunque era normal.
Los medicamentos están hechas a base de químicos y otras sustancias aparentemente inofensivas, pero muy parecidas a los estupefacientes.

Pero su cuerpo ya se había acostumbrado. Si dejaba de tomarlas seguramente le vendría una alarmante angustia.
En una ocasión, cuando recién empezó el tratamiento, se negaba a tomarlas. Pero esto solo le causó desesperación.

Se sentía acorralado, acechado. Y su cerebro le gritaba que bebiera.
Salió de su habitación  con la  intensión de buscar un poco de vino que su padre tenia guardado en las vitrinas de su lugar de trabajo.
Por fortuna para el y al mismo tiempo desgracia, su hermano mayor lo pillo en el despacho de su padre, a punto de llevarse la botella y consumir directamente de ella. Pero aunque trato de razonar con itachi, diciendo que solo seria es vez, no surtió efecto en el mayor. Quien caminando resueltamente hacia él, trató de arrebatarle la botella.
Pero el comportamiento de Sasuke se volvió agresivo y corrió.

"!Lo necesito!" Había gritado aquella vez, en medio de la persecución en donde su padre apareció. Y junto a el e Itachi atraparon a Sasuke y le quitaron la botella que solo pataleaba gritando la misma frase una y otra vez, hasta derramar lagrimas por la frustración.

"Lo necesito..."

Su orgullo se resquebrajó en ese momento.
Mucho tiempo se negó a mirar a su padre a los ojos. No  quería ver la decepción en ellos.
Muchas veces se pregunto si aquello seria  algún tipo de castigo. Siempre tuvo todo lo que quería. Ya sabia que muchos envidiaban su fama como el mejor estudiante en la secundaria. Era guapo y adinerado. Podía rechazar cualquier invitación de cualquier chica si queria, puesto que siempre llegaba otra, y después otra. Y así sucesivamente.

Pero por extraño que parezca. El seguía sintiendose solo.

Solo.

No tenia lógica.

Resoplo por la nariz. Se llevo una pastilla a la boca bebiendo después un poco de agua del vaso que estaba sobre la mesa.

Cerro ambos ojos.

Experimentando por enésima vez aquella sensación de bienestar en el cuerpo.
Su cerebro se relajo y dejo de pensar cosas sin sentido.
En ese momento solo le importaba relajarse y sentirse lejano a las preocupaciones de antaño.

Dos golpes en la puerta.

— Mierda— vociferó en voz baja.

En menos de dos segundos la puerta de su oficina se abrió y dejo ver el cuerpo de la Señorita  Yamanaka.

— Lamento  molestarlo Sr. Uchiha; pero afuera se encuentra un joven que lo está buscando. Dice que tiene una entrevista con usted. Trate de persuadirlo pero se negó rotundamente hasta ser atendido.

— ¿De quien se trata?— cuestiono, guardando la botella de nuevo en la caja.

— Pues...

De pronto, se vio interrumpida por el leve contacto en la espalda que la aprisiono en ese mismo lugar, a espera de una explicación por la sensación de tener un cuerpo ajeno pegado al suyo.