Nunca conocí a un hombre tan... abrumador e impresionante, el azul de sus ojos me dejaron sin respiración en un instante. A simple vista podía apreciarse que no era un hombre cualquiera, no era uno que soportará la estupidez. Su voz era tan sensual, de inmediato sentí como mis partes mas intimas humedecerse.
No soy ninguna monja, a lo largo de mis veinticuatro años fui adquiriendo ciertos conocimientos en el arte del sexo. Pero ese hombre me dejaba en ridículo completamente, en su cuerpo hay evidencia suficiente de esas practicas.Las horas en su presencia no fueron suficientes, quería verlo día y noche, aunque no fuera correcto. En su clase mi mente me jugó muchas bromas, soñé despierta y me puse roja como un tomate. No era normal en mi sentir tanto deseo hacia un hombre, podía estar segura de que mi cordura se iría al infierno sino podía tener sexo con mi profesor.
Además su mirada no era de mucha ayuda para evitar que mi ropa interior sufriera un colapso, desde que lo noté en el salon mi corazon se detubo por completo, y la verguenza de llegar tarde no era mejor. En cada momento del periodo del profesor Cavill senti sus ojos puestos en mi, y para que metirme a mi misma, me encantaba sentir que era observada por un especimen de hombre como ese. Lo poco que me pudo advertir mi amiga Dafne, con la cual comparto Historia Medieval, el señor Cavill era un hombre de muchas admiradoras, entre ellas alumnas y profesoras y algunos hombre. Pero tambien era bien conocido por no aceptar salir con nadie. Muchos lo consideraban un anciano en el cuerpo de un dios griego.
Y que dios griego.
***
Encontré en mi bolso las llaves que tanto estaba buscando, las de mi loft, la cual compartía con Dafne. Sin ser un espacio enorme, la decoración y la pintura de las paredes lo hacían parecer un departamento bastante grande para solo dos personas. La primavera se sentía cálida de día pero fría de noche, lo cual me encantaba en sobremanera. Tras un pequeño saludito a Dafne me dirijo a mi habitación. Tras cruzar el umbral del mismo comencé a quitarme la ropa que había utilizado en la universidad, y emprendí una corta caminata a mi armario. Tome mis zapatillas para correr, un corpiño* deportivo y unas mallas*. Alce mi cabello en una cola de cabello alta para que así no me molestara. Mis auriculares estaban en mi bolso al igual que mi teléfono, los tome y me dirigí a la salida del loft.
*Sujetador, brasier, ropa interior*
*Pantalón de yoga*
El día se encontraba precioso, muchas personas caminaban plácidamente en distintas direcciones. El sol estaba casi en el medio del cielo, y las nubes no perturbaban su esplendor. A una calle de mi loft había una panadería de la cual me abastecía con regularidad desde que había llegado. Sus dueños habían sido muy amables en darme una ayuda a encontrar la tienda mas cercana. En estos momentos de podía sentir el aroma del pan. Y para matar a las gente que concurría por allí, justo al lado había un café. Dos pájaros de un tiro.
Mi caminata duro unas dos horas, recorrí gran parte de los parques aledaños a mi manzana y tome un poco de sol... la tan necesaria vitamina D. Para el momento en el regrese, el sol ya casi se había puesto por el horizonte y mi teléfono ya no tenia vida. Rápidamente entre a bañarme. Lo que no podía sudar en el sexo (el que no tenia en unos largos cuatro meses) lo recompensaba en el ejercicio diario.
Sentir el agua templada caer por mi espalda me tranquilizo y quito el maldito sudor. Fregué por todo el cuerpo la esponja de estrella que había comprado hace poco, lo que hizo que mi piel quedara sensible al tacto. Lave mi cabello como normalmente lo hacia y luego salí.
La noche ya había caído y la luna ya se hizo presente en el cielo. Me aventure en la cocina para ver que había en el refrigerador, y quitar el hambre que tenia. Encontré a Dafne en el salón hablando por su teléfono con alguien. Después de quitar mi cabeza del fondo de la nevera, y no conseguir nada interesante, me acerque a mi amiga en busca de ayuda culinaria.
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Quiero Más De Usted
RomanceLa fantasía de una alumna, un profesor y de muchos otros. El deseo se hará cargo. No hay vuelta atrás. *Quería advertir que la historia contendrá escenas fuertes de sexo explicito, solo para mayores de edad. Si eres menor y deseas leerlos dejo...