CAPITULO 2 Posesividad.

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---Hiroki---

Escucharlos discutir por tonterías realmente me fastidia, parecen dos críos discutiendo acerca de quién es más hábil, es realmente frustrante.

-No me sirves, ya tengo a Hiroki, además soy mejor que tú. –gruño Nowaki.
-Pero que príncipe tan caprichoso, no te preocupes que soy lo suficientemente eficaz para enfrentar lo que sea.
-Con tus habilidades lo dudo.
-Es la verdad.
-Me harte, -me tomo de la mano- es hora de dormir.

Me llevo hasta su habitación y Tsumori nos siguió.

-¿Qué diablos quieres?
-Como su guardaespaldas debo quédame a un lado de usted.
-¿Ah?
-Así que, -coloco su bolsa de dormir- dormiré a un lado.
-No puedes.
-¿Por qué no?
-Porque, -Nowaki me jalo a su pecho- tenemos cosas que hacer.
-Por favor adelante, no los interrumpiré.
-Serás...
-Ustedes dos deberían de...

No termine mi oración puesto que Nowaki me tomo del mentón y comenzó a besarme apasionadamente frente a Tsumori, empezó a meter su mano por debajo de mi camisa y yo en un arranque de coraje lo aparte y le di una bofetada.

-Nunca toleraré tal humillación delante de otras personas, -lo mire- por favor muestre un poco de respeto.
-Hiroki...
-Está noche dormiré en la habitación de Tsumori, -comente- Tsumori dejo al príncipe a tu cargo.

Salí de la habitación muy enojado, nunca pensé que Nowaki actuará de esa forma, fue muy humillante...

¿Trataba de burlarse de mí?

¿Acaso soy el objeto de su burla?

Maldición, de todas las personas en el mundo me tenía que fijar en un príncipe, y más un mujeriego y burlón, no lo entiendo.

Me recosté en mi cama y trate de calmar mi coraje...

Lo golpee...

Le pegue a mi príncipe.

No debí hacer eso, es mi deber velar por su bienestar.

Mi deber es protegerlo y lo dañe...

Soy la peor persona...

Me quede dormido después de unos minutos.

Al despertar me bañe y me arregle, desafortunadamente hoy no tenemos clase. Me asome por la ventana y vi al príncipe leyendo un libro en el patio, su mejilla seguía un poco roja, tome una curita y baje casi corriendo hasta llegar a su lado.

-Aquí tiene. –le entregue la curita.
-¿Qué es esto? –lo miro.
-Es para el corte en la comisura de su boca, le golpeé muy fuerte anoche.
-Pero...
-Sobrepasé mis límites, no debí haberlo golpeado, -baje la mirada- lo siento mucho.
-Estabas realmente molesto anoche, -me tomo del mentón- ¿Y aun así puedes hablar conmigo tan tranquilamente?
-Por supuesto, -lo mire- dado que es mi deber.

Él rechino los dientes y me aparto.

-No eres nada lindo.

Solo me miro y se fue del lugar dejándome sorprendido por su actitud.

-Porque es tu deber... ¿Eso es todo?
-T-Tsumori...
-Sigues repitiendo esa frase como si trataras de convencerte a ti mismo,-camino hasta donde me encontraba- ¿Por qué sigues escondiendo tus sentimientos?
-¿De qué estás hablando?
-¿Aún sigues negándolo?
-No entiendo...
-Es tan obvio, -coloco su mano en mi hombro- Estás enamorado del príncipe.
-Es algo sin importancia él...
-¿No sería mejor que expresaras tus sentimientos con sinceridad? –me miro- Creo que ambos serían más felices.

Sentí como mi corazón daba un vuelco, y sentí como las lágrimas querían salir.

-Expresar mis sentimientos con sinceridad... No lo creo...
-¿Por qué no?
-Para él soy sólo un reemplazo.
-Hiroki, no te engañes a ti mismo.
-Él es inalcanzable para mí...


---Nowaki---


Cuando mi Hiro-san se fue de mi habitación me dejo muy sorprendido. Tal vez exagere un poco con mis celos absurdos.

-Estás actuando como un niño malcriado con su juguete favorito. –sonrió Tsumori.
-Pero que...
-Sí estas intentando reclamarlo como tuyo has hecho todo lo contrario, -suspiro- has herido los sentimientos de Hiroki con tu acción, que falta de tacto tienes.
-Cállate...
-Piensas que es tuyo, pero me parece que él no piensa lo mismo ¿no es así?
-BASTARDO....

Lo mande a dormir al sofá y me recosté en mi cama pensando en lo que había pasado, no entiendo porque ese estúpido me dice esas cosas, a él no le interesan.

A la mañana siguiente tuve una discusión con Hiroki, me molesta que a todo diga es mi deber, ya me estoy desesperando.

Me fui a dar una vuelta para bajar mi enojo, mi tío me hablo diciendo que esperaba que mi nuevo guardaespaldas fuera eficiente en su trabajo, aunque quise decirle que me lo quitara no me dio tiempo porque hablo tan rápido.

Decidí volver a la casa y al pasar por el patio encontré a Tsumori con mi castaño.

-Hiroki, eres tan irresistible. –sonrió ese rubio estúpido.

Me acerque un poco más hasta que...

-Me he enamorado de ti. –lo beso en la mejilla.

No aguante más y tome a Hiroki del brazo llevándolo a mi habitación y lo avente a la cama con algo de brusquedad.

-S-Su alteza. –murmuro.
-¿A quién crees que le perteneces? –gruñí.
-No soy una cosa. –me miro.
-Eres mío, -me coloque arriba de él- sólo puedes mirarme a mí, solo puedes escucharme a mí y sólo yo puedo abrazarte...
-Príncipe... -murmuro.
-NO PERMITIRÉ QUE TSUMORI O CUALQUIER OTRA PERSONA PONGA UN DEDO SOBRE TI....
-Yo...
-Solo eres mío, y de nadie más...
-...
-Hiroki...
-¿Sí?
-Dime lo que sientes.
-¿Cómo?

Coloque mi mano en su pecho.

-¿Me amas?
-Pero de qué habla, -me aparto- usted es mi amo.
-Hiroki no...
-Sí es todo tengo que retirarme, debo terminar mis labores.
-Pero...
-Príncipe por favor, mañana en la reunión trate de no llamar la atención.
-¿Estás celoso?
-¿Debería?

Él salió de la habitación dejándome pensativo y con muchas dudas...

Hiroki, mi amor, ¿Cuánto tardarás en confesarme tu amor?

¿Por qué estás esperando tanto tiempo?

Sabes que no soy tan paciente...

Haré hasta lo imposible para que me digas cuanto me amas...  

Sentimientos Ocultos - Junjou egoistDonde viven las historias. Descúbrelo ahora