Tu cuerpo entre mis sentimientos

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Estoy en la esquina del cuarto escuche qué acaba de salir de bañar por meses a sido mi fantasía, en mis sueños estoy con ella mojando las sábanas sin parar, todo es totalmente obscuro, nuestros cuerpos sudorosos de tanto movernos de tanto placer justo en el momento en el que tus manos rasguñan mi espalda del gozo del momento despierto con mi pijama húmeda.

Estoy totalmente solo en tu cuarto esperando ver la desnudes de tu alma, de tu cuerpo... de tu ser.

Creo que has llegado algo me dice que sabes que estoy ahí. Observo que te empiezas a quitar la toalla con suavidad y delicadesa, observó tu cabello parece un manantial es hermoso y largo, te vas quitando la toalla poco a poco, empezó a ver tu espalda es esbelta justo como lo imaginaba y empezó a ver esa silueta que mis manos desean recorer... Creo que has notado mi presencia pues enojada has volteado, preguntándome ¿Por que razón lo hacía, en que estaba pensando, en que planteaba conseguir con eso, a lo cual le respondí; !¿es que acaso no te has dado cuenta la forma en la que te miro?¡, !¿es que no has sentido esta atracción entre tu alma y las mia?!, !¿Es que no es suficiente castigo que te sueñe todos los dias?!, yo no planeó tener una penetración y ya... te quiero (en mis ojos corrían lagrimas) pero más haya del quererte, te deseo como un loco enamorado, deseo un amor contigo, deseo tan solo hacerte el amor, ver cada día que pasó observandote la naturalidad de tu cuerpo, tus vigenes labios y cuerpo, desear un amanecer con nuestros cuerpos en desnudes en nuestras almas conectadas. No soporte y un beso te robe, senti un ligero empujon hacia tu cama te abalanzaste sobre mi...sentía el calor de nuestros cuerpos elevándose segundo a segundo... no aguante mas y mis manos te empezaron a acarisiar sintiendo tu suabe piel, y observando un cuerpo angelical, cometiendo el mayor de los pecados pero no para dios, sino para la sociedad, un pecado que nadie podía cometer, pues era el amamos. Tus manos soltaron esa cadena que no te permitia gozar, pues tus manos me empezaron a acariciar, nuestros miembros en gran debilidad estaban pues se empezaron a amar, a conectar, terminando al natural, nuestra alma no paraba de girar, el único testigo era el sol que se estaba escondiendo pues la luna ya quería vernos, quería ver la conexión del amor, de las almas más bellas y radiantes, nosotros no pasábamos de gritar, un grito de sol, un grito de un rojo amanecer, un amanecer que nos vio comenzando a dejar de sobrevivir y empezando a vivir.

Anécdotas De Una VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora