diez: michael

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Podía sentirse a sí mismo temblando. Llorando fuertemente en una esquina de su habitación. Todo lo que lograba ver eran las lágrimas cayendo de sus ojos, ni siquiera podía sentir nada más que la voz de su madre retumbando en su oídos.

"Lo siento mamá. Por favor vuelve." Repetía una y otra vez.

"Michael, nunca te convertirás en un hombre si sigues jugando con muñecas."

"¡Literalmente no puede hacer nada bien!, bueno para nada."

"No me vuelvas a hablar así, te enseñé modales. Si lo haces otra vez, te arrepentirás más tarde."

"¡Para de llorar!, Te molestan con eso por que lo mereces, dicen la verdad."

"¡Michael!."

La voz se volvía casa vez más fuerte. Empezaba a pensar que se convertiría en sordo  si no paraba.

"Mikey, estoy en casa." Llamó su padre. Al no escuchar una respuesta por parte de Michael , tuvo un mal presentimiento en su estómago.

"Lo siento, por favor vuelve." Lloró poniendo sus manos sobre sus orejas, intentando callar las voces.

No estaba funcionando.

"¿Michael?."

"¡Michael!."

Su corazón se encogió al ver el estado en el que se encontraba su hijo. Sus ojos estaban cerrados con fuerza mientras que lágrimas caían de ellos. Su cara tenía una expresión de terror , y sus manos sujetaban fuertemente sus oídos, mientras que se mecía de adelante a atrás aún gritando.

"Oh, Michael.." Susurró antes de acercarse rápidamente hacia él. Podía ver el dolor que sus ojos transmitían, ya que sabía perfectamente lo que estaba pasando por su cabeza.

Cuando Michael tenía cuatro años, su madre siempre le decía que fuera educado con las personas, que nunca se comportara grosero. Cuando se le ocurría
pregunta por qué, le daba un golpe en la frente diciendo que era grosero que siempre quisiera para todo una respuesta. "¡Sólo has lo que te dije y no hagas preguntas!." Desde entonces, Michael raramente hacía preguntas.

Cuando Michael tenía 9 años, su madre le habló sobre el amor.
Le dijo que tenía que encontrar a una dulce chica y casarse con ella, y después necesitaría tener hijos. Michael preguntó como los niños se hacían los niños, ya que nunca se lo dijo antes , ella le respondió que es cuando un hombre y una mujer se aman tanto que deciden hacerlo más fuerte. Cuando sentían una conexión. "Cuando sienten que su conexión es lo suficientemente fuerte, deciden afianzarla pero esta vez con un mejor propósito. Un niño."

Cuando Michael tenía once años, le preguntó a su mamá si tenía que amar a una chica. Su respuesta fue un 'sí'. Michael entonces dijo, "Pero, ¿Y si quiero amar a un chico?." ese día, su madre lo golpeó y lo hizo prometer que nunca amaría a un chico.
"Solamente puedes amar a una mujer. Un hombre amando a otro hombre no está bien, si lo haces irás a el infierno Michael. Deja de ser un idiota."
Entonces Michael preparó la cena y se disculpó por pensar de esa manera.

Cuando Michael tenía trece años, su madre le dijo que era un tonto. Casi había reprobado matemáticas y su madre se había dado cuenta.
"Eres un bueno para nada pequeño pedazo de mierda. Eres estúpido Michael.Tonto.
Nunca he escuchado de un estudiante de séptimo grado que estuviera cerca se reprobar su clase de matemáticas. Que desgracia."
Michael se disculpó más tarde.

Cuando Michael tenía dieciséis años, su madre se fue. Les dejo una nota diciendo:
"Chicos, para el momento en que lean esto ya me habré ido lejos. Me rehuso a vivir en una casa con un esposo idiota y un hijo inútil."

Michael no lo entendía.

Cuando Michael cumplió diecisiete, casi fue arrollado por un camión. No fue un accidente. Sólo quería dejar de pensar en lo mucho que extrañaba a su madre.

No entendía por qué los dejó pero estaba mejorando por ella. Esta tratando con lo mejor de sí , no ser un completo idiota. Pero era muy tarde. Todo lo que deseaba era decirle que lo mucho que lo sentía.

Michael no sabía la diferencia entre amor y descuido. Su mamá nunca le enseñó cosas sobre la familia.

"Lo siento. Lo siento." Susurró antes que todo se volviera negro y se desmayase.

Innocent//muke Donde viven las historias. Descúbrelo ahora