Casualidades O Destino?

Cap. 7 Primera cita

Era temprano, Carmilla de encontraba en su habitación, decorada como toda la casa, con toques antiguos y tenía un librero que ocupaba toda una pared, al parecer disfrutaba de la lectura.
Se encontraba en el armario, buscando ropa.
-Mmmmm...veamos...¿qué me pondré?
Su armario prácticamente era otra habitación y tenía un montón de ropa en el piso.
-No...muy formal...
Tiró al piso un vestido negro.
-Rayos....Carmilla qué te pasa, sólo saldrás a comer con una niña que como se ve puede que sea extremadamente aburrida y loca.
Al final eligió unos shorts de mezclilla, una blusa negra que dejaba ver un poco de piel de su abdomen, se puso unas calcetas negras que le llegaban a la rodilla y unos tenis, cepilló un poco su cabello, se puso delineador y labial rojo.
-Listo, te ves bastante bien Carmilla.
Se dijo así misma mientras se veía al espejo y se guiñaba un ojo.
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Laura estaba en su cuarto, abrió su pequeño armario pensando en qué ponerse.
-Vaya, necesito ir de compras algún día...Veamos qué puedo ponerme para que esa loca no me opaque.
Comenzó a sacar varias blusas y jeans, y se las puso mientras se veía al espejo, tardo casi una hora en elegir y al final se decidió por unos jeans ajustados, una blusa de tirantes café y unas botas negras. Cepilló un poco su cabello y puso algo de brillo en sus labios.
-Bueno, no me veo tan mal, aunque supongo que Carmilla se verá fabulosa, con su perfecto cuerpo, y sus brazos y su perfecto abdomen...Qué estoy diciendo...
Sacudió su cabeza y tomó un pequeño bolso color café y bajó a la cocina.
Tomó un vaso con agua y vio el reloj, faltaban 2 minutos para que llegara Carmilla.
-De seguro llegará tarde, es una imp...
No terminó la frase porque se escuchó el timbre. Al abrir la puerta de quedó sorprendida.
-¿Por qué esa cara de asombro preciosa?
-Yo...lo siento, creí que llegarías tarde, además no escuché el ruido de tu auto.
-No soy lo que tú crees linda y mi auto está en perfecto estado, por eso no hace ruidos.
Laura no le quitaba los ojos de encima, sin duda Carmilla se veía jodidamente sexy y Carmilla notó sus miradas.
-¿Vas a dejar de tirar baba por mí y vamos a ir a comer o no?
--¿Qué? ...yo...yo no estaba tirando baba por ti y sí, sólo deja voy por mi bolso.
--¿y tu papá?
-Está trabajando.
Laura tomó su bolso, cerró la puerta y buscó sus llaves para terminar de cerrar. Ambas chicas caminaron hasta el auto deportivo negro que estaba estacionado afuera.
-Lindo auto.
-Gracias, permíteme.
Carmilla le abrió la puerta a la rubia y ésta la observó extrañada.
-¿Qué?
-Nada, sólo que es raro que una chica le abra la puerta del auto a otra.
-Bueno, de donde yo vengo me enseñaron a ser educada con todos lindura.
No tardaron mucho en llegar a un pequeño restaurante y de nuevo Carmilla bajó primero y ayudó a Laura a salir.
-Gracias.
-De nada.
-Lindo lugar.
-Lo es, verás linda me gusta lo simple y sencillo, sé que pensabas que te llevaría a un lugar caro y lujoso, lamento decepcionarte, pero este lugar me encanta.
-No estoy decepcionada, al contrario, también me agrada.
Laura le sonrió, era la primera vez que Carmilla la veía sonreír y le pareció muy linda.
-¿Qué tanto me ves?
-Nada...es sólo que creo que tienes una linda sonrisa.
Laura se ruborizó y a Carmilla le pasó algo parecido así que prefirió cambiar el tema.
-Ven, tienen una terraza.
Subieron varias escaleras y al llegar al lugar Laura se quedó sorprendida,se veía el centro veía el atardecer cubriendo el centro de la ciudad.
-Wow...
-Lo sé, Por eso me gusta este lugar.
Llegó una mesera y le preguntó a Carmilla sí deseaba lo de siempre.
-Sí por favor y tú Laura; ¿qué se te antoja.
-No tengo mucha hambre, así que sólo quiero una ensalada por favor.
-¿Segura?
-Sí
La mesera apuntó la orden y observó a Carmilla con una sonrisa pícara antes de irse.
-¿Eres lesbiana?
-Wow...Qué directa eres linda.
-Lo siento, pero la forma en qué te vio esa chica me hizo pensar.
-Está bien...Sí lo soy y tú?
-No, los chicos me gustan, aunque nunca he tenido un novio.
-Qué mal Laura, no sabes de lo que te pierdes.
La mesera llegó con la ensalada de Laura y una bebida para Carmilla.
-¿Tú no comes?
-Llevo una dieta muy especial y estricta.
-Ya veo...Por eso tienes ese cuerpo tan...
Carmilla sonrió y Laura de inmediato se ruborizó.
-Eso no quiere decir que me gustes...o que me gusten las mujeres, sólo es apreciación...digo No tiene nada de malo que otra mujer reconozca la belleza femenina, además sí me gustarán las mujeres, hipotéticamente hablando tú no serías mi tipo.
Laura dio un gran bocado a su ensalada y Carmilla no dejaba dé reír.
-¿Y...Jajaja, y por qué no sería tu tipo?
-Porque eres millonaria evidentemente, y estoy segura que te crees mucho porque has de tener muchos pretendientes y no sé, se ve que eres de las chavas que viven de fiesta en fiesta.
-¿Has escuchado alguna vez la frase que dice que nunca juzgues a un libro por su portada? No soy lo que tú crees, ya te lo dije.
El resto de la comida conversaron sobre sus aspiraciones y un poco de su familia, el tiempo se les pasó muy rápido y Laura se dio cuenta que tenía que volver, así que salieron y Carmilla condujo hacia la casa de la rubia.
-Llegamos linda.
-Gracias, me la pasé muy bien.
-Lo mismo digo.
Carmilla le dio un beso en la mejilla y se retiró a su auto. Laura se quedó unos minutos observando como el Mustang negro de alejaba y no dejaba de sonreír, hasta que su papá la sacó de sus pensamientos.
-Hija
-Papá!, lo siento, yo...me asustaste, estaba viendo que Carmilla maneja como loca.
-¿ y cómo te la pasaste?
-Muy bien.
Y a Laura se le dibujó una sonrisa en el rostro.