Ya era la milésima vez que giraba la cabeza de un lado a otro tratando de no mirar a Daemon, tratando de ignorar que está a mí lado y que sobretodo tiene su cabeza apoyada en mi hombro.
No sé cuándo pasó pero en menos de lo que esperaba se quedó dormido lo cual me agradó al principio porque podía mirarlo sin que él se diese cuenta, pero ahora me retracto porque cuando se acomodó en mi hombro se me hizo un revoltijo en la barriga, era poco para querer vomitar, me sentí tan nervioso y ancioso a la vez. El pelo de Daemon es muy suave y desprende un olor varonil que es muy agradable. Pero no para mí corazón el cual amenaza de salirse de mi pecho si Daemon no se quita de ahí pronto.
Ya habían transcurrido dos horas en las que mi tortura se hacía cada vez más larga, sólo faltan dos más para acabar con mi sufrimiento y eso no me agrada de a mucho.
Dejé que un bostezo saliera de mi boca a la vez que giraba la vista a la ventana. Ciertamente ya no me sentía tan incómodo de tenerlo ahí. Sin darme cuenta ya estaba sonriendo y mis ojos comenzaron a cerrarse por qué el sueño me estaba matando. Aún tenía dos horas, lo mejor era dormir y olvidar lo que está pasando, cuando uno duerme el tiempo pasa más rápido entonces dormiría con gusto.
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . .
Sentí una mano tocar mi hombro pero era del lado derecho lo cual me hizo abrir lentamente los ojos y lo primero que vieron fueron otros ojos azules llenos de dudas y preguntas dentro.
-Oye, estas... -señaló mi cabeza que se encontraba reposando en su hombro como hace unas horas él estaba conmigo.
-Yo... l-lo siento -me aparte rápidamente- pero tú también estabas así -justifiqué mirándolo ceñudo.
Sus ojos se abrieron unos milisegundos para luego carraspear y acomodarse correctamente en su asiento.
-Disculpa, seguro me quedé dormido y es una costumbre.
-Yo también me había quedado dormido.
-Entonces estamos a mano -dijo sin mirarme.
Apreté mi mano en el sillón y giré la cara con violencia por alguna razón me había dado rabia su comentario tan frío.
Apoye la cabeza en el puño de mi mano y chasquee la lengua para que se diera cuenta de mi irritación. Pero él solo le subió el volumen a la música cruzando los brazos para cerrar los ojos de nuevo. Me mordí el labio bofeteandome mental mente por no parar de mirarlo siquiera de reojo.
Miré el reloj y me había dado cuenta que sólo faltaban algunos minutos para llegar, mis ojos se abrieron impresionados al notar aquello porque entonces había dormido bastante y Daemon sólo hasta hora se había despertado por mi cabeza invadiendo su hombro.
Pasaron los minutos restantes y el bus estacionó. La maestra Lucía se levantó a dar las indicaciones de siempre. No empujarse, no molestar a los demás, cero peleas, cuiden sus cosas, y por último que disfrutáramos de las maravillas de este lugar.
Daemon se bajó rápidamente sin siquiera mirarme yo ignoré eso y decidí buscar a mí amigo y vaya sorpresa que me lleve cuando vi que James descansaba en su regazo y el tenía la cabeza ida con la boca medio abierta.
Daemon regreso al bus y se quedó mirándolos con una sonrisa maliciosa y saco su celular para tomarle una foto
-No deberías haber eso -comenté.
Pero él simplemente me ignoró y soltó un pujido dandome a entender que no me haría caso. Lo cual me hizo enojar más así que salí a paso de elefante del bus.
ESTÁS LEYENDO
Eres todo un Reto(Yaoi)
RomanceDaemon Steel un joven de 17 años de edad, tranquilo, serio y poco sociable. Él solo se concentra en estudiar, ser el mejor en clase, no le interesan las relaciones ni pretende tener alguna. Es muy popular con las chicas y a pesar de eso no se da el...