8. Alcoholicos

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Tobías

No sabía lo que estaba bebiendo ahora, pero el líquido ya ni siquiera quemaba en mi garganta, pasaba tan fácilmente como agua. No recordaba cuanto había bebido, solo que mi visión era borrosa, mi equilibrio nulo y mi lengua parecía pegada a mi paladar.

Tal vez no era prudente caminar por la calle en estas condiciones, pero no sabia que más hacer o a donde ir. Todos deben estar dormidos a esta hora, y no quiero ir a despertar a alguien por mis errores.

De pronto mis pies se sintieron nada, mi cabeza parecía llena de aire y todo se torno oscuro. Pude sentir mi cuerpo caer, pero no sentí el impacto.

Tris

-¿Tampoco puedes dormir?-dijo James mientras se sentaba a mi lado en la barra de la cocina.

-No, estoy acostumbrada a los horarios de Jake.

-¿Estás segura de qué es solo eso?-él sabía la respuesta, pero lo conocía lo suficiente para saber que lo que quería era que me desahogara.

-Sabes que no. Tobías, Jake, las personas, Chicago, nada encaja en mi vida. Es como si hubiera sido colocada en un cuerpo igual al mio, pero que vive en un mundo distante al mío.

-Pues, ¿adivina qué?...No son esas cosas las que no encajan contigo, eres tu la que no encaja en ellas, y tal vez te preguntes porqué, simple, eres tu la que cambio, fuiste tu quien se fue.

-No por gusto.-vi que la cara de James hacia una mueca de culpa o de incomodidad, y me reprimo por hacerlos sentir se ese modo, él me salvo.

-¿Y qué tal te fue con Cuatro?

-Ya te lo dije, me dijo que no confía en mi, que creyó que seria feliz cuando yo llegue a arruinar todo...

-Me refiero a en osadía. ¿Qué pasó?

-Nada, no lo vi hay. Me encontré con Peter, él y yo fuimos a platicar un poco y me hablo del sistema ahora. ¿Por qué dices eso de osadía?¿hay algo que deba saber?

-Él estuvo aquí y le dije donde podría encontrarte, se fue casi volando, estaba desesperado, se le veía mal. Creí que habían arreglado algo.

-No, no lo vi, por que no me dijeron, si hubiera sabido que él me buscaba no habría ido con Peter.

-Los chicos creyeron que lo mejor era alejarlo de ti, no lo dejaron pasar, yo le dije en secreto donde estabas y por lo visto no funciono.

-Debo ir a buscarlo.-me levante del taburete de un salto cuando James me tomo por la muñeca deteniendome.

-¿Y a dónde iras?¿Sabes donde vive? Tal vez este dormido ahora, espera a mañana. A demás esta lloviendo afuera, mañana yo te llevare ¿De acuerdo?

Mi mente repasaba mis opciones rápidamente a la espera de encontrar alguna solución, tal vez podía hablar con Zeke y decirle que me ayudará, pero el ya había hecho mucho por mi, y Uriah se perdería mas rápido que yo.

-De acuerdo. Pero tengo que salir, no puedo simplemente dormir.

-No te dejare salir, esta lloviendo a mares.

-No pedí tu permiso, ya no eres mi carcelero.-trate de sonar amigable, pero algo en la cara de James me dijo que no lo fui.

-Entonces te acompañare.

-No hace falta, conozco esta ciudad, no me perderé. Estaré bien.

-Por favor, solo te pido ese favor, Jake sigue al acecho, si voy contigo aumentan las posibilidades.-sabia que lo que decía era cierto, pero quería estar sola para pensar, no para tener una charla con James.

© Resurrección de los divergentesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora