Mi Demonio Personal

Cap 1

Mi demonio personal.

Lauren Jauregui una mujer que está en la cumbre del éxito a sus treinta años, perfeccionista a morir en todo lo que realiza, su mirada verde esmeralda paraliza a quien se atreva a verla de frente,se ha ganado por todo el que la conoce con el seudónimo del demonio por su espantoso carácter, su único propósito en la vida es ser la presidenta de la empresa que colabora...,

Pero todos sus planes se vendrán patas arriba cuando conozca a la despreocupada y soñadora Camila diez años menor que ella, que sin saberlo le dejara el mejor regalo de su existencia...

"Una mujer con una hermosura sinigual con gran elegancia se movía rápidamente por los pasillos de su costoso departamento, sus ojos verdes profundos daban la seguridad que siempre la ha poseído, su traje que portaba finamente e impecable en todo aspecto, la hacía entender lo quisquillosa que era y perfeccionista en los mínimos detalles, al terminar de hacer su arreglo personal y quedar satisfecha con lo que muestra su reflejo en el espejo que decoraba su sala de estar, comienza a verificar la hora en su reloj de última generación, mirando que aún faltaba para llegar a la oficina, se sienta a tomar una taza de cafe tranquilamente"

─De acuerdo, otra vez termine muy temprano, eso es la ventaja de vivir sola.

"Se escucha un pitido de su teléfono parpadeando varias veces, pero la mujer lo mira con desinterés dispuesta a no levantar la bocina y seguir degustando su bebida y como no

queriendo opta por escuchar de nuevo los mensajes de voz"

─Señorita Jauregui soy Rachel tu ginecóloga en serio ocupo que venga urgentemente a mi consultorio...

"La mujer solo se vuelve a servir más cafe y mientras entra otro mensaje"

─Te he dicho que es urgente sé un poco prudente con tu salud Lauren, háblame de una vez y suelta ese cafe que esto es más importante.

Suspiro frustrada al no importarme menos lo que tiene que decirme, ya me lo ha dicho tantas veces solo por ir a verla el resultado no va a cambiar, en cambio, sí voy mi cafe podría enfriarse y perderá su buen sabor, noto que esta vez sí será el último mensaje de Rachel al fin, es la única en meses que ha llenado mi contestadora de esa manera tan insistente, ya ni mi padre que se la pasa concertándome citas para cambiar mis "gustos" y enderezarme por el buen camino me insiste tanto.

─Bueno solo quería decirte que hay una solución para tu problema, pero si quieres en verdad cambiarlo tendrás que venir a tomar tratamiento... Si en verdad deseas ser madre tu tiempo se te está agotando, es tu última oportunidad y no estoy bromeando.

Ahí viene esa idiotez como demonios se detectó ese problema en mí, sé que tengo treinta años pero eso no significa que este en la vejez, estoy en la plenitud de mi vida y ahora me salen con esto que si no me apuro en unos meses dejare de ser apta para traer vida a este mundo y con eso que me olvide de ser madre, sin embargo, no es que este brincando de alegría de serlo, soy una mujer independiente que me he abierto camino sola, mi éxito nadie me lo ha regalado con mi esfuerzo y con varios tropezones y como no decirlo con envidia de otros que no deseaban mi subida que me impedían hacerlo, pero mi dedicación y esfuerzo eh obtenido voz y voto como socia, no obstante no he llegado hasta aquí solo para detenerme en medio de mi vida para tener un hijo, si la naturaleza dictaminó no tenerlo no veo la razón de ponerme en su contra...

Sin embargo, a todo lo que digo y hago es tan diferente, aquí estoy en el consultorio frustrada a lo que me tiene que de decir Rachel, de en vez de ir a la junta importante de los socios mayoritarios del consejo de la empresa.

─Apúrate y dime que es lo que tengo que hacer para que me dejes en paz.

─En serio Lauren otra aquí estuviera llorándome para que le solucione el problema y tu nada más me vienes con ese cara de fastidio.