[Lara Stones] Imagen multimedia
Lara
-¡¿Que, que, que?! - Consigo decir, mientras las miradas amenazantes de mis padres se clavan en mi figura.
-Tú te lo has buscado - Continua mi padre vacilando. Cada día que pasa lo aguanto menos.No puede ser, es decir, no, me niego, no voy a ir a un internado, ni ahora, ni hoy, ni nunca. Estoy muy nerviosa, para que mentir. El hecho de ir a ese internado, del que me han hablado minutos antes, conlleva un cambio en mi vida para el que no estoy preparada y hasta dentro de mucho no estaré. La independecia. Hacer las cosas por mi sola. Ser lo suficientemente madura como para entender y distinguir lo que esta bien de lo que esta mal. Pasar las 24h del día sin quejarme. Y, sin lugar a dudas, todavia no estoy preparada.
- Lara, no podemos permitir que te expulsen otra vez, además, todo el mundo habla genial de ese internado, lo pasaras bien, te lo aseguro - Agrega mi madre con una falsa sonrisa, intentando convencerme de lo inconvencible.
- ¿Eso es todo lo que me quereis? ¿Verdad? Contais las horas, minutos y segundos para que me vaya, para descansar de una vez, quereis quitaros este peso de encima, y por una vez, os vais a salir con la vuestra - contradigo sollozando mientras subo las escaleras hacia mi habitación con la intención de hacer la maleta.
(...)
Una mano que me esta tambaleando hace que me despierte.
- Ya hemos llegado - Afirma mi madre abriendome la puerta del coche y haciendo una señal para que entienda que me tengo que bajar.
Pongo mis pies en el suelo y me incorporo observando aquello.
Giro mi cabeza a ambos lados contemplando el panorama.
Es bonito, para que mentir, me lo imaginaba mas pequeño, y sucio, y oscuro, y... Creo que voy a dejar de ver peliculas. Si. Eso será lo mejor.Camino despacio, intentando, por así decirlo, que mi estancia en aquel lugar comience lo más tarde posible.
Cuando por fin llegamos a la entrada principal nos recibe un hombre, de unos 55 años diria yo, pelo canoso casi inexistente y unas gafas pequeñas, que creo que es el vigilante, a pesar de que, si alguien se intenta escapar, con ese cuerpo grande y voluminoso que tiene, dudo que lo pueda alcanzar.
Se que juzgo demasiado por la primera impresión, pero, soy Lara Stones, eso es algo que me define.
El hombre me mira descaradamente y duda si hablar o no, asi que decido ser yo la que tome la inciativa.- Oye, que no muerdo, soy Lara, Lara Stones - Añado viendo como al señor le cambia la expresión de la cara.
- Ah, es verdad, me habian hablado de ti, adelante - Continua abriendo la gran puerta que da paso a este internado.Sigo unos metros en linea recta observando todo a mi alrededor, es grande, muy grande, y bastante más moderno que lo que pudiera imaginar.
(...)
Mis padres terminan de hablar con la secretaria, la cual, les indica un despacho. El de mi nuevo director.
Cuando llegamos a él. Observamos la puerta entre abierta que deja ver su silueta, este, se percata de nuestra presencia y nos señala con las manos que entremos.
Tomamos asiento y se dispone a hablar.- Lara Stones, ¿me equivoco? - Pregunta afirmando.
- La misma - Respondo sonriendo falsamente.
- Tenia ganas de conocerte me han hablado mucho de ti, y por lo que me han dicho y he podido comprovar tienes un caracter dificil - Rie timidamente al terminar la oración¿Dificil? ¿Solo dificil? Pues que se prepare porque desde hoy hasta que acaben las clases, el internado no sera el mismo. Estoy segura.
(...)- Hija, te echaremos mucho de menos, vendremos a visitarte minimo una vez al mes, te lo prometo - Murmura mi madre mientras cierra la puerta del coche. Y lentamente este se aleja hasta que no se puede ver nada de él.
¿Pretende que me crea que vendrá a verme? ¿Enserio? Tan bajo no caigo como para saber que mi madre no va a venir a verme ni un dia, y apuesto lo que se a que asi será.Con mi maleta en la mano, me adentro por segunda vez en este recinto y camino hasta la secretaria, la cual tiene la llave de mi habitación. Por lo que me han contado, las habitaciones son por parejas, asi que rezo, porque la mia no sea la tipica rubia, alta, y puta popular que hay en todos lados. Ya que en tal caso, problablemente no aguantara ni medio segundo compartiendo espacio con ella. Tomo la llave entre mis manos y me dispongo a subir a la tercera planta donde se situa la 207, número que me acompañará hasta las vacaciones.
- 205, 206, 200... 7 - Hablo para mi misma al encontrarme delante de esta.
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Desafio/¿Te atreves a adentrarte?
Novela JuvenilTodos hemos tenido que madurar queramos o no. A veces la vida nos gasta esa pequeña putada y nos hace cambiar los esquemas. Y entonces, es cuando tu mundo cobra de una vez por todas sentido. 2 personas, una guerra, un internado, ¿vencerá el amor o l...