descubierta; camren.

Capitulo 44: Fase de negación

[Lauren]

Había terminado de hablar hacía varios minutos pero ninguna decía nada, ningún maldito comentario o palabras de apoyo salieron de sus malditas bocas. Solo me miraban en silencio, Normani con los ojos abiertos, perpleja de lo que acababa de escuchar, y Alexa igual de indiferente que siempre.

- Pues yo me la habría tirado

- ¡Alexa! -Le regañó la morena, cosa bastante hipócrita, ya que sabía de sobra que ella pensaba lo mismo.

- Sé lo que me vais a decir, ya lo sé. Joder, hacerme caso que entiendo mejor que nadie el quererme tirar a Camila, solo con pensar en ella me mo...-

- Lauren, ve al punto.

- Oh, sí. Pues eso, que no pude.

- Le tenías en su jodida cama dispuesta a hacer cualquier cosa y sus padres no estaban en casa. Si llega a ser Minzy no me lo pienso dos veces.

- Tú no puedes entenderlo porque piensas con la panocha, cállate. -respondí con molestia, pretendiendo ofenderle pero nada más lejos de la realidad. La rubia tan solo se limitó a apartar la mirada con una sonrisa y seguir fumándose su cigarrillo mientras se recostaba en la pared. En ocasiones me encantaría tener esa firmeza en la vida que poseía Alexa, aquella que le permitía hacer todo lo que se le antojara sin importarle el qué dirán. - Tú me entiendes, ¿verdad Normani?

- E-eh, sí, claro. Es comprensible que no hicieras nada, después de todo tienes novio.

- ¡Podrías hacer un trío!

- Alexa, que te calles.

- Bah, voy a llamar a Minzy -y se marchó con el teléfono en la mano y esa sonrisa de idiota que siempre se le formaba al pensar en su novia universitaria.

Acababa de contarles a ambas lo sucedido el fin de semana en casa de Camila y ninguna decía lo que yo quería escuchar, ya fuera porque la rubia solo tenía comentarios igual de pervertidos que su persona, y Normani no aceptaba mi situación.

- ¿No vas a dejar a Mark?

- Ni de coña. Solo me falta eso para que mis padres me echen de casa.

- Ya te he dicho que podrías venirte a la mía.

- Soy menor.

- Y tus padres idiotas, no veo el problema.

- No es tan sencillo, Normani. No puedo irme así porque sí, no le haría eso a mi madre.

- ¿Entonces qué? ¿Vas a olvidarte de Camila? -asentí con firmeza, intentando aparentar esa confianza que no sentía, y en respuesta, a mi mejor amiga no se le ocurrió mejor idea que reírse en mi maldita cara. - Venga ya, Lauren. Llevas diciendo lo mismo todo este último mes.

- Déjame, que esta vez va en serio.

- Claro, como digas -respondió con ironía, distrayéndose con su móvil antes de que yo pudiera replicarle nada, aunque tampoco pensaba hacerlo. No tenía fuerzas para defender una postura que ni yo creía real.

Más tarde, cuando terminó el receso y volvimos a las clases, me encontré a Mark esperándome en la mía. Llevaba dos batidos en las manos y estaba sentado en mi sitio, mirando por la ventana como buscando a alguien. En estos momentos estaba completamente seguro de que si no fuera por la existencia de Camila, podría enamorarme perdidamente de el.

- ¿A quién buscas? -pregunté apareciendo por sorpresa a su espalda. El se giró, dando un pequeño brinco por el susto y luego sonrió.

- Te esperaba a ti.