Abrió los ojos lentamente y lo primero que lo golpeó fue una sensación de absoluto abandono azotando su pecho. Se examinó haciendo breves contracciones de músculos. Zonas con dolor, zonas neutras, pero entero. Se removió entre las sábanas y pudo ver un verde infinito a través de la ventana, un cielo sólido y deprimido, y un cuerpo que le pareció surrealista dentro de aquel cuadro. Un torso desnudo, atlético, una mente deforme. Era eso lo que disparaba las alucinaciones de Hiroki.
Ya no tenía el control, ni la valentía, ni su dignidad.
La mente de Sudou era un desorden. Era el momento en que su paranoia y sentimientos de culpa se hacían más vehementes. Ahora no podía hacer que Hiroki lo quisiera. Sólo tenerlo confinado en ese cuarto en un lugar lejano y desierto. ¿Quién cuidaría de él si le pasaba algo?
Un motor se escuchó a lo lejos.
Hiroki también lo escuchó. Se encontraron sus ojos y sus expresiones graves.
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El detective estuvo trabajando con todo su entusiasmo en último caso que se le cruzaría por delante mientras estuviera con vida.
El nuevo reportaje que llegó a sus manos antes de ser publicado en el periódico rezaba: "Muere oficial de policía cerca de casa aparentemente abandonada"
-¡robachicos! -gruñó apretando los puños.
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Hola de nuevo!
Maldita inspiración nunca está cuando la necesitas u.u
Eso, y que he tenido muuuucho trabajo... Mil disculpas por la tardanza ╥﹏╥
