Seguir un sueño es más complicado de lo que parece

¿Qué sueñas tú?

Son las cuatro de la mañana y yo debería estar durmiendo. O, al menos, intentarlo. Pero, estando en la cama, mi cabeza se puso a hablar y volví a pensar en esto. Y debía escribirlo. Por mí, por ti, por quien sea.

Es muy frustrante, ¿verdad? El querer hacer algo, sentirlo en el corazón, la cabeza y todo tu maldito ser, y que alguien venga e intente pisotearte. Que incluso te hagan dudar. Pensar que si fueras un árbol y ellos un viento muy fuerte, tal vez el tronco falle y adiós al árbol. Adiós a lo que sea que te mantiene vivo. Porque, si te pones a pensarlo ¿no es eso lo que te mantiene con vida? Tener algo que te haga continuar. Aunque otros digan que es una locura ¿no crees? Porque a mí me pasa. Más seguido de lo que me gustaría. Hay días en los que los comentarios me los paso por donde tú te puedes imaginar, pero hay otros días en los que duelen. Cada vez menos, todo sea dicho, pero duelen. En fin, te voy a contar mi historia. Mis sueños. Los "deberías ser más coherente" de ellos.

Los libros han estado conmigo desde cuando mi memoria llega. Y posiblemente más atrás. Cuando era pequeña me leían, recuerdo incluso algunos libros. Mis "por favor, lee un poco más" antes de irme a dormir. Cuando aprendí a leer, no sé, creo que fue de las mejores cosas que me han podido pasar en la vida. Los libros, las historias que hay en mi cabeza, cada frase suelta que se me ocurre, eso es mi mundo. Mi mundo está dentro de mi cabeza y en las estanterías de mi habitación. Entonces, como quizás has podido deducir, yo me quiero dedicar a esto. No me imagino un futuro en el que no esté escribiendo cualquier cosa. No sabría vivir así. Si viene alguien y me quita mis libros y la biblioteca que tengo en la cabeza... ¿cuál sería el punto de seguir viva? O sea, piénsalo, si te quitan lo que más amas en el mundo ¿qué sentido tendría continuar? Y ahí empieza mi frustración. El necesitar mejorar cada día y ver a veces que no puedo. El estar horas delante del ordenador y no ser capaz de escribir más de dos o tres frases. El llevar muchos años (llevo escribiendo desde los once) y ver que personas que llevan muy poco tiempo lo hacen mejor que yo. Eso, es frustrante. Entre mis necesidades de mejorar y el enfrentarme a las cosas que me rodean, vivo en un continuo estado de frustración y cansancio. Porque esa es la gran verdad, estoy cansada. Cuando sientes que no mejoras, que la gente no te dice "vaya, realmente parece que te has esforzado", te cansas. Quieres mandar a todo el mundo a la mierda. Piensas "no te mereces mi esfuerzo", "no te mereces nada de lo que hago".

¿Por qué no te dedicas a algo más normal?

¿Por qué no sigues una carrera y te aseguras un buen futuro?

¿No te cansas de tener esa mentalidad tan infantil?

Tú no comprendes cómo es el mundo y lo único que haces es soñar.

¡Ya no eres una niña!

Yo comprendo cómo es el mundo. Sé que no soy una niña. No voy a seguir una carrera que me asegure un futuro que no sea el que yo quiero. Esto es lo normal para mí. Claro que sueño, eso es lo que hace que tenga un mínimo de interés en este horrible lugar.

Pero mi sueño no se basa únicamente en ser escritora. Oh, no, para nada, yo sueño muy a lo grande. Dicen que el hogar está donde está tu corazón, pero no todos los corazones laten igual. Yo quiero ser escritora y vivir en Japón. ¿Por qué Japón? Porque es la forma en la que mi corazón late. Y esto, obviamente, es una buena razón para recibir burlas y risas. Incluso de profesores. Amigos. Algunos familiares.

Me prometí a mí misma que lo conseguiría. Que a pesar de todo, pase lo que pase, lo conseguiría. Y mi promesa está tatuada en mi brazo. Es mi recuerdo diario de que, haga lo que haga, desee lo que desee, lo tendré que hacer sola. Y si estoy sola ¿por qué piensan ellos que pueden opinar algo al respecto?

Voy a tenerlo algún día. Voy a conseguirlo algún día.

¿Sabéis qué pondré en la dedicatoria de mi primer libro? "Para los que no creyeron en mí, para los que se rieron y me dijeron que no lo conseguiría. Para todos vosotros: yo tengo un libro y vosotros no."

Si te pasa como a mí, si por tu maravillosa cabecita de persona soñadora ha pasado la idea de que no lo conseguirás. ¡Joder! ¡No pienses en eso! Y muchísimo menos si te lo dicen terceras personas. Lo más importante para ti eres tú. La persona que controla tu vida, aunque a veces no lo parezca, eres tú. Si puedes decidir si quieres seguir viviendo o no, ¿no eres también quien decide si cumplirá su sueño o no? Piénsalo.

Conozco a personas que se arrepienten de no haber intentado cumplir su sueño y que, aunque no me parece nada bien, piensan que ya no podrán hacerlo.

La verdad es que no sé quién eres, no sé si alguna vez llegaré a conocerte, si te podré mirar a los ojos o si escucharé cómo es tu voz, pero, a pesar de estas cosas, aunque te sorprenda, yo confío en ti. Yo pienso "¡joder, claro que lo conseguirá!" Así que espero que pienses lo mismo. Por favor, te lo pido de corazón, no seas como esas personas que dejaron de lado su sueño y ahora se arrepienten. Si hay algo que ames hacer y quieres que tu futuro se base en eso, ¡hazlo! ¡Hazlo, por favor! Dedícate en cuerpo y alma a eso. Ignora los comentarios negativos, aunque sé mejor que nadie que a veces es complicado hacerlo, y que te hacen dudar, pasa de ellos. Si tienes que mandar a alguien a la mierda, hazlo. Recuerda que tú eres el dueño de tu vida, y por lo tanto, de tus sueños.

Porque yo sé quién soy, pero no quién llegaré a ser. Y el descubrirlo depende total y únicamente de mí. Y espero que tú sepas quién eres, y te esfuerces por saber quién llegarás a ser.

La mayor locura no es intentarlo, es no hacerlo.

Así que, recuerda, estés donde estés y sea lo que sea que quieras hacer, aquí hay alguien que confía en ti. Y solo te pido que tú confíes también en mí.

Si estás leyendo esto, quiero que sepas que, por alguna razón, te quiero. Creo en ti.

¡Suerte!