Decisiones llegan y se van. Algunas son volátiles, pero cuando se trata del Amor, las desiciones suelen ser la más crueles y hostiles.
Cuando Julia decide ser independiente, ella recibe los mejores consejos de sus seres que le aman. Buscar trabajo...
El calor azotaba en nuestra recámara. Era difícil aclarar nuestras ideas, tener solo dos días para crear algo único, era completamente desconsiderado; me sentía invalida, incapaz de poder llegar al objetivo... aunque siempre se me dio por complacer a los demás. Esta vez sentía impotencia de no poder lograrlo.
No pude dormir en toda la noche.
-¿Ya se te ocurrió algo? -fue la voz de Ash lo primero que me saco de mis pensamientos.
No comprendía como es que siempre se levantaba tan fresca y tan de buenas.
-Aún nada... ¿y a ti? -devolví con desánimo.
-¡Ya! -exclamó aliviada -. Será un lego.
La risa brotó en mi, fue dicicil contenerla. Realmente imaginarme un lego fue algo tan absurdo, estaba segura que no era lo que esos ricos buscaban. Ashley no se inmutó.
-¡¿Es enserio?! -seguía sin creerlo.
-Muy en serio -remarcó con firmeza.
-¿Estás segura de que eso los impresionará? -levante una ceja.
-No se trata de impresionarlos bombón, se trata de sorprenderlos.
-Te recuerdo que eso no fue lo que ella dijo -hable con franqueza.
-Tu eres la que haces lo que dicen... Yo no -escupió con descaro.
Sus palabras fueron como una bofetada, pero era cierto. No tenía nada en mi defensa.
-Lo siento bombón, sabes cómo soy -reaccionó.
-¿Qué es mejor tener la razón o ser feliz? -de pronto solté.
Nos miramos con seriedad. Al otro segundo estábamos riendo. Esa tarde teníamos que ir a buscar el material. Eso estaba bien, tal vez se me ocurriría algo mirando todo ahí.
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Las camionetas con sus respectivos choferes nos esperaban, todo el viaje fue asombroso, mirar los edificios, la gente llevando sus rutinas cotidianas, era todo un deleite. El lugar al que nos llevaron se llamaba Morris. No había cosa que no encontraras ahí, desde lo más simple hasta lo más complejo.
El camino de regreso fue todavía más gratificante y alentador. Tuve por fin una idea. Tal vez no era de lo más grandiosa, pero sé que traería una satisfacción a mí misma.
Ash, Fede y yo, no perdimos tiempo y nos dedicamos de lleno en nuestros proyectos.
- ¿No extrañas a tu chico guapo? -murmuró Ashley mientras trabajábamos en nuestra computadora.
Sonreí, negando con la cabeza. -Estas loca. No es mi chico... -devolví.
Ashley levantó una ceja. -Aún...
Reí con más fuerza. -Deja que me concentré ¿quieres?
-Díselo a el -movió la cabeza hacia la entrada del gran salón.
