Capitulo 4. Columpios.

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Desde ese dia, ella no me ah hablado, no hemos cruzado las mirada, me ignora, lo que hace eso mas extraño de lo que es.

Ella me mira diferente.

Actua diferente.

Ella siempre parece estar calcuando todo a su alrededor.

Me mira constantemente.

Lo cual eso me da...

Miedo.

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Ya un mes de lo ocurrido, entre a la sala como siempre y me sente al lado de Daniela, platicamos acerca de las manzana verdes y las roja, cuales tenian mejor sabor, Dani decia que las verdes pero yo decia las verdes. Despues de la platica, cambiamos de temas a los deporte particularmente al tennis. Entonces derrepente algo impacto en mi mesa, al mirar al frente de mi mesa habia un cubeta llena de manzanas rojas. Mire a la persona que dejo aquello en mi mesa. Era la chica rara, era Paula, con una sonrisa que llegaba a penetrarme.

-¡Un regalo para una mejor amiga por siempre de todo el mundo!-exclamo haciendo que todos nos miraran, senti como mis megillas se acaloraban.

-No era necesario.

-Si lo era, te gustan ¿no?, estonces a mi tambien me gustan, ten quedate las todas te la mereces por ser una buena amiga.

-Pero nosotras no somos amigas-levante la voz.

-Claro que lo somos, lo prometimos en kinder. Tal vez... me hayas olvidado por que ah pasado mucho tiempo, pero eso no importa- me agarro las manos-por que estas conmigo ahora.

-Ah...¿ahora?.

-Ahora y para siempre- al decir aquello, de inmediato la profesora de historia entro. Un miedo extraño me provoco escuchar eso, Daniela me preguntaba sin cesar que sucedia pero yo no decia respuesta alguna.

Al terminar la clase, cuando la profesora salio de la sala, Paula me agarro de la mano y me llevo alguna parte. Muchas veces intente safarme pero sin exito alguno, aun que debia medir 1,56 tenia fuerza y no de la poca. Llegamos a sus columpios en lo cuales siempre ella sentada estaba.

-Para usted, aqui te puede sentar- dijo señalando el asiento.

-Yo...- me agarro nuevamente de brazo y me obligo a sentarme, aun que hice pelea por ello, no me iba a sertar con esta tipa tan rara. Pero al fin y al cabo me sento.

-Oh... ¡vamos!, yo quiero ser tu amiga pero tu no das nada de tu parte. Somos las mejores amigas, comportate.

-¡No soy tu mejor amiga y jamas lo sere!- Grite arta, me levante de golpe pero esta de un empujon me tiro al suelo, se sento en mi estomago y se acerco a mi rostro.

-Tu no te vas- dijo con un tono de bastante seriedad.

-¿¡Que haras para impedirlo?!.-entonces saco algo que no me imaginaba ni en mis sueños, saco una cuchilla de su mochila, iba a gritar pero esta me tapo con sus manos.

-Silencio, grita y te lastimare. Tu eres mi amiga y nadie puede estar contigo, ecxpeto yo. Ni Daniela, ¡No hables con ella!.-Intente gritar al escucharla, pero esta empezo a lastimas mi brazo con su cuchilla.- ¡Silencio, ya te lo eh dicho!.- mis lagrimas salieron por mi ojos, esta saco su cuchilla. Seco mis lagrimas- Bueno, puedes hablar con Daniela y Hector pero nadie mas, pero me entero que Hecto te ama,¡ no hablaras mad con el!, o si no pagara sus concecuencias, ¡por que tu eres mi amiga!, ¡nadie mas que mia!- ¿Ahora era suya? Desde cuando esto de volvio 50 sombras de Grey, bueno de Paula pero que verga pienso,.ahora como salgo de este rollo. Se levanto de mi estomago y me ayudo a pararme.- bueno mañana nos veremos otra vez, te traere un regalo, espero que te gusten los pasteles, adios- beso mi megilla- se marcho, pero despues de unos cuatro pasos lejos de mi se detuvo y exclamo- ¡No le digas a nadie esto por favor! Oh... te arrepentiras- su sonrisa me dio escalofrios.

¡Me encantas!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora