CAPÍTULO 2

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Es bastante tarde, el profesor acaba de entrar << ¡Rayos! Espero que no me vea. >> Pensó.


Profesor: Señorita Cabello, gracias por su compañía, especialmente cuando llega 20 minutos tarde. – Estaba bastante molesto.

Camila: Lo siento profesor, no fue mi intención, yo solo estaba... - Pensaba en una excusa.

Y: Estaba esperándome – Dijo con prepotencia, entrando al salón detrás de Camila y rodeándola con su brazo – ¿Hay algún problema?

Profesor: No, claro que no. Tomen asiento. – Parece que... ¿se disculpaba?

Austin: Está bien – Dijo mirando directamente al profesor, luego susurró en el oído a Camila - ¿Qué pasó amor por qué no me esperaste?

Camila: Lo siento, te esperé pero ya era muy tarde. – Dijo en susurros.

Austin: No me importa si me tardo toda la mañana, tu deber es esperarme, eres mi novia. – Alzó un poco la voz.

Camila: Tranquilo, no fue nada.

Austin: Te perdono pero dame un beso ahora. – Dijo acercándola con su brazo.

Camila: El profesor dijo que nos sentaram... - La besó a la fuerza.

Austin: Ves que no te cuesta nada. – La tomó del brazo y la sentó a la par suya.


Camila sacó su cuaderno, el profesor empezaba a hablar. Austin no había quitado su brazo de sus hombros y saludaba a sus amigos. Entonces le cayó una bola de papel en la oreja.


Dinah: Hola Mila – Decía en susurros – ¿Dónde rayos estabas?

Camila: Lo siento, estaba en el estacionamiento esperando a Austin – Dijo en voz baja.

Profesor: Señoritas estoy dando clases

Camila: Lo siento profesor – Dijo – Hablamos en receso – Le susurró a Dinah.


Luego giró para saludar a Ally y a Normani, les tiró un beso con la mano. Sintió que alguien la observaba pero no prestó atención. Seguramente era uno de esos amigos de Austin.


Terminó la clase y tenían 10 minutos para ir al siguiente salón. Salieron al pasillo, Camila casi arrastrada por Austin y sus amigos. No dejaban de comerla con la mirada, a Austin le gustaba exhibirla como si de un trofeo se tratara.


Camila: Se me hace tarde Austin.

Austin: Tranquila amor, sólo te presentaba a mis amigos.

Camila: Sí, claro.

Austin: ¿No empieces quieres? Eres mi novia y mis amigos deben saber que no deben meterse contigo. Ahora ven. – La tomó del brazo y la besó. – Te veo en el almuerzo.


Austin se dio la vuelta y sus amigos lo felicitaron como si hubiera ganado las olimpiadas.


Ally: ¡Mila!

Camila: ¡Hola Ally! – La abrazó, luego se unieron Dinah y Normani. – Hola chicas.

Normani: ¡Cielos pensé que nunca iba a soltarte! – Replicó.

Camila: Lo siento chicas, ya saben como es.

Dinah: Parece un mosquito atrás de ti.

Camila: Ya tranquilas, las siguientes clases las tenemos juntas, sólo nosotras.

Dinah: Eso espero, por que el verano pasado a penas te vimos, pensamos que te habías muerto, estaba por mandarle flores a tu madre.

Normani: ¿Y qué hicieron en verano?

Camila: Pues nada, me llevó a lugares caros y ya. Mi madre estaba encantada con él.

Dinah: No! ¿Lo hicieron?

Camila: ¿Qué dices? ¡¿Cómo crees?! ¡Claro que no!

Ally: Ves te lo dije Dinah, nuestra Mila es una Santa – Decía alegre Ally mientras la abrazaba con orgullo.

Dinah: Bueno cuándo lo hagan tienes que decirnos, tengo que estar ahí en la primera vez de mi pequeña Mila – La agarró de las mejillas.

Camila: Cállate Dinah y entremos de una vez.





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