Capítulo 4

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-No hay tiempo para ser cuidadosos ahora Ana. ¡Corre!- ordenó Isaac tomando a su hermana de la mano. Corrieron como nunca lo habían hecho, los Pics les seguían de cerca y él tuvo una idea -. Tenemos que perderlos- gritó- ellos no saben escalar. Ves el árbol alto al final del sendero, súbelo. Yo me encargare de desviarlos para que tengas más tiempo. Pase lo que pase no bajes de ese árbol, yo volveré por ti -. Era una idea brillante., sin embargo un pensamiento lo asalto: ¿y si los Pics la seguían a ella? Anheló que no fuera así y drásticamente cambio de dirección hacia la izquierda.

Miró a sus espaldas. Bien, los Pics giraron, el líder, el segundo, el tercero, el cuarto, ¡Maldición! El resto no se percató de que el líder había cambiado su rumbo y ya estaban en los talones de la pequeña.

-Demonios Isaac, no funcionó del todo- pensó ella y aceleró. Le faltaban 20 metros para llegar al árbol, 15,12 y perdió el equilibrio. Un Pic se lanzó contra sus pies haciéndola caer. Pensó lo peor y cuando estaba lista para ser atacada una sombra corrió junto a ella golpeando al Pic que la había hecho caer.

- ¡Hey!- Inmediatamente el muchacho le ofreció la mano para ayudarla y Ana la aceptó sin dudarlo. Una vez que estuvo de pie, el chico miró a su alrededor y sonrió al ver el final del terreno, una colina inclinada que empezaba justo después del árbol al que ella iba a subir. El nuevo individuo chifló de una manera que ella no había escuchado: fuerte y ensordecedor y seguido de ese chiflido una chica de cabello rubio amarrado en una coleta salió de lo alto de uno de los árboles; llevaba en las manos una antorcha prendida y la agitó frente a los 2 Pics que quedaban. Un chico moreno llevaba una lanza improvisada con la que golpeo a los Pics que seguro estaban confundidos por el fuego. Ana sintió un jaloneo pues el muchacho al que le había dado su mano ya había empezado a correr hacia la dirección que vio antes. Ella se asustó; el tipo no frenaba el paso y ya se acercaba el final del terreno. ¿De dónde habían salido estas personas?- se pregunto, quizás estaba soñando pero no podía ser un sueño, era demasiado real. Miró al chico que la llevaba: alto, cabello negro, era fuerte como su hermano; ¡su hermano! ¿Qué le habrá pasado?- quería saberlo sin embargo cuando llegaron a la colina inclinada el chico de cabello negro la empujó y ella cayó colina abajo dando tumbos. Mientras caía pudo ver cómo un Pic atacaba a su "defensor" y éste se protegía con una rama que usaba de apoyo.

De pronto ella aterrizó en una superficie metálica que tenía una tapa y ésta automáticamente se cerró por la caída tan fuerte, dejándola dentro. A oscuras. A salvo. Tenía el corazón muy acelerado, le costaba respirar y no tardó en perder el conocimiento.

El chico moreno se abalanzó sobre el Pic que estaba a punto de morder el brazo de Isaac que yacía en el suelo. Los otros 2 Pics los había pateado la chica rubia, ahuyentándolos.

-¡Que demonios fue eso!- grito Isaac exaltado tirado aún en la hierva y mirando al chico moreno y a la muchacha rubia. Ambos llevaban lo que parecía ser una pañoleta que cubría de su nariz hacia abajo, seguro protección para las toxinas, pensó Isaac.

-Ya, tranquilo. Pensamos que necesitabas ayuda, eso es todo- respondió la chica confundida.

-No me refería a la ayuda, gracias por cierto. Es que... creí que nadie había sobrevivido al estallido. Los que lo hicieron se largaron de aquí inmediatamente. ¿Por qué se quedaron? -pregunto ansioso. Quiso levantarse mas se quedó con las ganas, cayó rotundamente al apoyar su pie derecho en el suelo. No podía creerlo, comenzó a sentir dolor, mucho dolor que probablemente la adrenalina escondió momentos antes. Se levantó el pantalón para echar una mirada a su pie y se quedó atónito. La carne le sobresalía de la parte superior a su tobillo, sangraba mucho y temía que pudiera infectarse.

-Eso es grave- dijo el muchacho moreno- es mejor que lo curemos pronto.

- ¿Tu crees? - Ironizó Isaac- necesito llegar a casa y ahí me vendare y desinfectaré, luego la herida sanará, si quieren vengan les servirá de refugio y podrán decirme lo que saben. Mi hermana hace un té delicioso que...- las palabras se le quedaron en la garganta. Lo único que tenía que hacer, su misión principal era resguardar a su hermana y había fallado.- ¿Dónde esta ella?- miró a la chica como si ella la tuviera- ¡Donde está Ana! - intentó levantarse y salir corriendo a buscarla pero nuevamente cayó. No se iba a rendir por tercera vez se levanto y el muchacho moreno lo ayudo, Isaac caminó cojeando un pequeño tramo dejando a sus acompañantes atrás y se detuvo cuando se percató que no podría buscarla en esas condiciones. Emitió un gemido y pensó todas las probabilidades que ella hubiera tenido. Cuando pensó que podría estar muerta las lágrimas cayeron por sus mejillas. Los chicos se le acercaron por detrás y el muchacho le tomó el hombro.

-Escucha, no pienses lo peor hermano. Quizás ella esta bien.

Isaac hizo caso omiso a lo que le acababan de decir. No podía pensar en otra cosa. ¿Cómo fue capas de dejar que corriera sola? No se lo perdonaría jamás. Al alzar la vista, un joven de cabello negro con una rama de apoyo se acercó al pequeño grupo.

-¿Qué pasa hermano?- se dirigió a Isaac al verlo llorar -. ¿Todo bien?- continuó y miró a los chicos a las espaldas de Isaac que negaron con la cabeza y fue el muchacho moreno el que se animó a darle la noticia- Nuestra camarada tiene una herida grave en el pie. Seguro que un animalejo del infierno lo atacó. Dice que puede ir a su casa y que podemos acompañarlo, aunque no sé que tan retirada nos queda.

-¿Es cierto? - El muchacho de cabello negro se dirigió a Isaac que asintió con los labios apretados - ¿Que tan lejos queda tu casa de aquí, hermano?

-No lo se, está fuera del rango de La Zona.- apenas pudo escucharse, las lágrimas le caían por las mejillas.

-¿La Zona? ¡Habla claro! Que es eso.

-La Zona, es... son mas de 90 kilómetros a la redonda de lo que fue el estallido del rector. ¿Así está claro?

-Si, así está claro- afirmó el chico de cabello negro- me agradas. ¿Cómo te llamas, chico?

-Isaac - afirmó mirándolo a los ojos.

- ¡Oh! Hay otra cosa- interrumpió el muchacho moreno- esta preocupado por su hermana...

- ¿Tu hermana? - Repitió el chico de cabellera negra- no será una niña de ojos verdes ¿o si?


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GRACIAS POR LEER :')

Si tú vas, yo tambiénDonde viven las historias. Descúbrelo ahora