Repentinamente Akira abrió los ojos y un segundo después recordó todo lo que había pasado, pero se sorprendió al no notar ninguna presencia a su al rededor y pensándolo bien, que él recordase estaba en el fondo del mar de la dimensión donde supuestamente encontraría la flor se loto, entonces ¿qué mierdas hacía atado por unas algas en una especie de ataúd que más bien parecía un cofre? ¿cómo había llegado allí?
Cuando intentó liberarse una pequeña descarga le erizó toda la piel, que él supiera las algas no tenían ese poder, se le ocurrió que quizás alguien había usado una especie de magia o algo parecido, pero ¿quién? Por supuesto que las sirenas que lo atacaron ¿Quién de todas era la más poderosa? Estaba claro que Aqua, la del canto letal, además tenía por arma un tridente, él tenía entendido que el tridente era el símbolo de poseer el mayor poder mágico de combate, y había sido la primera en atacarlo. Aún así había algo más que le inquietaba, era el hecho de que Idia lo hubiera atacado con un libro ¿por qué un libro?¿por qué no una espada como Nora, o una daga, inclusive un látigo? ¿qué tenía el libro de especial? «Bueno, además de que, claro está, el agua no le afectaba» pensó Takeshi.
En ese momento entendió que su forma de actuar se debía a que Aqua era sumamente importante en ese lugar y que la forma de actuar de Idia sólo había sido para despistarlo, pues era muy posible que se debiera a que había sido dotada con un poder de tipo mágico que al mismo tiempo era como el poder de un esper, claro que también podía darse el caso de que tuviera la fuerza necesaria para manejar un poder esper y uno mágico. Sin embargo, en ese caso la fuerza vital de ella estaría muy por encima de la suya y le resultaría casi imposible de vencer.Sacudió la cabeza para alejar esos pensamientos de su mente y las algas volvieron a darle una descarga pero esta vez fue un poco más fuerte. Se quejó por lo bajo y susurró un conjuro. Cerró los ojos cuando terminó de susurrar, durante un momento se sintió acorralado, con frío, con vértigo y refrescado, cuando volvió a abrir los ojos se vio a si mismo acostado en el ataúd de cofre atado a él con las algas "eléctricas". Se dirigió flotando a lo que parecía un castillo donde creyó que vivían las sirenas guardianas.
Al llegar el primer pensamiento que cruzó por su cabeza fue "Debo acabar con Aqua antes de que se den cuenta de mi presencia y Nora e Idia me vuelvan a atacar". Vagó flotando por los alrededores del castillo hasta encontrar a Aqua. Al verla instintivamente conjuró un hechizo para inmovilizarla, sabía que tenía que actuar rápido pues el efecto del hechizo podría desaparecer rápido si se daba cuenta del conjuro y las otras dos notaban su presencia. No obstante no había ningún hechizo o arma que pudiera causarle el daño suficiente para dejarla inconsciente, a menos de que utilizara la magia demoníaca prohibida, aunque no era seguro, se estaría arriesgando mucho, de todos modos no tenía otra opción.
Respiro hondo y mandó todo a la mierda. Invocó un hechizo nunca antes pronunciado y al instante Aqua,Idia y Nora perdieron demasiada energía, el poder de la magia demoníaca prohibida fue tal que su magia no podía combatir con ese conjuro para contrarestarla. Cuando se sintió seguro dejó que las sirenas notaran su presencia, le preguntó a Idia y Aqua dónde se encontraba la flor de loto.
-En lo más alto del castillo -respondió Aqua.
-Literal -susurró Idia, para su suerte Akira no la escuchó.
Se dirigió a lo más alto del castillo y cuando llegó se sorprendió al no ver nada, la flor no estaba allí, lo habían engañado, aún así de alguna manera ya se esperaba aquello. Era obvio que no le dirían la verdad, y lo peor era que su poder mágico se agotaba rápidamente por la magia demoníaca prohibida. Recordó que Idia había susurrado algo que no alcanzó a oír, se concentró mucho para proyectar en su mente los movimientos de sus labios para saber qué decía.
"Literal" ¡Esa era la palabra! Salió y flotó hasta la punta más alta del castillo. Ahí estaba, se encontraba justo frente a él, la flor de loto que tantos pinches problemas le había causado.
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La Amiga Comprensiva
RandomMin es una joven de 16 años con una maldición, la cual hace que todo chico del que se enamora se enamore de alguna de sus amigas. Sin embargo, Min no es una chica común y corriente como todo el mundo piensa, ella es especial. Esto se debe a que al m...