Sentimientos Ocultos - Junjou egoist

CAPITULO 5 Rival.

---Hiroki---

Mi hermano tenía una expresión de tristeza en su rostro, él tiene el cabello de igual color que yo y ojos color azul cielo como los de nuestro padre, me duele verlo de esa manera, sufriendo por dentro pero fingiendo con una sonrisa que no pasa nada, que se siente perfectamente bien, eso duele, ambos sufriendo por amor, que ironía.

-Vamos a mi habitación. –comente y lo tome de la mano.
-¿Ah? Pero tenemos que ir... -comento Nowaki.
-Lo siento su alteza, pero debo hablar con mi hermano menor, así que Tsumori se encargará de su protección.
-Pero que...
-Se lo ruego, -hice una reverencia- permítame quedarme con mi hermano.
-Tsss siempre encuentras la manera de convencerme, -chasqueo la lengua- está bien, pueden quedarse, yo iré a la Universidad.
-Muchas gracias. –sonreí.
-Pero conste que no se quedará así eh. –me miro.
-¿Q-Qué? –me sonroje.
-Yukito, ¿cierto? –pregunto Nowaki y mi hermano asintió- nos puedes dejar a solas por favor.
-Claro, -comento mi hermanito- te espero en el pasillo de arriba.
-Sí. –sonreí.

Mi hermano subió las escaleras y Nowaki me acorralo en la pared.

-¿Por qué rayos le sonríes así? –gruñó.
-¿Cómo así su majestad?
-NO TE HAGAS, -me miro- Esa sonrisa jamás me la has mostrado.
-¿Debería? –cruce los brazos.
-Sí, -me tomo del mentón- no comprendo cómo te muestras más sumiso y tranquilo cuando estamos en la intimidad y ahora eres tan salvaje.
E-Eso... -me sonroje.
-AH, -suspiro pesadamente- no puedo entenderlo, solo eres sincero cuando estas en mis brazos.
-YA CÁLLESE Y VAYA A LA UNIVERSIDAD.
-Hai, hai, -me beso- para mi suerte.
-Idiota.
-Y ahora...

Me tomo de la cintura y me beso apasionadamente, gemí al sentir sus dientes en mis labios, su lengua se entrelazo con la mía, no puedo resistirme a sus besos, son tan bueno...

¿Por qué rayos es un buen besador?

-Nos vemos después.
Me beso la frente y salió junto con Tsumori.

Suspire y subí a los pasillos y encontré a mi hermanito viendo su celular con nostalgia, mientras algunas lágrimas rodaban por sus mejillas.

-Yukito... -murmure.
-H-Hiroki. –me miro y se limpió sus lágrimas.
-¿Qué ha pasado? –me acerque a él y lo abrace.
-Soy un fracaso Hiroki, yo no soy nada bueno...
-Tranquilo hermanito.
-Solo sirvo para ser utilizado, jamás podre...
-Vamos.

Tome su mano y lo lleve hasta mi habitación, lo senté en la orilla de mi cama y le di un vaso con agua.

-Tranquilo hermano, -acaricie su cabello- ¿Qué ha pasado?
-Hiroki, no puedo soportar todo esto, -sollozo- no sirvo para amar ni para ser amado.
-¿Por qué dices eso?
-Primero por Natsu, la persona que me gustaba cuando tenía 17 años, lo quería pero él solo salió conmigo porque era una apuesta que perdió, y ahora cuando me enamore de Takeshi y salgo con él, y-yo...
-Yukito.
-Me entregue a él, porque pensé que me amaba como yo a él, pero simplemente me dijo que era uno más de su lista...
-¿Takeshi? ¿Él primo de Nowaki?
-Sí.
-Maldición, ese idiota... -masculle.

Takeshi junto con Nowaki son conocidos como mujeriegos, andan de mujer en mujer, sin tener una relación estable, aunque Nowaki es menos descarado que Takeshi, ya que él otro las seduce para conseguir acostarse con ellas.

Nowaki él, es diferente, él solo sale con ellas, las besa y las acompaña pero no la cambia cada día, o las seduce, al menos que yo sepa.

-Fui un tonto, lo siento. –sollozo.
-Yukito hermanito, -lo abrace- no lo eres, jamás podrías serlo.
-Pero yo me...
-No pienses más en eso, no quiero que te atormentes, yo sé que encontraras al indicado, solo no te desesperes.
-No quiero creer en el amor, ya no quiero hacerlo. –sollozo más fuerte.
-Yukito, basta, -lo mire- esto solo es un trago amargo en tu vida, yo también paso lo mismo.
-Lo dices por Nowaki.
-S-Sí. –admití.
-Pero yo creo que él aceptaría tus sentimientos si se los dijera.
-Es algo difícil, yo solo...
-¿Qué pasa?
-No es nada, solo somos amo y sirviente, eso jamás cambiará.
-Toda la culpa la tiene papá.
-No digas eso.
-Sí la tiene, te hizo ser el sirviente de la persona que amas, cuando debió haberte comprometido.
-Eso es algo de lo que no quiero hablar, -suspire- mejor cambiemos de tema para no estar triste, ¿Sí?
-Está bien. –sonrió a medias.
-¿Cómo vas con tu carrera? –pregunte.
-Ya la termine.
-Me alegro.
-Ah, es verdad, -suspiro- no te he dicho nada.
-¿Qué cosa?
-Y-Yo, -suspiro- soy un cantante.
-¿Ah? –me sorprendí.
-Etto... yo termine la carrera de medicina, pero, no me agrada eso, así que me uní a una banda llamada "Red Rose".
-Haber, Yukito, ¿Cómo está eso?
-Tú sabes que me gusta cantar.
-Sí pero, siempre decías que te daba pena cantar en público.
-LO sé pero cuando conocí a Mao y Eiri todo cambio.
-Explícate. –comente.
-Después de lo que paso con Takeshi hace 2 años, me deprimí mucho y no quería ver a nadie más, no quería perjudicarte con mis problemas cuando tú tienes los tuyos, -me miro- ellos dos fueron mi soporte, me invitaron a estar en su banda, ya que antes me habían escuchado cantar.
-¿Y luego?
-Después de un año de insistirme acepte, hemos ensayado unas cuantas canciones, no somos conocidos puesto que tocamos en un bar.
-¿Bar?
-Hiroki, -suspiro- ya no soy un niño, tengo 20 años.
-Pero para mí si lo eres.
-¿Estás decepcionado? –bajo su mirada.
-Para nada, -acaricie su cabello- sí es tu sueño, sabes que yo te apoyo.
-Pero si p-papá se entera...
-No creo que...
-No lo conoces, ya que no has vivido con él, -me miro- él quiera que sea un doctor pero yo no...
-Hablare con él, lo prometo.
-Gracias Hiroki.
-Pero
-Tranquilo hermanito, yo me las arreglare.
-GRACIAS HIRO-CHAN, ERES EL MEJOR.
-No es para tanto. –reí.
-Es la verdad, -sonrió- eres el mejor hermano.


---Nowaki---

El maldito rubio oxigenado me acompaño a la Universidad ya que Hiro-san se había quedado a platicar con su hermano.

Aunque mirándolo de cerca, recuerdo que fue el amante de mi primo, porque siempre Takeshi me mostraba una foto de sus conquistas.

Ese idiota...

No puedo creer que mi primo sea así, aunque yo no estoy tan lejos de serlo, lo único que nos diferencia es que él si se acuesta con sus conquistas, yo no, solo las beso y eso es todo, con el fin de que Hiroki acepte sus sentimientos.

Aunque tal vez ese chico hizo a mi primo cambiar.

Ya no lo he visto coquetear, mucho menos me llama para decirme de sus nuevas conquistas.

Es más, hace tanto tiempo que no lo veo.

-¿En qué piensa su alteza? –comento el rubio.
-Algo que no te interesa.
-Mmm, cada día se vuelve más caprichoso, hubiera preferido que fuera Hiroki el que viniera y no usted.
-Serás... -gruñí.
-La verdad es alguien tan lindo. –sonrió.
-ES MÍO, DEJA DE DECIR ESAS COSAS...
-¿Por qué es suyo? ¿Acaso es su amante?
-...
-Lo supuse, -rio- ustedes no son nada, así que lo voy a...
-MIRA ESTUPIDO, -lo tome del cuello de su camisa- NO VUELVAS A INSINUAR NADA PORQUE TE JURO QUE LO LAMENTARAS.
-Vaya, se nota que ama a Hiroki.
-¿Y si así fuera, qué?
-Vaya, que par, -suspiro- tan cerca pero a la vez tan lejos.
-¿Cómo?
-No es nada, yo solo me entiendo.

Me metí al salón y me senté en mi banca.

-Buenos días chicos, saquen sus libros en la página 115 y realicen una síntesis.

Ese maldito pelinegro otra vez, le tendré que decir que se aleje de mi amante.

Las horas pasaban y solo miraba por la ventana, esperando a que las clases se terminaran, necesito mi dosis de Hiro-san, necesito tenerlo a mi lado.

"Me he hecho adicto a él... Lo amo..."

Al terminar las clases me dirigí hasta la oficina de Miyagi, toque la puerta y le pedí a Tsumori que se quedará fuera, ya que no tenía que hablar a solas con mi profesor.

-Oh~ ¿Harás cosas malas con él? –se burló.
--VETE AL DIABLO. –gruñí y entré a la oficina.

-¿Viene a disculparse joven Kusama? –me miro.

Tenía un poco el labio partido y estaba cruzado de brazos.

-No, - gruñí- quiero que se aleje de mi Hiro-san.
-¿Su?
-Sí, él me pertenece.
-Pues lo siento pero no va a suceder.
-¿QUÉ?
-Estoy enamorado de Kamijou Hiroki.
-Usted es...
-Sé que soy mayor que él pero, -sonrió- dicen que para el amor no hay edad ¿o sí?
-NO TE LE ACERQUES.
-No eres nadie para impedírmelo, -suspiro- además Hiroki es quien decide.
-Eso...
-Sí ya terminaste te puedes ir.
-Hiro-san es mío y no permitiré que usted ni nadie lo aparte de mi lado, lo juro.