Mommy, Devil Is Real (2da Temporada De Ayúdenme)

Final.

-Pasen- habló y cerró la puerta tras él.

Una vez que dejé dormir a Elizabeth en el sofá, salí al patio junto a Gerardo.

-Realmente me sorprendió tu visita- habló.

-Annie me está siguiendo- solté y abrió los ojos más de lo normal.

-¿Por qué no puede dejarnos en paz? ¿No fue suficiente con... Kelly?- dijo y noté la tristeza en sus palabras.

-Tenemos que destruirla... y nadie puede ayudarme, sólo tú, si le cuento a alguien más dirán que estoy loca- suspiré y me senté en la silla de la mesa de exterior de Gerardo.

Él imitó mi acción, luego recorrió su cabello con la mano en señal de frustración.

-¿Puedo hacer algo por ti? lo que sea.- susurró.

-¿Podríamos quedarnos un tiempo aquí? Annie asesinó a mi esposo en casa... no puedo volver allí, prometo que no será por mucho tiempo-

-Lo siento mucho por... lo de Jack y, claro  pueden quedarse todo el tiempo que quieran, no te preocupes por nada, puedo comprarte un departamento o lo que pidas- dijo amablemente.

-No... no abusaré de tu confianza de esa forma, gracias por ayudarme.- contesté sinceramente.

Asintió sonriente y entramos a la casa.

Elizabeth ya se había despertado, ella observaba el techo como si estuviera siguiendo algo con la mirada, luego sonrío, actitudes como esa me alteraban, son demasiadas cosas en las que hay que pensar en éste momento y cada vez se añaden más a la lista...

Suspiré y seguí al ojiverde al comedor.

-Mi plan es atraerla a ésta casa, ella puede sufrir físicamente, ¿me equivoco?- preguntó.

-No, estás en lo correcto, si conseguimos inmovilizarla podremos hacerle daño, las cruces y objetos como esos la debilitan- comenté y me crucé de brazos.

-Bien, necesito que hagas una lista de todo lo que puede dañarla, incluye los materiales que debemos comprar por favor- dijo y asentí.

-Yo traeré una trampa.

-Bien- respondí y ambos comenzamos con nuestra tarea.

Al escribir todo lo que lastimaba a Annie tuve
que recordar lo que quiero olvidar, pero no hay otra forma de hacerlo.

Gerardo Estrada

Estoy de camino a la ferretería, aún no creo que todo esto esté sucediendo, la llegada de Tracey me sorprendió, no puedo creer que Annie haya llegado a estos extremos, siempre supe que era cruel, no tiene corazón y no le importa nada, sea quién sea, está dispuesta a matarlo.
No me asusta lo que pueda pasarme, me mantengo bastante firme en esto, tomé la decisión de involucrarme desde que comencé a salir con Kelly.

Entré a la tienda, saludé al dueño de ésta y avancé hasta el pasillo de objetos de cacería.

Compré dos trampas para oso, y cuchillos afilados.
Pagué, me monté en mi auto y conduje directo a
la gasolinera, conseguí combustible y comprobé que tenía un encendedor en mi bolsillo.

Tenía todo listo, así que regresé a casa.
Este día es importante, juro que acabaré con esa maldita, tiene que pagar todo el daño que ha causado con su asquerosa sangre.

Estacioné, bajé los materiales del auto y entré a la casa.

-¡Ya volví!- grité a Tracey.

-¡Bien, estoy en la cocina!- respondió.