Amor de Verano.

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Amor de Verano.

Han pasado un mes desde que Leona estuvo en reposo, al igual que sus compañeros; ella se sentía mal por a ver lastimado a las personas que más quiere, en especial a Ralf Jones, su coronel e su novio... Su padre estuvo a su lado todo el tiempo, curando las heridas de su hija adoptiva, tenía miedo de perderla. —Leona déjame sacarte esas vendas—pronuncio este trayendo alcohol y vendas, ella asentía con la cabeza.

Leona chocaba sus dientes aguantándose el dolor que sentía cuando su padre le pasaba el alcohol arriba de su herida. —Leona me preocupa mucho tu bienestar—le decía el comandante mientras terminaba de vendarle la cintura, ella solamente desviaba la mirada; porque volvió a tener su disturbio y casi asesina a sus compañeros, además tenía miedo de que eso vuelva a suceder.

—Lo sé, padre—dijo la militar en tono seria.

—Leona creo que debes irte de la base por unos días o por unas semanas—insinuaba Heidern levantándose de la cama de su ahijada, él se acercaba a la puerta pero se detuvo por la respuesta de la chica;

—No, no me quiero ir... ¿Adónde iría? , No quiero que otros soldados hagan mi trabajo—La de cabellos azulados suspira y levanta la vista ante su padre quien estaba perplejo.

—Lo siento Leona, pero debes irte de vacaciones... Y no te preocupes por las misiones tus compañeros se van a encargar de eso, te quedaras en casa a descansar —le decía el comandante en tono frio e firme, para la peli azulada eso no sonó como una orden parecía más a una petición; en la manera que le hablaba el comandante se lo escuchaba más como un padre preocupado y asustado, aunque por su aspecto demuestre lo contrario. Ella lo miraba de reojo y no le quedó otra más que aceptar en irse por unos días de la base Ikari Warriors, aunque eso no iba ser fácil para ella de distraerse un poco, ya que es responsable y cumple con las órdenes del comandante. Ahora la misión para Leona era "Irse de vacaciones".

Heidern abrió la puerta para salir del cuarto, la joven militar se pasó acostada en su cama algo pensativa, —Si me voy, que le digo a Ralf, a Clark y a Whip...Ellos seguramente notaran mi ausencia, especialmente el coronel Jones—, se acercaba hacia la ventana que estaba abierta... Podía sentir la suave brisa tibia del verano, escuchaba los pájaros cantar, pero algo le llamo mucha la atención, el coronel estaba sentado en una banca y solo, Leona miraba más atenta y desde a lo lejos Whip se acercaba corriendo para después abrazar al castaño quien la esperaba alegremente.

—Solamente son amigos nada mas—murmuraba en voz baja, pero algo la sorprendió a la peli azulada, se estaba mintiendo a ella misma porque luego de ese abrazo tan dulce que se dieron Ralf y Whip, ambos terminaron uniendo sus labios, eso la dejo sin palabras; una lagrima pasaba por su mejilla, sintió que su corazón se rompía lentamente; También se olvidó de preguntarle a su padre, ¿Hace cuantos días estuvo dormida? ¿Desde cuándo ellos están saliendo? Esas preguntas invadían cada rato en su cabeza. —Debo tomar vacaciones—dijo la joven alejándose de la ventana, comenzaba a empacar sus cosas en un bolso de color azul oscuro. –Creo que me iré a otro lado- decía en su mente. — Sera mejor para todos—

Cuando ella se asomaba a la puerta, se sorprendió al encontrarse con el coronel Jones quien se quedaron mirando frente a frente; —Leona no me mires así—le dijo este en tono burlón.

—Buenos días coronel—le decía ella haciendo un saludo militar.

—Buenos días soldado, y ¿Cómo te sientes? —indaga el con una sonrisa.

—Me siento mucho mejor, gracias por preguntar...coronel—contestaba la peli azulada desviando la mirada. -Cada vez que te miro me siento rara...Pero esto se tiene que terminar ahora- se dijo en su mente cuando lo miraba a los ojos al castaño.

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