¿Han oido hablar de un chico llamado Howl?

15. ¿Deja vú?

...

- ¡Khannaa!- Como cosa rara Maia se había colgado de mi espalda poco antes de que siquiera pudiera reaccionar a su llamado.- Dime por favor que ya te enterase- me agarro de ambas manos, aplastándolas como un sándwich.

Pestañee tres veces y me quede observándola.

- Ehh- observe por ambas comisuras de los ojos y volví a mirarla- ¿De qué específicamente debería haberme enterado?- levante una ceja y sonreí dudosamente.

Maia soltó mis manos enseguida y suspiro.
- ¿Como es que haces para no saber nunca nada?- me miro- ¿vives acaso bajo una roca o algo así?- poso su dedo índice bajo la barbilla y me analizo rápidamente.

Si bien había algo que ya sabía perfectamente de Maia, era que de alguna manera ella siempre lo sabía todo, en cuanto a chisme se refería, claro.

-Bueno, no importa- relajo el cuerpo y se acercó a mi- creo que sabes muy bien, lo minuciosamente que me he informado acerca de la universidad, ¿no?- sonrió.

Asentí.

-Muy bien- chasqueo los dedos- veras, esta mañana estaba caminando por el campus cuando de pronto... me vi obligada a esconderme tras un arbusto- abrió las manos de par en par y negó con la cabeza- la verdad no sé por qué pero fue algo así como un presentimiento- levanto el dedo índice y comenzó a darle vueltas al aire como si tuviera entre ellos un mechón de cabello.

A decir verdad no sabía a donde quería llegar Maia con esta historia, pero de alguna manera sentía que todo tendría que ver con alguna clase de chico guapo que ella había olvidado mencionar o en su caso investigar.

-¿Quieres saber que paso?- se cruzó de brazos y alzo una ceja- bueno, resulta que parece que dentro de mis cálculos deje pasar a alguien que está casi al nivel de Howl...- se acercó a mi oído- quizá un poco más arriba- susurro.

Bingo.

-Al nivel de Demian Carter, ¿dices?- agregue siguiéndole la corriente.

-Si, exactamente o quizá un nivel más alto- dio unas dos vueltas sobre su propio eje- La verdad no había oído hablar de él, sin embargo las chicas de la universidad parecían volverse locas al verlo, algo así como cuando Demian hace su aparición, pero un tris diferente- sostuvo de nuevo su barbilla y miro hacia el cielo- es como si se volvieran dementes pero se intentaran controlar.

¿Que?

-Tienes que verlo Khanna- suspiro encantadamente- Tiene un aura poco menos extraña que la de Howl, pero aun así tampoco es normal, digo... vaya no puedo explicarlo con palabras- giro los ojos y volvió a mirarme- tienes que presenciarlo con tus propios ojos para entender lo que quiero decir- me cogió de la mano y comenzó a arrastrarme por el campus.

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En cierto punto de la caminata que me había hecho hacer Maia comencé a notar como las chicas de los alrededores se comportaban de una manera un poco extraña. Todas parecían mantener distancia de algo a lo que no le quitaban los ojos de encima.

Maia se detuvo y me susurro que mirara hacia el frente.

Primero repare en que no había pasado aun por ese lugar de la universidad, concluyendo así, que seguramente era uno de esos lugares donde las facultades lejanas a las humanidades y el arte se encontraban.

¿Medicina? ¿Ingenierías?

Seguí la mirada de todas las demás personas y me encontré observando al chico del que Maia me había hablado. Él se encontraba a unos pocos metros de la gigante fuente, que por alguna razón nunca había visto. Hablaba risueñamente con las personas que parecían ser sus amigos.

Fruncí el ceño e incline un poco la cabeza hacia el lado derecho. Si bien aquella persona me recordaba un poco a Demian, no obstante sus apariencias físicas diferían notoriamente una de la otra.

De pronto me encontré en una situación que creía ya haber vivido antes.

Algo así como un Deja vú o similar.

El chico, al que había estado observando, o mejor dicho, al que todo el mundo estaba mirando, repentinamente se volvió hacia mí, encorvo levemente la comisura de la boca, se despidió de sus amigos y se encamino hacia donde yo estaba.

¿Ah? ¿Ah?

Observe hacia ambos lado de mi cuerpo. Quería estar segura de que no estuviera alucinando.
Por un lado me encontré a Maia, quien me echaba miradas veloces de "¿Que está ocurriendo?" y por el otro, solo miradas que se balanceaban entre él y yo, casi como si un partido de Ping Pong se estuviera llevando a cabo.

Demonios.

Parece que no estoy alucinando.

Trague saliva.

Volví la mirada hacia el frente y repare en que él ya se había quedado de pie a unos pasos frente a mí.

No podía evitar escuchar las voces de todo el resto del mundo que nos rodeaba, cosas como "¿Quién es ella?" o "¿La habías visto alguna vez en tu vida?" entraban y salían una y otra vez por mis oídos.

Que ocurre con los susurros de hoy en día.
Dios.

Por alguna razón el chico parado frente a mi aún no había dicho nada, solo estaba allí, observándome con una mirada un poco intimidante pero a la vez relajada. Desde ese Angulo podía detallarlo perfectamente.

Su cabello era ondulado, castaño claro. Sus ojos me recordaban a las olivas. Era increíblemente alto, quizá 1.90. Estaba vestido con una camiseta blanca, Jeans, converse negros y además un morral negro que colgaba de uno de sus hombros. Parecía atlético y aparentaba unos 23 años. Se veía realmente maduro.

¿Que está pasando?
¿Tendré algo en mi cara?

Después de como un minuto infernal de silencio, él.. simplemente me sonrió.
No me dedico una sonrisa como aquella que obtuve cuando conocí a Howl... no, por el contrario, la de él había sido quizá acogedora.

Se paso la mano por el cabello y dio uno que otro paso hasta quedar a pocos centímetros míos. Se inclino poniendo su cabeza a altura de la mía y poso su mano sobre mi cabello.

- Nos veremos otra vez, Khanna.- Sonrió, me despeluco y siguió caminando, dándome la espalda.

Entre en un estado similar a lo que la gente llama "Shock"

Maia no tardo en correr hacia mí y comenzar a lanzarme preguntas al azar.

-¿Como es que lo conoces?- exclamaba extrañamente animada- ¿Primero Demian Carter y ahora él?- se cruzó de brazos e hizo pucheros - yo no muerdo, Khanna. Pero ¿cómo es que puedes mentir y decirme que no lo conocías? ¿ah?- pateo el piso he hizo como si fuera a comenzar un berrinche.- buu buu.

Por mucho que quería responderle a Maia y explicarle lo tan confundida que yo estaba como ella, las palabras no me salían.

Pose mi dedo índice y pulgar sobre el labio inferior de mi boca y me quede inmóvil, mirando la dirección por la que él se había ido caminando.

Otra vez,

Este Aroma.