Niña de la guerra.

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Soundtrack: The nights ~Avicii.

Seguía durmiendo en su cabaña, cuando un jaleo terrible se manifestó afuera, ¿que cojones pasa ahora?

Me vestí de cualquier forma y salí a ver que pasaba; muchos campistas se dirigían con armas hacia la puerta principal, así que comencé dirigirme yo allí también.

Decidí seguir el bullicio para luego, sorprenderme al encontrarme dos enormes cíclopes, estaba a punto de coger mis espada cuando oí un grito, y nada más levantar la cabeza uno de los monstruos había desaparecido.

Vi como una chica, concretamente la chica que me había amenazado con partirme la boca, escalando uno de los árboles cercanos al otro cíclope.

De un momento a otro, ella saltó encima del asqueroso bicho y le clavó una jabalina haciendo que también se convirtiera en polvo.

Todos los de Ares comenzaron a aclamar su nombre, vaya, mis sentidos no me fallaron cuando predije que era una de esos bárbaros.

Dos cabelleras rubias pasaron corriendo a mi lado, Solace y un hijo de Atenea, cuyo nombre no recuerdo, y tampoco recordaría el del otro, si no fuera un maldito pesado dando órdenes médicas a diestro y siniestro.

La chica gritó algo sobre lo inútiles que eramos o algo así, no pretendía darle importancia a las palabras de una niñata de Ares.

Me acerqué un poco al curioso grupo y me quedé paralizado, la chica que había derrotado a los cíclopes, la que me había amenazado con partirme la boca, la que nos había llamado inútiles a todos y la misma chica que era una hija de Ares, era jodidamente preciosa.

Su pelo cobrizo se encontraba hoy sujeto en una coleta mal echa, sus ojos eran verdes oscuros, se asimilaban a los pinos del bosque, su figura estaba lejos de parecerse a las de sus hermanas, ella era bajita y poseía una figura femenina muy hermosa... ¿De verdad es una hija de Ares? Se asemejaba más a una de Afrodita.

Vi como Clarisse la abrazaba felicitándola, si La Rue estaba abrazando a alguien, estaba claro que solo se podía tratar de alguno de sus hermanos o de su novio.

Miré un poco por encima de ellos y vi una cabellera negra demasiado conocida para mí.

-Mierda...- susurré, me fui acercando lentamente en la linde del bosque, y cuando las sombras de los árboles me cubrieron completamente, desaparecí entre ellas.

*****
-Malcolm- ambos nos giramos ante esa voz.

-Annabeth- dijo el rubio abrazándola- no sabía que ibas a llegar hoy.

-Yo tampoco, Percy me lo dijo ayer por la noche- señaló al famoso Jackson detrás de ella ayudando a un chico herido a levantarse.

Su mirada de ojos grises pasó de su hermano a mí, ofreciéndome una sonrisa.

-Eso ha estado genial, Ariadna- me felicitó refiriéndose a los cíclopes- Hola Will.

-Gracias.

-Annabeth- saludó el concentrado en mis rodillas.

-Bien, será mejor que me vaya, te veo luego en la cabaña, Malcolm- se despidió con la mano a tiempo que Will terminó de limpiar mis piernas.

-Bien, eso ya está, no te esfuerces mucho, tienes que dejar que cicatricen- me tendió un cacho de ambrosía que no era más grande que un caramelo, al metérmelo en la boca inmediatamente me vino un delicioso sabor a la comida italiana que solía hacer mi madre de vez en cuando, mi madre... Llevaba seis años sin verla, y los mensajes iris no eran lo mismo.

†Enamorada de la muerte† [Nico di Angelo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora