PUPPET

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-Mami, Papi- dijo el pequeño niño, con una voz muy agradable, era imposible decirle que no -Quiero ir a la función de "El Circo Feliz"-

-Pero, hijo- dijo su madre lamentándose –Ya has ido a esa función de marionetas. ¿No sería mejor ir a tomar un helado?-

-¡Esa es la segunda parte, tenemos que ir a verla!- y justo en ese momento puso los ojos como un perrito -Por favor-

-Sally- dijo su padre con un tono áspero -Creo que tendríamos que llevarlo a esa función. ¿No has visto cuanto le encantan las marionetas?-

-Pero Jason, él ayer vio esa función de los "Cazadores Que No Cazan" –respondió Sally con firmeza –No quiero esperar otra hora para poder salir de ese teatro, además hace mucho calor allí adentro-

-Por favor, Mami- dijo Kevin con dulzura –Nunca más te lo pediré-

-Dijiste eso ayer-

-Pero...Emm...Esta vez es diferente-

-¿Por qué sería diferente esta vez?-

-Es la segunda parte de mi función de marionetas favoritas-

-Bueno. Está bien- dijo su madre con un tono medio desganado –Pero que sea la última de esta semana. Me lo tienes que prometer con el meñique-

-¡Te lo prometo!- dijo Kevin gritando de alegría -¡Gracias!-

***

Kevin se sentía muy alegre y emocionado. Esos sentimientos, que no sentía muy seguido, le causaban ver las obras de marionetas.

Él tenía el pelo color castaño claro, sus ojos tenían un cierto parecido a la miel, media un metro cuarenta.

Kevin era un chico raro a primera vista, pero que en realidad pasó por mucho sufrimiento cuando era pequeño, y actualmente lo sigue padeciendo. Una de las razones por las cuales se siente así a menudo era que recordaba cuando sus padres biológicos lo abandonaron sucedió hace cinco años, en ese momento él tenía apenas seis años. Ellos lo dejaron un callejón, atrás de un pizzería, con solamente una marioneta de calcetín. Estuvo tres días solo en ese callejón, lo único que lo acompañaba era su único amigo, la marioneta. Era un títere normal y corriente como cualquier otro, medía unas siete pulgadas, Kevin le había tomado su altura con sus propios dedos, estaba relleno de hojas de periódicos, en vez de algodón, y lo cubría una media color blanco con franjas negras, bordado con hilo de tonalidad oscuro, tenía ojos hechos de botones color verde agua, su boca estaba hecha de hilo de un color rojo muy intenso pero que no se podía apreciar bien ya que era muy fino.

Al cuarto día, la suerte se puso del lado de Kevin, ya que una pareja pasó por ahí y lo vió. Se acercaron y le preguntaron.

-¿Cómo te llamas chiquillo?- Preguntó una mujer que debía medir un metro y setenta de alto, tenía el pelo de un color rubio intenso y muy lacio, casi pensó que no era natural, unos ojos azules más claros que el mar, llevaba puesto unos tacones negros simples, una remera color blanca que le quedaba un poco más grande que su talla y tenía una frase en rojo que decía "It's Me" pero solo por un par de segundos, después desapareció, Kevin pensó que cambió de forma por obra de la luz, llevaba también un pantalón de jean, además una cartera del mismo color que la remera

-Ke...Kevin señora, Kevin Smith- dijo tartamudeando

-¿Cómo es que un chico como tu esta en este basurero?- dijo el hombre a su lado que por suposición Kevin pensó que era el novio de la aquella mujer. Era un poco más alto que ella. Llevaba unos vaqueros desteñidos, unas zapatillas de un color azul muy oscuro, y una remera justo a su talle de color chocolate y encima una chaqueta tipo jean. Su pelo era un color negro azabache rizado, sus ojos eran color café oscuro.

My Little PuppetDonde viven las historias. Descúbrelo ahora