V E I N T I C I N C O

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Los días restantes para completar la semana la pasamos con Luca contando cada hora, minuto y segundo, queríamos que ya llegue el tan esperado sábado. No por querer salir a bailar, que ganas nunca faltan, si no para ya poder dar la noticia del nuevo integrante en la familia, la reacción de la abuela Lucy es muy importante para nosotros. Por mi parte estoy muy segura que la noticia le va a encantar, siempre nos molesta sobre bisnietos que los quiere antes de partir, Luca por otra parte esta un poco nervioso de su reacción, no sé porqué si es obvio que se va a fascinar.

Acompañé en la tarde del viernes a Nicole al centro comercial para poder comprar los escarpines blancos. Estaba muy indecisa, llegó un momento donde yo ya me aburrí de ver ropita de bebe, chupetes, baberos, andadores, biberones, todo muy tierno al ver las cosas chiquitas y estampados para ellos, me agobie un poco y le dije que se decida por qué ya no aguantaba, tenía hambre y además me quería comprar ropa para mí. La mañana del sábado, Luca me despertó para solo decirme que ya se iban para la cita con el obstetra, me quedé toda la mañana ansiosa a que por lo menos me mande un mensaje, cuando lo hacía mandaba audios diciéndome con lujo de detalles todo lo de su alrededor, hasta que las lágrimas de emoción empezaron a caer cuando uno de esos audios era el latido del corazón de mi sobrino, ese es el sonida más lindo de toda la vida, me imagino la emoción de Nicole al poder escuchar el corazón de la personita que tiene en el vientre. Me largué a llorar más cuando escuché los sollozos de emoción de mi primo, es ley que si uno ve llorar al otro, ese llore con él.

La abuela Lucy ya está enterada de la cena y se sorprendió, no se cansó de preguntar a que venía eso. Veía a Luca mordiéndose la lengua para no soltar nada de la noticia, me divertía pero lo entendí, algo tan increíble para un futuro padre y conociéndolo sé que lo quiere gritar a los cuatro vientos. Termino de ponerme mi jeans y por último me paso rímel por las pestañas y un labial fucsia en la boca, salgo agarrando mi celular y bajo a la sala.

- Dale Luquita decime- le insiste la abuela.

- La curiosidad mató al gato.

- Pero valió la pena- trata de convencerlo.

- Eso nadie lo sabe.

Me siento al lado de mi abuela y la abrazo, le doy un beso en la mejilla. Nicole y Luca hablan en secretos y sonrío, están súper ansiosos, River los mira y luego a mi me guiña el ojo y le regalo una sonrisa. Hoy en todo el día no tuvimos ni un mínimo segundo para poder besarnos o tocarnos, ayer también fue muy poco que solo nos alcanzó para un par de besos que no pudieron llegar a nada más intenso, está semana se empieza a complicar por los exámenes, así que aunque sea un solo segundo que lo vea lo voy a aprovechar. El timbre suena y Nicole se para dándole un beso a Luca, nunca lo vi así tan enganchado con una chica, no sé hace cuanto tiempo esta con ella pero apuesto que ya se conocían desde antes.

- ¿Segura que vos Azulcito no sabés nada?

- No abuela no me comentaron nada- le respondo divertida. Luca me dijo que no diga nada y que haga que yo también no sé nada, no lo sé pero la abuela sabe que no nos podemos callar las cosas entre nosotros- estoy igual de ansiosa que vos.

- Que raro, no se nota- rueda los ojos- voy a hacer que no sabés nada, aunque eso sea imposible, ¿será que se van a casar?

- Son muy jóvenes abuela- también son muy jóvenes para ser padres, hago una mueca y miro en dirección de la entrada de la sala donde los pasos de Nicole se escuchan, con otros más.

- Espero que no les moleste que alla invitado a mi primo, es importante para mi que esté en está cena, tanto como ustedes para Luca.- Nicole lo abraza por los hombros y el sonríe abrazándola por la cintura.

Inefable.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora