Cuenta la leyenda que una muy poderosa reina de tierras lejanas poseía una magia extremadamente letal que podría acabar hasta con ella misma.
La reina era una de las mujeres mas hermosas sobre la tierra, principes, reyes, guerreros venían desde tierras lejanas para pedir su mano en matrimonio, pero todo era en vano, porque por mas guapos, amables, poderosos y de prestigio que fuera los rechazaba, pero el pueblo quería un heredero al trono y ella no se lo podía dar pero su hermana menor que se había casado con un duque si podía.
Al saber eso la Reina decidió hacer algo ya que sabia que su hermana no podría con tanta responsabilidad y no confiaba en su cuñado como para dejar que le arrebaten el trono solo por no tener a alguien que siga sus pasos y tome su lugar algún día.
La Reina estuvo pensando 7 días y 7 noches sin descansar, para tener alguna idea, que se le ocurriría la séptima noche de aquel frío invierno, juntando todos los ingredientes mas descomunales para crear la poción perfecta y leyendo cientos de libros para el mejor hechizo la reina creo dos tres formulas para el sueño eterno.
La Reina cayo en un sueño profundo, por una de sus pociones o hechizos aunque nadie sabe cual fue, pasó el tiempo y su hermana dio a luz varón pero esa criatura que salió de sus entrañas nació con retraso mental, y obvio no podría gobernar.
Paso mas tiempo y los aldeanos trataban de distintas maneras despertar a la reina hasta que un día un caballero de la jefatura real se asomo ah el cuarto donde dormía la mujer, empezó a leerle poemas, cantarle canciones y hablarle de los recuerdos que compartían hasta fijarse en sus hermosos y carnosos labios, asomarse a ella y darle su primer beso haciendo que la reina abriera los ojos, se levantara un poco y continuara con aquel beso para luego decirle "Con un beso de amor verdadero" o a si ella lo declaro.
Paso el tiempo el caballero fue el hombre mas afortunado al casarse con la reina, tuvieron dos hermosos hijos, pero el amor que sentía por aquel hombre se iba desvaneciendo y su vida llena de sueños se convirtió en una pesadilla viviente, siendo agredida, robada, humillada, manipulada, herida por su "supuesto amor verdadero" y con el paso del tiempo, hasta que ya no se olvidarán de aquel beso.
La Reina lo tenía todo, todo menos amor y felicidad, y eso lo tuvo bien claro cuando lo encontró en su habitación piel con piel con su hermana menor, fue ahí cuando se percato de el error que había cometido, ya que el hechizo no había funcionado y a si luego de pensarlo bien se conveció a si misma que el amor verdadero no existía que solo era un mito, una leyenda para que la reproducción humana no terminara o algo a sí.
Siguió con su vida, como si nada pasara, el rey estaba cada vez mas seguro de que la reina se terminaría suicidando por tantos maltratos y amenazas, pero lo que no sabía era las intenciones de su "amada esposa".
Toma -Dijo la reina fríamente poniendo un pergamino algo peculiar con una cinta de oro rojo en las delicadas manos de la muchacha a quien la reina apresiaba mucho -Ya es hora.
¿Ahora? -Preguntó la joven, algo confundida y temerosa -Pero aun no estoy lista ¿y si me descubren?
No, lo harán porque no te conocen -Dijo la reina abriendo su hermoso y único avanico de plumas de pavo real -Tu debes de marcharte de aquí -Pronunció mientras se soplaba con el avanico -Pero no a tu tierra.
¿Y entonces? -Dijo la chica -¿A dónde?
A el lugar donde esta tu primera victima, querida -Respondió la mujer con bastante obviedad -En Montes Altos, un pequeño reino donde ahora mismo los reyes estarán viajando a un mundo mejor.
¿Pero como? ¿de que hablas? -Pregunto la muchacha -Evierina no entiendo.
Su majestad para usted -Pronunció la Reina con un tono de voz algo mandante y odio en su mirada jamás había reaccionado a si con su fiel pupila -Grim escúchame con atención.
La muchacha asintió, la reina le indico que se siente y a si lo hizo, luego aquella mujer imito su acción.
La reina le explico detalle a detalle a la muchacha todo su plan, ella asintió a todo entendiendo cada palabra y no negándose a nada decidida a cumplir sus ordenes al pie de la letra, recordando siempre que la belleza el poder era lo primordial en sus vidas y que el amor para ellas no tenia que existir.
Luego de la larga platica las dos hermosas mujeres se despidieron, según la leyenda solo se dieron la mano y cada una por su camino, aunque se dice por ahí que se escuchaban sollozos cerca de el lugar, y palabras de sentimientos verdaderos, tal vez abia sido una despedida muy dolorosa o tal vez no.
Pasó el tiempo, las cosas habían cambiado mucho comenzando por el reino de Evirina el cual quedo en el olvido cuando los hijos de los reyes desaparecieron misteriosamente, y los reyes se mataron entre si, aunque jamás fue allado el cuerpo de la reina, a si como sus jollas mas valiosas, las otras fueron tomadas por los trabajadores del reino que junto a los demás pueblerinos huyeron dejando a aquel reino que antes era envidiado de tanta hermosura, prosperidad y secretos en el olvido.
La joven muchacha se había enterado de aquellas novedades, actuó como si nada, y siguió su camino ahora ella era una reina con tan solo 16 años y su amado esposo estaba siendo enterrado justo en el momento que ella recibe la noticia.
Todos los artículos, las pociones, los conjuros, que habían sido de Everina los tenía Grimhilde o eso ella pensaba, ya que muy lejos de donde ella se encontraba en una tierra mágica a la que muchos conocían como "El paramó" una joven hada, huérfana al igual que ella recibió un pergamino al igual que ella, pero el tercer pergamino y tal vez el más importante de todos simplemente desapareció y nadie sabía y supo donde llego a parar y que contenía.
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