Dulces Gemidos - Sebastian x Ciel [Yaoi] [Lemon]

Dulces Gemidos [Parte 1/2]

Era temprano por la mañana, el joven conde se encontraba en sus habituales clases de piano con la Señorita Anne Falder. A decir verdad este se encontraba bastante distraído, no estaba prestando el mínimo de atención. Solo escuchaba de fondo pequeños parloteos de la voz extremadamente chillona de su maestra. 

- Joven Phantomhive, ¿Está poniendo atención?- Preguntó algo molesta. Para ser sinceros, había veces en que detestaba la actitud del chico, pero ha de suponer que era algo normal a su edad, en especial de su rango. 

- ¿Eh? Sí, claro.- Respondió él.

- Muy bien, entonces, si usted "supuestamente"-Dijo haciendo comillas en la última palabra.- Está poniendo atención, quiero que repita todo lo que le he dicho hasta este momento.

- ...- Era la primera vez que se encontraba tan distraído como para no recordar absolutamente nada de lo que hablaba su maestra. Pero, ¿Quién le manda a pensar cosas pervertidas entre él y su mayordomo? El solo hecho de recordarlo solo hacía que se distrajera aún más.

Digamos que el conde Phantomhive estaba pasando la bella etapa de la adolescencia, por lo que sus deseos sexuales estaban despertando. Y no como él quisiera. 

Siempre se había imaginado de que cuando llegara a este momento imaginaria cosas con Lizzy, su prometida, pero se sorprendió bastante al darse cuenta de que su primer sueño húmedo había sido con su mayordomo.  

[Flashback Del Sueño De Ciel]

Su respiración entrecortada, su cuerpo empapado en sudor... Jamás imaginó estar en esta situación, especialmente si era con su mayordomo.

Los dos se encontraban en el balcón de la habitación de Ciel. El joven conde apoyado en los barrotes y su mayordomo embistiendo con una fuerza y velocidad sobrenatural.

-S-Sebastian.. ¡A-Ahg! S-Sebastian.. ¡S-Sebastian!~- Gimió el menor de manera lasciva al sentir una fuerte estocada en su punto sensible.- ¡O-Oh... Joder! M-Mnhhh... ¡Sí! ¡Ahí se siente jodidamente bien!

- Joven Amo... Ese vocabulario no es digno de alguien en su posición...- Comentó el mayor con una pizca de burla en sus palabras. 

- ¡M-Mh...! C-Cállate maldito bastardo... S-Sí no... S-Sí no... ¡A-AH!- Se vió interrumpido al sentir como con una deliciosa malicia el mayordomo deslizaba  lentamente una de sus manos hacía su miembro, comenzando a masturbarle al ritmo de las estocadas.- ¡S-S-Sebas... Tian...!

[Fin Flashback Del Sueño De Ciel]

- ¿Joven Phantomhive?- Preguntó la maestra con cierta preocupación al ver rostro sumamente sonrojado de su queridisimo alumno, además de que su errático respirar no mejoraba para nada la situación. 

- Y-Yo... Señorita Anne... N-No me siento muy bien...- Respondió con cierta vergüenza al notar un bulto en sus pantalones, el cual de manera rápida tapó con ambas manos, intentando restarle importancia.

Su maestra le miró de pies a cabeza; Era primera vez que su alumno se encontraba en ese estado. Así que, sin más preambulos, decidió tocar una pequeña campanilla que dejó el mayordomo en caso de emergencias.

- ¿Necesitan algo?- Preguntó el azabache mientras se situaba detrás de la Señorita Anne, sorprendiendola al inesperado acto. 

- El joven conde no se encuentra muy bien. Su respiración está demasiado agitada, además se encuentra demasiado rojo. No pienso seguir la clase hasta que su amo se encuentre bien, no quiero que le ocurra nada ni mucho menos quiero que me contagie en el caso de que se encuentre enfermo. 

- Entendido. Por favor será mejor que se retire. Lo más probable es que mi amo efectivamente se encuentre con algún pequeño resfriado o alergia, suspenderemos las clases hasta el próximo lunes, siento las moles...- El azabache al verse interrumpido por la chillona voz de la señorita, dejó de hablar. 

- Como diga, no se disculpe... Quiero que mi alumno preferido se encuentre en condiciones para nuestra próxima clase.- Dicho esto, la Señorita Anne tomó sus cosas y se retiró a un paso apresurado de la sala, cerrando la puerta al salir.

Al encontrarse solos en la habitación, el mayor suspiró con cierta molestia. Presentía que todo esto era obra de su malvado amo para evadir las clases de piano.  

-¿Joven Amo?- Preguntó mientras se acercaba al cuerpo de su tembloroso amo, poniendo ambas manos sobre sus mejillas para levantar su mirada, clavándola directo a sus ojos color carmesí.- ¿Se encuentra bien? No habrá sido solo un berrinche para salvarse de la clase de piano ¿No?

- C-Claro que no...- Respondió con voz temblorosa al sentir como la cálida mirada de su mayordomo se posaba en él.

- ¿Entonces... Me puede decir que es lo que le ocurre? 

- S-Sebastian... Y-Yo...