Fue una visita inesperada. La pequeña Azusa me miraba desde la puerta del comedor. Eran las once de la noche y, bajo el frio y la oscuridad, y con su guitarra en la espalda, por alguna razón vino hasta mi casa.
Comenzó a acercarse a la mesa donde estábamos Jun y yo. Con cada paso que daba, más escalofríos sentía en mi cuerpo, hasta que se detuvo cerca de nosotras.
- Hola Jun. Hola... Yui - me miró con un rostro más apagado que de costumbre -. Lamento mi llegada tan inoportuna. Espero no ser una molestia.
- Por supuesto que no, Azusa - respondió Jun -. Eres bienvenida. Por favor, acompáñanos.La recién llegada se sentó donde estaba Ui, quien precisamente venía entrando de vuelta al comedor y se sentó junto a ella.
- Azusa, ¿qué te trajo hasta acá? - preguntó mi hermana, curiosa pero con su característica amabilidad.
- Mi casa está sola. Mis papás están de aniversario y salieron a una cita. Se lo dije a Yui en un mensaje y ella me propuso venir - volvió a mirarme totalmente inexpresiva. Luego, Ui y Jun me miraron y mi mente se bloqueó.
- E-este... sí, claro... e-es decir, me sentía culpable por estarme divirtiendo con ustedes mientras ella estaría sola en su casa, y la invité. Lamento no haberles avisado antes...
- No hay problema, onee-chan - me respondió Ui a pesar de mi nerviosismo.
- ¿Te unes a nuestro juego, Azusa? - le preguntó Jun a la pequeña queriendo integrarla a la velada.
- ¿A qué juegan?
- El juego de la verdad. Debes sacar una pregunta y responder sin mentir - Jun le mostró el vasito con un solo papel restante -. Es más, ahora Yui estaba respondiendo.
- P-pero si ya les respondí - me apresuré en decir.
- No nos dijiste quién era.
- ¿Y qué tenía que responder? - preguntó Azusa.
- Quién es la persona que le gusta, o que al menos le atrae.Azusa me miró, aún sin expresión en su rostro. Por un momento pensé en decirle "me gustas tú, Azu-nyan", pero ella se me adelantó y tomó el papel con mi pregunta que aún estaba abierto sobre la mesa.
- Esta pregunta dice "¿Te gusta alguien?". No pregunta quién, así que tienes que responder sí o no, Yui-senpai.
Nos quedamos mirando por un instante y volví a responder lo que mi hermana y Jun ya sabían.
- S-sí, Azu-nyan, sí me gusta alguien... - "y eres tú" pensé, sin apartar la vista de esos oscuros y hermosos ojos.
- Bien, es todo lo que tenía que responder - concluyó Azusa apartando su vista de mi y dejando el papel en la mesa.
- Y nos dijo también que era alguien de nuestra clase - se apresuró en decir Jun.
- No tenías que decirlo, Yui-senpai - volvió a mirarme inexpresiva.
- ¡Oh, pero qué despistada soy! - dije entre risas nerviosas y poniéndome de pie - Azu-nyan, no puedes estar con el uniforme de la escuela toda la noche. Por favor, acompáñame, te prestaré un pijama - tomé su guitarra, que aún tenía en la espalda, y fui hasta mi cuarto.
- Es cierto, Azusa. Ponte cómoda, aquí te esperamos - le dijo Ui.Dejé la guitarra junto a la mía apoyada en el mueble y su dueña entró a mi cuarto a paso lento. Me senté en mi cama y quise sacarme la duda de inmediato.
- Azu-nyan, pensé que te habías enojado conmigo.
- Quería disculparme, Yui-senpai.
- ¿Disculparte? - le pregunté desconcertada. Azusa no es de las que siente culpa fácilmente.
- Sí, es decir, no fui amable contigo en la azotea de la escuela.Traté de comprender porqué me pedía disculpas, si finalmente la culpa era mía. Estuve en silencio un momento antes de decidirme a asumirla.
- Azu-nyan, no tienes de qué disculparte...
- Te hice sentir mal y provoqué que te fueras del ensayo - apartó su vista de la mía y se sonrojó un poco -. Reconozco que no me gusta verte triste.Nuevamente nos quedamos en silencio, pero al menos ya me sentía más tranquila. Después de esta velada volveremos a la normalidad y los ensayos de la banda seguirán diariamente después de clases como siempre. O al menos eso quería creer. Azusa abrió mi clóset y sacó mi pijama, mientras por fin le pregunté algo diferente a los problemas entre ambas.
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Houkago Heart Time, a けいおん!! K-ON!! Fanfiction
FanficNo sólo por provocarme ternura era que la abrazaba tanto. Había algo más, algo que descubrí que me encantaba y que me dejaría atada a ella, quizás por siempre. No todo era té después de clases. En plena adolescencia sentimientos nacían, e involucrab...