Parte única.

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Hoy era el gran día en el que cientos de personas se reunían para presenciar el concurso anual de pianistas.

Tanto profesionales como no profesionales se reunían en un gran salón para poder presenciar el talento.

Y el poder de elegir lo tenían tan solo tres personas; HyeRin, Lena y YoonGi.

Egocentricos, genio de los mil demonios, pero los mejores profesores de música que podrías desear.

Sabios, tranquilos, calmados, estrictos; un buen ambiente escolar tradicional.

Habían 93 competidores, demasiado, pero no tanto para aquellas dos damas y el caballero que se hayaba enmedio de ellas.

58 competidores habían pasado ya, y ninguno los convencia, por ello siempre convocaban a todo el estado.

Era difícil, sí.

Pero no tanto. Después de 90 competidores solo quedaban tres, habían dejado a los mejores a lo último, pero los profesores ya no sabían que esperar.

Todos eran horribles en cuestión de dedicación.

Ese día, los maestros presenciaron las últimas tres presentaciones.

Yoon Gi examinaba cada expediente que fue dejado por los que tocaban.

Jung Hoseok; número 92, sus manos eran medianas y resaltaban lo delicada que era su piel, sus movimientos eran buscos, claro, para una canción como Dance Suga of the fairy se tiene que ser reñido y bien tocado. Este convencía a las dos damas, pero no a YoonGi, el buscaba profesionalismo y buena estructura, para los profesores, el chico encantador de bonita dentadura y cabello castaño estaba fuera de tener posibilidades, también.

Jeon JungKook; número 91, este tenía aires de bebé y de un chico tierno, portaba una traje impecable negro y lustroso, sus zapatos muy bien pulidos, su cabello perfectamente bien peinado, sus manos eran grandes y sus dedos largos, sus venas se notaban a kilómetros, los tres maestros suponían bien que quedarían imprecionados. Los tres estaban equivocados, comenzó tocando una canción demasiado sencilla, para después comenzar a cantar Silence, la canción era realmente profunda, pero ellos no querían voces. Rápidamente Lena y HyeRin codearon al menor de los tres para darle a entender que estaba fuera y que le dijera que parara, por que, ninguna de las dos tenía la brusquedad de hecharselo en cara a un joven tan hermoso.

"Disculpa, lo siento Jeon, pero nosotros buscamos habilidad en las manos, no buenas voces, por que la tuya lo es, sigue participando y entra a un concurso de canto, apuesto a que ganarás sin duda alguna, gracias por contar con tu presencia." dijo YoonGi desde su asiento, a lo que el pianista menor dejo de tocar, hiso una reverencia para después retirarse.

Park Jimin; número 93, último, pero no menos importante.

Ese día, Jimin, se había escapado de casa para poder presentarse, puesto que sus padres le tenían prohibido dedicarse a "algo sin futuro".

El pequeño se sentó con el piano gran piano negro frente a él, brillante, el olor a madera y pintura fresca se infiltró en sus fosas nasales cuando estuvo cerca de él.

Se sentó y poco a poco escaneó a todos los jueces, y concentró su mirada en aquel de cabellera verde color menta que lo miraba curioso.

Jimin, con toda la naturalidad del mundo comenzó a tocar Nocturne (multimedia).

Una canción del famosísimo Chopin.

Al que tanto adoraba y escuchaba Jimin.

La profundidad de la canción se infiltró por los oídos de los maestros, dejando a Lena con la boca abierta, a HyeRin con una gran sonrisa y a YoonGi con una mirada curiosa.

Escaneaba al de baja estatura frente a él.

Sus delicadas y pequeñas manos, tan delicadas, tan finas, como sus movimientos de muñeca.

El era hábil con sus manos, se movían juntas, creando el sonido perfecto.

Sus cortos y delicados dedos se deslizaban por las teclas haciendo la armonía perfecta.

Sus ojos pequeños y rasgados, su cabellera naranja, justo como la temporada actual, otoño, como una delicada hoja que va cayendo al suelo, y al momento de llegar al suelo se queda quieta.

Sus labios tan carnosos, del cual, sintió muchas ganas por probarlos.

El de baja estatura portaba una camiseta de Arctic Monkeys, unos pantalones de cuero negro y unas botas negras con piedería encima.

La melodía era exquisita, cual movimiento hacía deleitaba a el público presente.

La canción terminó, anunciando el fin del concurso, las luces se encedieron por todo el lugar.

Haciendo que todo reaccionara, Jimin se puso de pie, y sin pensar un solo momento el público comenzo a aplaudir, los jueces también, siendo los primeros en ponerse de pie, seguido del público.

Todos miraban expectantes; habían encontrado al pianista ideal.

Cuando los aplausos y chiflidos terminaron, los jueces quedaron de pie para proceder a hacerle preguntas, comenzando por Lena que se encontraba a la izquiera de Jimin.

"Bien, Jimin, ¿No es así?" El solo ascintió a la pregunta. "Eres muy bueno, ¿De donde eres?" Era el momento perfecto, YoonGi escucharía su voz.

"Busan." Dijo el mirando hacia los jueces. YoonGi se deleitó, el sonido de su voz, tan perfecta como la melodía que producía en aquel piano detrás de él.

"Bien, ¿Cuántos años tienes?" Esta vez preguntó HyeRin. "¿Vienes acompañado?" Dijo ella poniendo tenso al menor.

"Tengo 21 años, vengo solo." Contesto poniendo de cierta manera feliz a YoonGi.

"¿Porqué estás aquí?" Preguntó con la misma seriedad esta vez YoonGi.

"Por mi hermano y porque me gusta"

"¿Por tu hermano?" Preguntó Lena confundida.

"A él le gustaba mucho el piano y casi siempre tocabamos juntos." Conmovedor.

"Oh.. y el, ¿Está aquí?" Preguntó HyeRin con curiosidad.

"Él falleció hace un año." Mala pregunta, HyeRin.

"Bueno, Felici..."

R U Mine comenzó a sonar por el lugar, indicando una llamada entrante en el celular de YoonGi, este solo se avergonzó para después rechazar la llamada.

YoonGi y Jimin rieron por la ironía de que el mayor traía esa música en su teléfono y él una camiseta.

"Yo seré tu profesor, para prepararte más, felicidades." El público comenzó a aplaudir mientras se esparcían regresanso a su hogar.

Y nuevamente rieron, se vieron directo a los ojos, como si el mundo dejara de existir y sólo estuvieran ellos dos solos, como si quisieran grabar sus miradas uno del otro.

Volvieron a reír, sus risas tan melodiosas, tanto como las de un piano, un Grande Piano.

Grand Piano》YoonMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora