Llegue Tarde

2

Solo sé que yo y el tiempo no nos llevamos bien.

-¿Ocupada Srta Ana? -Me dijo una voz adulta, lenta y acogedora.
-¿Qué? ¿Quién eres tú? ¿Dónde rayos estoy?
-No te diré, quiero que tú misma te des cuenta.-Me lo dijo en un tono..¿familiar?-Solo ven niñita

Tenía miedo, pero aún así fui. Fui por qué quería saber de quién provenía esa voz.

-¿Te conozco?- Dije un poco horrorizada
-Sí, al parecer empiezas a recordar.- Me lo seguía diciendo muy tranquila.
-No.. Bueno sí, pero solo tú voz se me hace familiar.
-Oh...-Lo dijo algo desanimada, ¿qué pasa aquí?.-Bueno, mínimo estoy por tus recuerdos.

¿Que rayos? ¿Acaso ya me volví loca? ¡Dios mío!

Sólo la seguí hasta que la vi abrir una puerta con mucha luz, se me hizo raro, todo estaba oscuro, menos esa habitación.

-Entra pequeña- alzó su brazo dirigiéndolo ala puerta.

Entre temerosa, no sabía que iba pasar, luego empecé a oír pequeñas voces, como las de mi madre.

-No, no no no- La señora empezó a estresarse- ¡Otra vez no!

Empecé a ver borroso, ya no distinguía la sombra de la señora, es más;lo último casi no lo oí, me había despertado.

-¿Ya es muy tarde, no?
-¿Si? No lo sé, qué tipo de pregunta es esa mamá.- Dije algo adormilada.
-Jaja, como sea; apúrate que me van a acompañar ala comercial.
-¿Y si me quedo?- Dije con una sonrisa inocente

Me dio otra sonrisa, oh no, esto está mal.

-No cariño.- Y salió, literalmente orgullosa por su sarcasmo mal hecho.