El camino era largo en aquella jaula enorme donde no se podia mover sin pisar a alguien mas, pero al menos no andaban a pie.
Le toco ser considerado buena mercancia por parte de sus compradores, su piel blanca y su cuerpo atletico a pesar de su joven edad hizo que aquellos hombres lo pusieran junto a las mujeres con la esperanza de ganar mas en su reventa.
Llevaban varias semanas sin parar por los caminos arenosos que guiaban a los viajeros, con poca comida que se les repartia y la inmensidad de la putrefaccion y desesperanza que le rodeaba cada vez con menos ganas de vivir.
La pregunta seguia rondando en su mente, ¿porqué el?, ¿acaso era el que menos valia dentro de su familia?, ¿le odiaban sin que el supiera?, ¿hizo algo mal para merecer aquel destino?, las preguntas solo le recordaban que ya no deseaba vivir pero no lo diria en voz alta, no entre los constantes sollozos de mujeres que buscaban consuelo en su mirada dura y vacia, sabia que el de alguna manera les daba fortaleza a ellas con su silencio pero a cada dia que pasaba algo dentro de el se rompia mas.
Su cuerpo ya era menos que un costal de basura, todos sus huesos se marcaban a traves de su piel, su piel reseca por el clima que cambio a desertico se veia mas blanquecina de lo comun y su cabello alguna vez de un cafe muy oscuro casi negro se opacaba y perdia brillo. Sabia que los guardias murmuraban el cambiarlo a la celda de los hombres pero se sentian piadosos al no hacerlo, aquellos esclavos negros que traian contenidos usarian su cuerpo sin su consentimiento.
Las semanas pasaron y Leo recordo los caminos como en su infancia lo hizo al lado de los que consideraba su familia; del dueño del circo y su compañera de interpretacion. La pena le embargaba con cada recuerdo, el abandono lo hacia sentir humillado y dejaba un sabor agrio, de haber sabido que era parte del ganado que se cuidaba y engordaba para despues aprovecharse de el habría abandonado aquel lugar que le vio crecer y al que sintio en algun momento que le debia tanto, malditos bastardos se habian cobrado a placer y lo vendieron como un objeto. A el, que a su corta edad habian formado con el mas cruel entrenamiento de un chico de circo, un trapesista desde los 7. El dolor que paso a lo largo de los años y el dinero que les habia ayudado a conseguir, que estupides definitivamente le habian quitado mas de lo que le habian dado y aun asi dolia por la confianza que tenia en todos ellos, dolia que le vendieran sin mirarle dos veces a los ojos.
Leo en su lamentacion noto cosas, no pararon a vender esclavos en las ciudades pequeñas por lo que si no se equivocaba pronto llegarian a una gran ciudad comercial Labra, el desierto no hacia nada de aquella ciudad, siempre era viva y todo era turismo, diversion y transacciones, quien pasaba por ella no dudaba en quedarse mas que un simple rato y recordo aquellos mensajes dedicados a los mas pequeños para que fueran concientes del peligro.
Hay gente mala en las grandes ciudades y en estas, es donde cosas inhumanas son hechas a los puros con el fin de quebrantarlos, manténganse al margen y eviten separarse que no hay mejor lugar para evitar problemas que cerca de los que te aman.
Pero Leo ya no era amado todo lo contrario, habia sido tratado con indifencia desde el momento en que fue llamado a la habitacion del cirquero como si todos lo supieran menos el. Una chica como de su edad dentro de la caravana lloro a todo pulmon y deseo poder hacer lo mismo, una niña muy pequeña se levanto y la abrazo con fuerza y se odio por cobarde, no lo dudo y se arrastro hasta ellas para abrazarlas, eran mas valientes que el en ese momento, ellas aun expresaban su sentimientos sin temor a ser castigadas.
-No entiendo por que lloras, papa y mama dijeron que ellos encontrarian un hogar donde viviria bien dijeron que ya no tendria mas hambre y sin embargo todos aqui estan tristes y desolados. No mintieron verdad, mis padres me amaban eso es cierto.- la mas pequeña lloraba y hablaba con tanta capacidad que logro hacerles sonreir.
-Somos desafortunados pequeña, parece ser que la suerte no esta de nuestro lado.- Leo acaricio su cabeza como si la suciedad y la exttrañesa entre ellos no existieran
-Me llamo Virian, tengo 7- dijo la mas pequeña
-Yo soy Eleonor tengo 13-dijo entre mujidos.
-Y yo soy Leo, tengo 12- Se sento ante el mareo y debilidad que sintio, tal y como estaba el casi muerto, estaban ambas chicas, pero se sintio mejor con la calidez de ellas a su alrededor.
El silencio reino por un tiempo pero la curiosidad hacia cosquillas en la boca de Eleonor.
-¿Quien creen que nos compre?-Aquella pregunta llamo la atencion de todas.
Sirvientes de limpieza, esclavos de construccion, prostitutas, damas de compañia, habia una gran variedad de trabajos y solo una rama en la que nadie queria terminar, la industria del sexo de las capitales donde los peces gordo consiguen lo que quieren. Que hipocrecia una comida al dia y donde dormir era lo que cualquiera de los que estaba abordo pedia a cambio de cualquier cosa.
-Sea lo que sea hazlo con la cabeza en alto- Una mujer anciana los miraba con fiereza de una institutriz.- Somos vidas y las vidas son valiosas, no importa como los denigren no olviden que los que van directo al infierno son los que nos usen de mala forma.
-No tienes miedo de terminar de prostituta- dijo alguien en voz baja.
-No ha mi edad pero ustedes pierdan ese temor, no hay nada mas bello que ser amada fisicamente, arriba de los 16 no mientan todas han sido tocadas- y nadie refuto sus palabras.- ustedes- dijo señalando a los tres- Otra historia con ustedes, las ya tocadas se resignaran y algunas se perderan y embriagaran con el sentimiento, pero cuando eres tan joven como ustedes es facil que los lleven a la locura, mi recomendación prepárense para lo peor.
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Desierto
RandomNo hay nada mas degradante en la humanidad que la traición, Leo la sufre de las manos de su familia, el circo donde fue criado desde joven y el que lo vendió como esclavo. Ahora esta en las manos del guapo principe de una ciudad comercial, Labra...