Capítulo 1

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- no puedo dejarte ir, deja de ser tan testarudo y escúchame

- entiende, yo no quiero quedarme

- sabes que Pier no dudará en... - le interrumpí

- ya se, lo sé perfectamente, eso no impedirá que me valla -seguí caminando

- pero, ¿al mundo humano?

- es la mejor opción para mi

- pero ni siquiera le conoces a nada de allá y aparte aún no puedes controlar... - le interrumpí

- ya me las arreglaré - le guiñe el ojo, era tiempo de marcharme, ella no iba a detenerme


-Hayley Odeth-

-¿Odeth, estás entendiendo una mierda?

-no seas grosera Rachel, y si le estoy entendiendo, solo tienes que... -no pude terminar cuando mi profesor nos ordeno que nos saliéramos de clase

Sentí mis mejillas enrojarse, tome mis cosas guardandolas en mi mochila, vi de reojo hacer lo mismo a Rachel, me levante de mi asiento ella hizo lo mismo sentí la mirada de todos hacía nosotras, no pude evitar ponerme mas roja, no me gusta ser el centro de atención así que salí lo mas rápido de ahí, Rachel me seguía por detrás.

-¡está es la última vez que me sacan de clase por tu culpa Rebeca! -seguí caminando rápido dirigiéndome a la salida ya que era la última clase.

-no me llames así, sabes que lo odio
-lo dijo molesta siguiéndome el paso hasta estar afuera de la institución.

-y bien tenemos dos horas libres, ¿ha dónde vamos Odeth? -la mire molesta.

- no vamos a ir a ningún lado, por tu culpa nos sacaron, y lo siento me voy a casa, deberías hacer lo mismo.

-claro señorita aplicada - rodeo los ojos mientras soltaba un suspiro.

-mañana nos vemos vale, ve a casa no quiero que me llame tu mamá preocupada como la última vez - me acerque a ella para despedirme.

-de verdad lo siento, no quise que nos sacarán de clase -me dio un beso en la mejilla y un abrazo-nos vemos mañana.

La verdad es que no podía ir a casa temprano o mi madre se enojaría por saber que me sacaron de una clase, así que, decidí ir al parque de mi ciudad mas famoso Vartiovuori,
Me encanta ir ahí ya que es un hermoso lugar para leer, al estar ahí camine hacia el mar, ya que ahi abajo casi nadie iba por el inmenso frío que se lograba sentir, para mi era el lugar perfecto.

Estaba recargada en un árbol muy grande y grueso tranquilamente leyendo cuando me dí cuenta que no estaba sola, a unos varios metros en frente de mí, estaba un chico de espaldas tocando el agua del mar... Decidí ignorarle y continuar con mi lectura....

Vértigo ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora