Esa gris mañana de lunes, todo el clan, uniformemente vestido de negro se reunió en el cementerio de la propiedad; Desde los más viejos a los más jóvenes, rodeaban los cuatro ataúdes.
Un sacerdote se encontraba recitando unas palabras por el eterno descanso de los difuntos, era un día de luto y gran pérdida para los miembros del clan, Vasily Zaitsev fue en su tiempo el mejor de su clase dentro y fuera del internado, amado y envidiado por sus compañeros, respetado y odiado por sus enemigos.
Para todos fue una sorpresa su desaparición más de una década atrás y una aún más grande, el haberlo perdido por algo tan simple pero destructivo como el insendio que le dio fin a su vida y a la de su familia.
Para la pequeña de 10 años que se encontraba de pie frente a los ataúdes, sosteniendo con fuerza un ramo de margaritas silvestres, la pérdida era indescriptible. Ella no sólo perdió a su familia en ése incendio, con ellos se consumieron su felicidad y sus ganas de vivir, todo lo que quería y conocía se había vuelto cenizas.
Y ahí estaba ella, consumida por la culpa y el odio; la primera porque en su afán por salvarse, no advirtió a nadie mas del fuego y evitó que Alexander pudiera rescatar a alguien más por evitar que se perdiese en el bosque; el odio era porque, gracias a Alex sabía que el incendio había sido provocado, alguien quiso vengarse de su padre y arrastró a toda su familia en el proceso. Si bien su padre había cometido errores en el pasado, todos fueron por un bien mayor, y él estaba profundamente arrepentido, ahora entendía el porqué de su insistencia en ir a la iglesia, el fervor con el que rezaba y las flores que llevaba su madre.
Suplicaba perdón.Perdón que no fue otorgado a su esposa e hijos que injustamente pagaron con sus vidas, las cuentas de su pasado.
La ceremonia fúnebre terminó y las personas comenzaron a acercarse a Nina para darle el pésame y posteriormente uno a uno abandadonar el cementerio, todas excepto una.
Alexander, se mantenía firmemente de pie junto a su pequeño ángel, dándole su apoyo sin palabras pero con el cariñoso gesto de su brazo sobre sus hombros.
El cielo se oscureció más y un potente trueno anuncio la llegada de la lluvia. Los sepultureros procedieron a bajar los ataúdes, todos en la misma fosa, comenzaron a cubrirla con tierra para después sellarla con concreto. Fue entonces que en sincronía con la lluvia Nina comenzó a llorar.
Si existía una pequeña esperanza de que aquello fuera una pesadilla, acaba de ser sepultada tres metros bajo tierra.
La vieja Nina había sido sepultada con su familia y en su lugar quedó un alma atormentada y solitaria en busca de venganza.
-Tu vas a ayudarme, verdad? -pregunto ella sin levantar la vista de la tumba.
- Siempre.
-¿En cualquier cosa?
-Yo mataría por ti.
Nina se separo de Alexander y arrodilló frente a la tumba de su familia para dejar el ramo que llevaba en las manos. Cerró sus ojos y mentalmente les suplico su perdón y les prometió que algún día vengar sus muertes.
Se puso de pie y aun sin mirar atrás dijo:
-No quiero que mates por mi... quiero que me enseñes a matarlos.
-¿A quiénes?
-A los que me los quitaron, a los que gozan causando dolor...
Sus miradas se encontraron y compartieron una sonrisa de complicidad.
- A todos...
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El Clan Romanov
General FictionAl perder a toda su familia, Nina es obligada a ingresar a un internado pribado para asesinos profesionales. Los años pasan y junto con Nina, crese día con día, su deceo de venganza; el enfermizo amor de su líder Alexander Petrov, termina por...