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A pesar de los meses pasados,aún me dolía la pérdida, y cada vez que recaía tus abrazos llenos de amor me calmaban llevándome a mi paraíso terrenal.

Ese día fue lluvioso,y estuvimos juntos toda la tarde y noche.

Nos perdimos entre beso y beso,caricia y más besos,quitamos toda incómoda prenda de por medio y nos amamos de la forma en la que sólo nosotros supimos hacerlo. Tus manos recorrieron cada centímetro de mi piel y tus labios besaron cada lunar de mi espalda.

Yo trazaba formas en tu pecho desnudo y tu acariciabas mi espalda descubierta,suspiramos al mismo tiempo y nos observamos con calma.

—Te amo... —susurraste y besaste mi frente.

—Te amo.—dije y tu mirada miel se volvió repentinamente triste. Recuerdo que pregunte sin cesar el por qué tú cambio ¿A que se debía?. Mis ojos picaron y sin quererlo derrame lágrimas... Muchas lágrimas cuando me dijiste la razón. Y es que el dolor,la rabia y la tristeza se estamparon en mi más fuerte que tus mismos labios.

Memorias Célebres ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora