El niño que vivió

Los personajes de Bleach pertenecen a Tite Kubo.

El mundo de Harry Potter (encantamientos, personajes, etc.) pertenecen a J.K. ROWLING.

Advertencias: AU. Contiene OoC.

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EL NIÑO QUE VIVIÓ

Era un soleado diecisiete de junio y una familia de tres integrantes disfrutaba de un día de campo a la orilla de un bello río. Era sábado por lo que no se tenían que preocupar por la escuela o el trabajo al día siguiente.

Los papás contemplaban alegres desde debajo de un frondoso árbol como su hijo de seis años, de cabello negro algo alborotado y ojos cafés corría en círculos tratando de atrapar una mariposa amarilla.

El niño ignorante de que ya tenía un destino trazado, destino que incluía fama, gloria y poder, pero también llanto, tristeza y dolor, era feliz disfrutando los momentos que pasaba con sus padres.

La mujer llamada Masaki era joven, de cabello castaño y un poco ondulado, el cual llevaba recogido en un coleta baja. Tenía una gran belleza, pero lo que la hacía especial a los ojos de su marido era su gran sonrisa y el aura tan cálida que emanaba, ella era el sol de su esposo Isshin.

Isshin era un hombre apuesto, de cabello corto negro y de barba. Era alegre y muy protector con su familia.

Ambos trabajaban en unas oficinas de gobierno desde hacía casi seis años, poco después de que nació su hijo. Pero eso sólo era una fachada porque escondían algo asombroso, sin embargo eso mismo que ocultaban era lo que los ponía en riesgo, sobre todo a su hijo Ichigo, por eso a él también se lo escondían.

De pronto el cielo azul se volvió negro y las nubes ocultaron al sol, un fuerte viento comenzó a sentirse. Era el presagio de que algo estaba por cambiar, de que los hilos del destino se estaban moviendo para que todas las piezas se acomodaran en su lugar.

Isshin y Masaki se pusieron de pie de inmediato, mirando a los alrededores. Ichigo comenzó a llorar asustado, pues el ambiente se había tornado pesado.

—Nos han encontrado. —exclamó Isshin alterado. —protege a Ichigo. —con desesperación le indicó a su esposa, quien corrió a abrazar a su hijo.

Isshin recitó un conjuro y en su mano comenzó a brillar una esfera de luz roja. Ichigo no entendía lo que pasaba. Jamás había visto a su padre hacer algo así y bien sabía que eso no era normal.

—Muéstrate. —ordenó viendo hacia unos árboles cercanos. Sólo pasaron un par de segundos para que una figura extraña apareciera.

Estaba envuelta en una manta negra que le cubría la cara y cuerpo, pero el poder que emanaba era más que suficiente para hacerle saber que era aquel que los perseguía, el mago oscuro más poderoso de todos los tiempos, aquel que hacía temblar a cualquiera con sólo escuchar su nombre.

—Tú. —susurró Isshin sorprendido, pero no por el hombre que tenía enfrente, sino por la persona que estaba detrás de él, aquella a la que consideraba un amigo y a quien le confío la vida de su familia y la propia. —nos has traicionado. —señaló con pesar.

El señalado traidor no se movió, sólo lo observó de manera fría.

—No lo culpes por decidir servirme. —comentó la figura encapuchada. —el temor y el poder siempre superan a la amistad. ―mencionó con aquella tenebrosa voz que atemorizaba a cualquiera.