HeeChul isn't here

I

SiWon no podía recordar cuándo empezó el juego, "el tira y afloja", el coqueteo, la seducción, y la tensión entre ambos.

No podía recordar la primera vez que miró a su hyung de esa manera tan distinta.

Como su conquista.

No podía recordar la primera vez que se quedó mirando el trasero del chino durante la práctica de la danza, o desde cuando ese descarado extranjero comenzó a acercarse demasiado a él durante los conciertos y presentaciones, de una manera casi encimosa.

No podía recordar la primera vez que le guiñó un ojo y sonrió sugestivamente, o cuando lo miró por un momento demasiado largo; pero todo ello HanGeng se lo hizo recordar el momento en que el chino comenzó a mirarlo en ese momento.

Recordó la primera vez que HanGeng le había sonreído, recordó la primera vez que el chino había puesto su mano en su rodilla bajo la mesa en la cena.

Recordó el primer guiño coqueto que su mayor hizo, el primer toque no tan inocente que tuvo con él, pero sobre todo... Recordó ese grato sentimiento que el reconocer y aceptar que HanGeng también sentía algo por él, le recorría el cuerpo.

Lo malo es que... SiWon también recordó la primera vez que llamó la atención de una "princesa", quien pasó de ser princesa a ser la diva posesiva de aquel Chino.

HeeChul y HanGeng habían sido muy unidos desde el momento en que se conocieron, a tal grado de parecer pareja, aunque ninguno de los dos jamás admitiría a este hecho.

A HeeChul le gusta hacer alarde de su estrecha relación con el chino, colgandose de él durante entrevistas, besándolo en la televisión, y estando siempre a lado de HanGeng.

Siempre que le fuera posible.

Si, su relación era en realidad... ¿Una atracción sexual?

Siwon todavía no estaba muy seguro.

No vivía en los dormitorios como los otros miembros y nunca fue testigo de nada incriminatorio.

—Lo estás mirando una vez más, una vez más.— La voz de HeeChul sonaba junto a SiWon mientras se sentaba en el piso de la sala viendo la práctica de baile de HanGeng frente al espejo, al otro lado de la habitación.

—No sé de que estás hablando.— SiWon respondió, tomando un sorbo de su botella de agua, notandose el nerviosísmo cuando HeeChul se sentó junto a él y entrecerró los ojos.

—No te hagas el tonto conmigo, Simba, tengo ojos. Yo lo veo todo, veo como lo miras.— HeeChul advirtió. —Es mío.—

La advertencia de HeeChul sonó en la cabeza de Siwon por varias semanas, causando que él evitara todo contacto con HanGeng.

Siwon hizo un esfuerzo para ni siquiera cruzar miradas con HanGeng, o estar a solas con él.

Sabía que sus sentimientos por el extranjero eran peligrosos, ya que HanGeng ya había sido "reclamado" por la princesa de Super Junior, y la ira de HeeChul puede significar el alterar la armonía del grupo, y eso es lo último que Siwon querría hacer.

—¿Hay algo que te molesta, SiWon?— HanGeng preguntó una noche en la que el grupo se sentó para la cena en el interior del apartamento.

La mano de HanGeng se coló en su camino bajo la mesa, postrandose en la rodilla de SiWon mientras hablaba, haciendo que el más joven se estremeciera, y que de inmediato sintieran la mirada de HeeChul desde el otro lado de la mesa.

Había una suave sonrisa en el rostro del Chino mientras acariciaba la rodilla de SiWon y una extraña mirada en sus ojos.

Siwon podía ver el significado oculto en la mirada de HanGeng cuando su mano aún en su rodilla viajó un poco más arribla y el extranjero le indicó con la barbilla que quería hablar con él en su dormitorio.