Sandra:
13 de septiembre a las 2:50.
Querido diario,
dos horas. Hemos estado hablando dos horas. He podido desahogarme y explicarle mi historia a alguien. Se llama Ruth y es la chica pelirroja y repetidora, pero de verdad que es genial poder hablar con alguien que te entiende a pesar de la diferencia de edad. Tener otra amiga me ha hecho muy feliz, porque dice que me ayudará con mis problemas. Se le coge cariño. En el instituto no paran de decir que es lesbiana, pero a mí eso me da igual, porque le he cogido cariño igual. Somos como almas gemelas. Me siento protegida cuando estoy a su lado.
Por cierto, hablando de otro tema del que me acabo de acordar. Ana no me deja en paz y Mía no para de seguirle el juego. Quiero descansar un poco de los cortes y los vómitos. Quiero dejarlo a un lado temporalmente porque ya me da asco y todo. Pero bueno, todo es más sencillo ahora porque cuando hablo con Ruth me calmo, aunque hablemos de tonterías. Me dice qué tengo que hacer en cada momento así y se nota que es super buena persona. No sé cómo pudo salir de todo esto ella sola...
Lo único que importa ahora es que nos tenemos la una a la otra.
